Un pedido en proceso.

Un leve viento se levantó en el silencio, los lentos pasos de unas botas revestidas en metal se subir las escaleras que llevaban a la arena -que te maldigan Sakura- decía el hombre encapuchado con una pequeña sonrisa en el rostro, sus ojos plateados reflejando la luz que escapaba por debajo de la capucha de su gabardina negra abierta, que dejaba ver un físico atlético debajo de una playera ajustada sin mangas.


El hombre llego al centro de la arena y dijo -¿Cómo te atreves a reanimar la vieja llama de la contienda en mi alma?- exclamaba Nightmare mientras se quitaba su capucha, revelando su rostro que ahora sonreía ampliamente con una expresión de jubilo -¡yo alzo mi reto, enfrentare a tus campeones, uno a uno!- dijo extendiendo sus manos y dejando ver los mangos de sus espadas que se asomaban a los lados de su cintura y por sobre sus hombros.

El espadachín empezó a mirar a sus alrededores sin cambiar su sonrisa altanera -pero esta vez, no habrá nadie que se meta en mi pelea como la ultima ves que alzaste tu desafío- dijo con un toque de ironía en su tono, como recordando buenos momentos del pasado.

Nightmare sonríe mientras se cruza de brazos al ver su adversario avanzar con armas en mano -veo que nunca dejas nada al azar- decía avanzando hasta estar cara a cara contra ese guardián de la emperatriz, al que le hecho una mirada de pies a cabeza, fijándose especialmente en la maza -un paso a la ves…- dijo en voz baja.

De pronto alguien dijo algo, un chico, tenia apariencia de un joven en su época de secundaria, el espadachín lo que dijo y se encogió de hombros, luego camino hasta el borde de la arena en el cual se sentó frente al niño -bueno la emperatriz aquí soltó un desafío al aire, si ya había alguien mas interesado en pelear con ella, ¿Por qué tarda tanto en aparecer?- dijo al recargarse sobre su brazo izquierdo -si el viene entonces puedo ceder mi lugar y que el pelee contra el ICSS, no tengo interés en una pelea de mas de dos contrincantes.

El espadachín baja del cuadrilátero sin mucha ceremonia al ver a ese sujeto aparecer, camina cerca del joven que había preparado todo el escenario y, poniéndole una mano sobre el hombro izquierdo le dice -lamento el problema que cause, pero en serio, tu amigo no puede ser más melodramático- suspiro y, tras darle un par de palmaditas en la espalda se encamino hacia Sakura.

Los guardaespaldas de la emperatriz se interponen en su camino, pero, de algún modo, Nightmare logra escabullirse entre ellos, aun así, tenían muchas oportunidades para atacar y nunca tomaron ninguna, pues no había ningún indicio de malicia en las acciones del guerrero.
El pelinegro siguió adelante hasta llegar al costado izquierdo de la pelirroja, y haciendo como si se sentara, debajo del hombre apareció una modesta silla plegable de energía oscura, que se volvió solida en pocos instantes, convirtiéndose en metal y madera, Nightmare se sentó cruzado de brazos y piernas -¿Qué?- pregunto observando como Sakura lo miraba -no me culpes a mí, fuiste tu quien eligió el lugar con mejor vista para ver la pelea- dijo con tono burlón mientras se acomodaba en su silla.

-contrario a lo que puedas suponer espero que tu chico gane esta para que le bajes los humos al nuevo- decía ladeando su cabeza hacia su izquierda -aunque tú también pecaste un poco de melodramática hace rato- dijo levantando una ceja y sonriendo de forma picara.

El espadachín observo a Sofia aparecer y proclamarse la tercera campeona, luego preguntar si el recién llegado sabia a que se enfrentaba, estaba tentando en preguntar porque se le debería dar ese privilegio al recién llegado, pero decidió contenerse y solo soltó una risilla entre dientes mientras volvía a ponerse la capucha.

El espadachín dejaba escapar otra pequeña sonrisa ante el comentario de su vieja enemiga -solo digamos que tenía el presentimiento de que un novato vendría buscando tutoría- dijo con una risilla picara -ahora veo que es un bufón buscando hacer el ridículo, de todos modos, no lo quería esperando por mi- dijo echándole una mirada al auto proclamado “destructor de mundos” de turno enfrentarse a la autoproclamada soberana de Maneko.

Al aparecer Hippet, Nightmare ignoro su mirada y se concentro en observar a los dos contrincantes en la arena, hasta que la niña peliazul salio volando hacia el y se sento en su regazo riendo alegremente -hola pequeña Saori- dijo levantando a la bebe en brazos y acercandola a su rostro -¿extrañaste a papa?- la niña tocaba al rostro de su padre y jugaba con la capucha de este, intentando quitarsela, el espadachin responde quitandosela el mismo, y acurrucando a la infante a su pecho.

A pesar del tamaño de la espada ese hombre de lata la blandía como si nada, pero a ojos plateados de Nightmare, si bien eran muy veloces, los movimientos de ese ICSS eran muy burdos y telegráficos -¿nunca se te ocurrió actualizar el software para estos cacharros si es que no los quitaras de comisión?- le preguntaba a la emperatriz con tono burlón.

