The Dragon's Lair Bar

Con poco tiempo, afuera, las cosas volvían a la normalidad, tanto que al lado de la piedra memorial se llevó a cabo un rápido evento, en el cual se colocó otro monolito imperial, este era para recordar el suceso conocido como Eclipsis, aquel monolito era contrario a la roca memorial.
Mientras nombres de muertos estaban en la piedra negra como la noche, el nuevo monolito era un obelisco de colores vivos, con inscripciones imperiales.
Ambos monolitos yacían en el centro de la ciudad.

Como recordatorio del pasado.
Los trabajadores seguían asistiendo a la taberna, con una ligera disminución, ya que al parecer las obras se trasladaran a lugares que necesitaban ser reconstruidos.

-facepalm- dios nico...no puedes terminar una maldita frase con alguna postura!?

el chico dejo caer su cara resignandose junto al plato de alimento con la mano en su trago

diablos alguien dele un botellazo a este tipo para que se le arregle el boton de neutralidad! DX

ambos gatos maullaron casi suspirando por las cosas que acababan de pasar

Un pequeño alboroto fuera de la taberna, rápidamente un camión grande estaciono, rodeado de soldados.
La parte del techo de la carga, una caja grande, sin nada en particular que la resaltase, se abrió y en cuestión de segundos, alguna especie de avión pequeño salió disparada, una nube blanca se disipo pro el lugar,
Al desvanecerse, el camión se marchaba, los soldados se retiraban y los nuevos transeúntes no sabían que había pasado algo extraño.
 
Por otros lados de la ciudad, varios objetos idénticos salían surcando el cielo.
 

Todo volvió a la normalidad cuando estos desaparecieron en el horizonte.

Ghost se había mantenido en silencio terminando sus alimentos cuando Mark, Nico y Gian siguieron con su conversación y parecían irse de ahí. La pelinegra aprovechó para verlos bien y así saludar a Tegui y a Caroline con una leve sonrisa. Desde su lugar escuchaba lo que hacían los trabajadores de Iris y sólo negó con su cabeza.

Se incorporó y fue a la barra donde dejó una moneda de oro sin reclamar cambio alguno. Cruzó los brazos y con un movimiento de cabeza de despidió de los presentes para salir de la Taberna y caminar por las calles de la ciudad.

Un par de sujetos, entraron al local y se sentaron en una parte alejada de todos, los asientos de alrededor fueron ocupados por trabajadores que pedían comida.
Pero estos sujetos en cuestión solo ordenaron cosas simples, y al ocupar la mesa usaron una Tablet con números e imágenes que aparecían.

Daba la sensación que veían algo en vivo.

-Cuanto cansancio!!-

Una joven iba caminando tranquila hacia el bar, su cabello recogido en una trenza y con ropas azules sencillas la destacaban, observaba el paisaje y suspiraba, ansiosa de visitar el nuevo bar que parece habia comenzado a recibir sus primeros alborotos

-Me pregunto...si serviran sake- Sonrio la chica meintras que iba ansiosa hasta que vio una nube blanca que desaparecio

-Si esa es Slyfer...Nah no me sorprende- Rio para si meintras entraba y se sentaba en la barra

-Un sake porfavor, y si la botella entera-

La chica entro al bar y tranquilamente pidio una bebida, resporo aquel notorio sabor dulzon en el ambiente, realmente estaba relajada en ese lugar

-Una botella de sake porfavor oh! Y una hamburguesa -
La extraña esfera le atendió en seguida, miró a sus alrededores y noto que el joven que estaba en la barra se fue

-Que alguien mas haga tu trabajo no significa que puedes irte, que mal educado-
Mencionó la chica para si misma mientras se llevaba a los labios el 5° vaso de sake.

…Escuchaste?
…¿?
…El imperio ha convocado a elecciones en el sur…


Rumores como esos llegaron al bar, desde una posible guerra, la pérdida de la cordillera del sur. Sin embargo la cantidad de rumores pronto se sofocaron ante la última noticia, el Imperio había terminado de reconstruir la ciudad entera, durante mucho tiempo se habían visto obras, pero por fin las habían terminado.

