Sacro Imperio Manekiano

-Bien, estaré en aquella mesa si me necesitas-
Apunto a una mesa de te que estaba cerca de un ventanal, del cual rayos de sol provenían y había varios asientos cómodos alrededor, y se marchaba lentamente buscando entre los libreros.
-Y procura no perderte por mucho tiempo Skie-
Alzo un poco la voz mientras se despedía momentáneamente del joven.

-Si es una pena que estos mapas en este perfecto estado sean maltratados de tal manera, siempre es bueno tener un ojo que pueda identificar bien las cosas sabes-
Respondió de forma sarcástica mientras se colocaba unos anteojos para leer uno de los tantos libros de acontecimientos y hacia énfasis en ellos.
-Lastima que no aceptarías la ayuda de alguien como yo para que estos documentos sean mas legibles, no lo crees?-
Después de esto regreso su mirada a el libro que sostenía con su única mano y volteaba delicadamente las paginas al compás que terminaba de leerlas.

La joven con una expresión neutra al notar el comentario menciono a los presentes.

-Los documentos presentan el estado de acuerdo que han sido respetados -señalo con cuidado cada documento. Es una magia de la emperatriz, si la gente recuerda, cuida y vierte sus sentimientos el documento se preservan. Si algunos de estos documentos se preservan tan mal es que solo el imperio los recuerda. Aun así no podemos mantener nosotros todos los documentos en la memoria colectiva, muchos de los ciudadanos prefieren olvidar los asuntos de los usuarios.

Y viendo la atención a los documentos que buscaba señalo otros documentos.

-Hay documentos con respecto a su búsqueda, hay dos bases cerca de Gensokyo, cada una data de una guerra contra el emperador cuando trato de ocultarse ahí, también están los pactos de paz y guerra, el ultimo esta roto...

Inclinando la cabeza a manera de disculpa señalo documentos mas recientes, pero igualmente maltratados.

-No es raro que la gente los olvide, pero esos son los pactos de paz.

Los cuatro cristales que flotaban sobre la cabeza de Aírlia descendieron hasta su mano, uniéndose en uno solo, causando a su vez el cierre del portal que la transportó hasta el primer peldaño de unas escaleras tan blancas como la flor de algodón.

Dirigiendo su mano hacia el cuello, colocó el cristal en su collar mientras daba una ojeada rápida al lugar. *Quizá pueda visitar este lugar con más calma en alguna otra ocasión, sin guerras para variar* pensó antes de disponerse a subir las escaleras para seguir el plan de encontrarse con Falling.

En cuanto comenzó a subir los primeros escalones quedó absorta en su mente al imaginar los posibles resultados a los que se llegarían dependiendo de los planes que se llevaran a cabo. Al avanzar unos cuantos pasos sintió una pequeña distorsión junto a ella; cuando identificó la causa se adelantó a decir sin dejar de subir los escalones -Atena, necesitas saber que Gensokyou se encuentra actualmente en la Antizona-.  

Aminorando su paso volteó a ver el borde; se podía notar un deje de expectativa en su voz -En estos momentos me dirijo a revisar algunos asuntos para terminar con la situación lo antes posible-.

Del borde se logró escuchar claramente una voz. -Comprendo, avanzamos entonces, Skie esta en la biblioteca-.

Aírlia asintió levemente, *Entonces ya debes saber lo que esto implica* y soltando una pequeña sonrisa agregó, -Por cierto, a la emperatriz le gustaría tomar el té contigo en la casa de cristal- para después acelerar nuevamente su paso.

Acciones:

-Nos veremos en breve joven, me despido-
Se levanta de su asiento y le despide haciendo una leve reverencia.
-Espero y todo salga bien, aunque estemos en bandos diferentes-
Al momento de despedirle sonríe y de su abrigo toma unos cristales y vuelve de nuevo su asiento, leyendo los documentos y viendo la situación que se avecina a través de sus cristales; mientras de un chasquido logra aparecer una botella de ron añejo y un pequeño reloj de bolsillo.

Una nube de partículas floto estrepitosamente hacia el escritorio del recluta del imperio, rapidamente dio forma a una figura femenina desconocida para el hombre sentado.

—He venido a revisar tu desempeño.-Las partículas terminaron de dar forma a la general Hippet, una fémina imponente y de gran estatura.

Hippet realmente no había sido ordenada a verificar el trabajo de Jojo, simplemente le pareció correcto, ademas de que necesitaban poner de acuerdo sobre algunas cosas de la futura guerra.

-Me parece  bien, te importaría acompañarme? estoy revisando documentos sobre batallas anteriores, localidades, culturas y observo que es lo que sucede con nuestras tropas y aliados-
Le responde mientras ofrece una silla a la fémina
-Mi nombre es Jojoshua, siéntete libre de dirigirte a mi como desees, señorita?-
Le miraba fijamente y le sonreía cordial mientras se presentaba

Hippet siguió sin chistar al nuevo recluta hasta el escritorio de este, le parecía curioso como necesitaba revisar documentos para ponerse al tanto de la situación, una desventaja de no poseer conciencia cósmica.

—Mi nombre es Hippet Celeni, nunca nadie me ha llamado señorita antes pero no me molesta.-Se sento en el asiento ofrecido y se cruzó de brazos esperando a que el hablara.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


Después de que el joven pronunciara esas palabras los vientos se turbaron y el cielo se nublo completamente, frente a la pareja a pocos metros de distancia se deformo el espacio, la energía generada por la deformación espacio-temporal provoco que se generaran rayos de energía que se dispararon en todas direcciones, por ultimo una figura humanoide se formo en la fisura espacial, era como si una estrella tomara forma.

—Por que el pequeño guardián me ha convocado.-La voz de la figura era ominosa y parecía que provenía de todas partes.