El fuego cálido de una hoguera inundaba la vieja cabaña, alrededor, el sonido de la naturaleza reinaba, grillos, ranas, cervatillos, todos en un sonido armónico nocturno que revoloteaba en el pequeño bosque, la noche era brillante, la luna reflejaba su luz en el suelo, brillando y marcando en camino de hojas y ramas muertas y cortadas en el suelo. El sonido placido y reconfortante fue interrumpido por otro, el sonido de algo arrastrándose al mismo tiempo de un goteo lento e irregular, lento acercándose a la cabaña que estaba iluminada desde afuera por la brillante hoguera, el sonido se escucha más fuerte y se hacía más aprisa a medida que se aproximaba a la cabaña.

Los habitantes que estaban adentro se percataron de esto, así que levantándose de todos fueron a despertar a un joven de semblante pálido, con lentes de media luna y cabello lizo, este se despertó de golpe, adormilado vio la cara del grupo que estaba dentro del lugar, por lo que entendió lo que pasaba, sin medir ni una palabra, el paliducho se postro frente a la puerta a sabiendas de que el creador de ese sonido entraría por esa puerta tarde o temprano. Los pasos se escuchaban, más y más cerca podía calcularlo, 5 metros, 2 metros, un metro, estaba ahí, el latido de su corazón se podía oír, su respiración agitada, el goteo, todo indicaba que estaba al otro lado de la puerta. El paliducho dio una mirada por la mirilla de la puerta, justo al hacerlo una cálida sonrisa impregno su rostro, y abrió la puerta.

Paliducho: Buena noches, Maestre.

El maestre, un joven que no pasaba de un metro con 60, vestía una capucha color morado oscuro con detalles dorados, en su espalda donde ondeaba la capa tan larga que le llegaban a los pies, estaba un símbolo extraño, de otras tierras, era un circulo pero en el medio estaba detallado lo que parecía ser el rostro de una bestia de cuernos largos, su rostro no era visible, por más que la luz de la hoguera le daba de lleno en la cara, simplemente era imposible, como si en lugar de rostro hubiera un vacío oscuro, de su cuello colgaba un medallón en forma de circulo con una piedra negra.

Cargaba a sus hombros lo que parecía ser un ciervo muerto con una o dos flechas clavadas en el cuello y en el lomo del animal. Sin medir palabras el paliducho se apartó de la puesta para que el maestre pudiera entrar y depositar con cuidado el ciervo.

Maestre: Dime… -Dijo con voz calmada y callada, producto del notable esfuerzo. ¿Ha habido algún acontecimiento hoy? –Pregunto con la misma calma mientras se disponía a retirar las flechas y hacia un ademan a uno de los habitantes de la cabaña, que no superaban al cantidad de 3 personas, todos vestían de capuchas similares, pero de diferentes colores, el ademan fue dirigido al del color verde, un/a joven de pequeña estatura, casi del mismo tamaño que el maestre solo que ligeramente más alto, est@ se acercó hacia el ciervo, a lo que el maestre retiro una ballesta de su hombro y se la entregó al emcapuchad@ de color verde.

Paliducho: La verdad… solo otro devorador de mundos.

Maestre: Se pasó en seco a la tarea que estaba haciendo. ¿Otro más? ¿Cuándo se dignaran en hacer lo que cumplen? ¿Cuál es su nombre?

Paliducho: Kamen Raider Maestre.

Maestre: Desconozco su historia, de donde viene o lo que sea que haga, pero si es un devorador o destructor o lo que demonios sea, me importa un comino –Hablaba mientras terminaba de retirar las flechas, para luego dirigirse a los otros 3 encapuchad@s, azul, amarillo y el/la anteriormente verde. Prepárenlo –Decía en el sentido del ciervo. Nos podría durar hasta 2 días talvez 3, aprovechen el máximo de carne. –Los encapuchados  acercaron y retiraron el ciervo de la cabaña. Muéstrame –El maestre esta vez se dirigió al paliducho.

Ambos se dirigieron a un extremo de la cabaña hacia una puerta, al abrirla un haz de luz en cono color azul los pego en la cara, lo que producía la luz al parecer era una proyección, del terreno, debajo de esa proyección, habían unas notas en letras elegantemente escritas, con una tinta dorada, el maestre recogió las notas y las ojeo rápidamente, eran 10 páginas de escrituras, las cuales en menos de 10 segundos había leído.

Maestre: Kamen raider… Hippet, Nightmare.

Paliducho: Todo y como tal lo describió Señor –Dijo interrumpiéndolo.

Maestre: Supongo que una visita no haría daño… -Y de un golpe cerró la puerta ahogando la luz que de ahí provenía, se giró sobre sí mismo y al ver hay estaban los 3, esperando órdenes. Se quedaran aquí,  los 3, nosotros iremos, prometan no tocar el lomo esa es mi parte favorita. –Y fue a dirigirse hacia la puerta, no hasta que una voz lo interrumpió.

Empacuhad@ Verde: Maestre.

Maestre: Oh… cierto… -Se detuvo, quedo unos segundos pensando- ¿Guardaron el ciervo no es así? Bien –No espero a que respondieran. Pueden venir… pero… no se aparten, no intervengan… esto es asunto mío y solo mío, por lo demás… vamos a divertirnos.

Saliendo de la cabaña, cuyo fuego fue apagado los 5 encapuchados dieron paso hacia el bosque, para luego a la vista de nadie, sus cuerpos se distorsionaron uno a uno, sin que ni ellos mismos sintieran sorpresa.

Primero el maestre, luego el paliducho cuyo símbolo era un libro abierto y cuyo color era blanco.

Luego el/la empacuchad@ de verde, cuyo símbolo era el de una flama.

Seguido de los empacuchad@s de amarillo y azul, cuyo símbolos eran una burbuja y humo respectivamente.