¿Por qué reconstruir todo? Muchos sectores son barrios o calles fantasmas… no tiene sentido.


Era una frase muy conocida, cierta en muchas partes, gran parte de Maneko City estaba deshabitado, de no ser por las fuerzas laborales ofrecidas por el imperio, casi toda la ciudad sería un desierto.
Con esas razones muchos veían la remodelación de la ciudad como una excentricidad de la emperatriz. Tal vez para mantener el trabajo, quizás algún plan secreto o simple gusto.
Es la emperatriz. Así terminaban siempre los rumores, con un brindis, ya fuese dándole razón al imperio o no… Maneko city ahora le pertenecía a la emperatriz salvo ciertos lugares.
 

---

Con el pasar del tiempo  surgen y desaparecen rumores, proyectos secretos, la reutilización de los dos coliseos para entrenar al ejército, nuevas remodelaciones en los muros exteriores, luces en el retrete gigante, al parecer dentro de poco el imperio incluso remodelaría la torre de Maneko.
 

---

Pero todo eso se sorprende cuando un día aparecen en el bar dos hombres del Imperio, afuera varios transportes inspeccionan los edificios aledaños. Usando un lenguaje común de la vieja Maneko hablan a las esferas, pero sus gestos y movimientos refinados indicaban que eran posteriores a las generaciones viejas.

Sargento 1: Buscamos a los dueños de este lugar, por orden imperial estamos revisando edificios.
Sargento 2: En caso de estar abandonados el Imperio los expropiara para hacer con ellos su beneplácito.
Sargento 1: Obviamente este no es el caso, solo queremos tener un censo. Así que nos gustaría hablar con el dueño.
 

Esa escena se repitió desde el retrete gigante a la piscina de minas o los hoteles.

Sargento 1: Estamos realizando un censo y expropiación.
Sargento 2: Descuide... aunque según nuestra lista este local puede ser expropiado si no hay actividad en 3 meses.

Los oficiales se miran y sonríen.

Sargento 1: Nos haremos de la vista gorda esta vez, pero espero no se repita. Que tengan buen día, volveremos en 3 meses para la siguiente revisión.

Estaba escuchando lo que decían, no sentía justo si hicieran eso, ademas no me agrado la forma en que sonrieron lo había sentido como una burla asi que cerre mi libreta de dibujos y la guarde para evitar sacar algo y sacarles un buen susto

Isaku: ¿Que haces?, no seas cobarde
Tegui: callate por el momento no es conveniente hacer nada

Me acerque a la barra y salude a Azblear, aun que en si no sabia que decirle

Tegui:...¿que tal estas?,

¿Cuanto tiempo habia pasado?

Cruzo por la mente de CUL cuando entro por las puertas de aquella taberna, estaba acompañada por 3 ICSS como seguridad privada.
Tomo la mesa mas cercana y extendió en ella unos planos de la ciudad de Maneko, eran varios y abarcaban desde la torre al exterior de la muralla. 


Tabernero, una bebida por favor.

Tras pedir y sentarse, examino los planos, la ciudad estaba casi abandonada, salvo las partes donde habia completo dominio imperial, 13 sectores de la ciudad eran los únicos que se salvaban de ser fantasmas, con sus dedos siguió unas lineas en los planos, estas indicaban que dentro de poco la ciudad quedaría reconstruida.

El post-eclipsis... Legna o Ghost deben saber como termino o terminara aquello... 

CUL demostraba interés por la ciudad, ahora ella estaba a cargo en lo que regresaba la emperatriz de su visita familiar, por lo cual tenia la labor de terminar las obras imperiales. Seria corto, pues dentro de poco partiría a las fronteras.