Al encontrarse nuevamente con Falling, Aírlia le miró fijamente y asintió con actitud decidida. Notando una leve brisa que movía armoniosamente la tela de su vestido, una mujer se materializó frente a ambos tras la declaración del muchacho.*Brilla de manera similar a Saiph* Pensó la joven al apreciar por un segundo el destello causado por Hippet.

-General Hippet, ¿es correcto? Con todo lo acontecido no hemos sido presentadas adecuadamente- Dijo Aírlia, haciendo una pausa para mirarla a los ojos antes de dar un paso al frente -Ha sido invocada para tratar los términos de una posible negociación- continuó en un tono calmado; sin quitar su atención de la general para observar cualquier señal de lenguaje corporal.

Una idea cruzó rápidamente su mente *En el mejor de los casos nos entenderemos, en el peor quizá debamos salir por la ventana* y con un sutil gesto en su mano izquierda convocó por precaución su hechizo Aspis.

ACCIONES:

Este par de individuos le parecían ciertamente sospechosos, le molestaba que la persona que le contestara fuera la acompañante y no el invocador, normalmente no toleraría un insulto de ese calibre y destruiría a ambos en ese instante, pero hablaban de una negociación, tal vez debería esperar a que dieran mas información al respecto.

Una pequeña esfera de energía se separó de su hombro flotando unos centímetros por encima de su cabeza, al instante se estiró y tomó la forma de una jabalina de unos dos metros de largo, al terminar de formarse inmediatamente apuntó a la acompañante del invocador.

—Hablen sobre la negociación... Si no me parece apropiado activare mi espina y atravesará el lado izquierdo del pecho de la hembra, he de advertir que no existe manera de evadir mi ataque no importa si se mueven a una velocidad incalculable o se teletransportan a el lugar mas recondito del universo.-La jabalina se veía sumamente amenazadora flotando en el aire.

-Las hostilidades no son necesarias Hippet, si ellos precisan de nuestra presencia y no muestran amenaza alguna, no veo por que no debamos acompañarles o tratarles, claro si es que esto no es una perdida de tiempo- Su voz salia de un pequeño Jilguero que se encontraba volando cerca de ellos, su mascota. Le parecía peculiar la postura que tomaban, ademas no dejaría que personas que parecían tener poca experiencia en la vida la terminaran tan rápido esta misma haciendo enojar a la persona equivocada.
-Y ademas, tiene un nombre muy extenso, me da curiosidad saber quien es, ya que yo si quiera tengo nombre propio-
El pequeño Jilguero revoloteaba y se poso en el árbol mas cercano que encontró.
-Dejando mi curiosidad de lado, les recomiendo que sean listos y hagan claras sus intenciones-

Observo y analizo detenidamente al joven frente a ella, seguía calmado y firme aun después de presenciar de primera mano su abrumador poder y un arma que podia aniquilarlo al instante, se había ganado su respeto así que decidió escucharlo silenciosamente, dejo su forma estrella y adquirió la ya conocida por los presentes pero aun seguía expectante a las palabras.

—La Senescal ausente... Si que tiene valor al mandar a estos dos a en su nombre.-Pensó Hippet en una de sus billones de mentes.

Escucho todo lo que el chico tenía que decir y estaba a punto de responder cuando una pequeña ave hizo acto de presencia, parecía que se trataba del recluta Jojo, curiosamente no lo vio venir con su consciencia cósmica.

—La emperatriz no necesita hacer acto de presencia, se ma ha dado el puesto temporal de portavoz del imperio, todo lo que quiera decir Atena sera transmitido a mi y yo decidiré cómo proceder, a menos claro que su majestad la emperatriz decida lo contrario.-Su voz era firme y no daba lugar a discusiones.

—Jojo, eres libre de acompañarme si así lo deseas tomare en cuenta tu opinión hasta cierto punto.

-Me parece bien te acompañare, siempre es bueno llevar cierto tipo de apoyo, aunque sea un asunto diplomático-
Respondió y preparo sus cosas para partir, regreso los documentos y guardo sus anteojos.
-Estoy listo, cuando quieras partir estaré acompañándote-

Hippet fulmino con una mirada mortal al chico, el aire se sentía denso y difícil de respirar, en ese momento la figura de ella parecía crecer varias veces su tamaño dando un aire ominoso a los espectadores, el muchacho le había faltado al respeto en cualquier otra situación lo eliminaría pero la emperatriz le había dado la orden de resolver este conflicto sin derramar más sangre de la necesaria.

—Quiero que escuches bien lo que voy a decir, si la senescal quiere llegar a un tratado o lo que sea que esté tramando no va a tener otra opción que parlamentar conmigo, mi señora no se encuentra en este momento para atender a ninguna persona y me ha dado total autoridad para tratar con este problema.-Los ojos de Hippet habían cambiado a sus característicos rectángulos moraduscos, eran realmente fascinantes para cualquiera que no los hubiera observado con anterioridad.

Ojo:

-Espera, tranquila yo me encargo de esto, no necesitas distraerte con una pequeña riña-
Tomo del hombro a hippet e intento calmarla
-Joven esta cometiendo un grave error, la señorita Sylfer no se encuentra pero estará atenta a las decisiones que tomemos, así que si no es mucha molestia dejemos estos juegos infantiles y artimañas que solo resultaran en la muerte de los suyos antes de lo deseado-
Se postro en medio de los dos intento razonar un poco y hacerle ver que, aunque no tenia intenciones de intimidarlo, las ofensas a sus superiores no eran aceptadas.
-Así que escoge tus próximas palabras sabiamente, créeme estas podrían ser tu ultimas-
Chasqueo los dedos y su saco se trasformo en dos brazos de color rojizo que sostenían anillos con cristales de diferentes colores.