La relativa calma de la taberna es interrumpida por un extraño viajero que entraba de forma brusca en la puerta, usaba una gabardina y una capucha cubría su cabeza, pero podían verse mechones de cabello saltados por encima de su rostro, y unos profundos ojos verdes que irradiaban energía en forma nebulosa cuando los mantenía abiertos. No llevaba ningún arma visible

Pasó por la barra y comenzó una pequeña conversación con el tabernero - Oye Tabernero, ¿no sabes que le pasó al sujeto que antes atendía este lugar? - El sujeto que atendía la barra lo miró por u momento y suspiro mientras dejaba un vaso que limpiaba sobre la barra. - El murió hace un tiempo atrás... ¿va a tomar algo o ya se va?

El hombre se había perdido aparentemente en sus recuerdos, mirando de forma distraída las botellas que tenían escoradas detrás de la barra; un momento después reacciona y le contesta al tabernero - Dame una botella de Vodka SpeedCygnus y un vaso. Su petición parece abrumar al tabernero, que posiblemente ni siquiera conociera una bebida con ese nombre, el sujeto suelta una carcajada y vuelve a gesticular - Disculpa, disculpa, si no tienes con un tarro de cerveza me conformo, mientras más fría mejor. ¡Que sean dos! Estoy esperando a alguien.

Mientras el tabernero llenaba los tarros con cerveza, este sujeto se apartó de la barra y se sentó en la mesa más alejada de la taberna. Justo cuando el tabernero le llevaba su pedido, una chica encapuchada entraba también al local. A diferencia del primer sujeto, ella tuvo bastante más delicadeza al entrar, sus ojos dorados buscaron por todo el lugar hasta hallar a aquel hombre sentado en la mesa del fondo en la esquina, él se da cuenta de la chica y le hace una seña para que se acerque, mientras sacaba de su bolsillo una baraja de cartas.



La chica se acerco lentamente a la mesa y se sentó en el lado contrario al sujeto, que ya había repartido una mano de 5 cartas al lugar que había adivinado ella se sentaría - ¡Yakumo! ¡Me alegra que hayas podido venir! - vociferó en un tono alto el hombre mientras dejaba la baraja de cartas sobre la mesa y tomaba su propia mano.

La chica no le contesto hasta cambiar la mano que tenía en ese momento - Yare yare... me has llamado tan de repente a un lugar tan cutre como este... ¿Y bien? ¿Ha que has venido? ¿No se supone que los creadores no pueden intervenir? - le interrogó mientras sus ojos brillosos miraban sus cartas, solo una tercia de aces. El sujeto sin vacilar comenzó a hablar mientras acomodaba su mano - Mi creación ha expresado su deseo de por fin descansar en paz, después de tantos milenios de haberlo tenido levantado, ¿por qué habría de rechazar su petición? Después de todo, Elite fue mi mejor y mi peor creación, y el primero de todos, hasta yo creo que el pobre merece un descanso.

La rubia bajó su mano algo decepcionada, mostrando tres aces y dos sietes, full house, mientras el sujeto bajó su mano mostrando una flor imperial, sus blancos dientes contrastaban con las sombras que la capucha que traía le proporcionaba. Ella continuó hablando - Ara, so... ¿entonces viniste solo a matarlo y ya? Es mi padre también, ¿sabes? - reprochó la chica.

El sujeto, a falta de empatia, se rió a carcajadas en la cara de la chica, que sonrío de manera espeluznante - Es cierto, no es que me importen él o la muerte de mi madre... pero en serio... ¿solo lo matarás y ya? El sujeto solo sonrío mientras recogía las cartas y se las daba a ella para que revolviera y cortara el mazo nuevamente - Mas que matarlo, pienso hacerlo desaparecer de la existencia, mi pobre pobre creación... aunque también podría mandarlo simplemente a dormir para siempre, y que se quede con su amada Yuuka en el palacio del sueño eterno... - el hombre se cortó, borrando la sonrisa que tenía hace un momento, reemplazándola por una mueca de desagrado mientras tronaba sus dedos de forma nerviosa - Pero por culpa de Atena y su grupo, y de esa tal Quod no puedo eliminarlo todavía... tendré que esperar al desenlace de esta historia y verificar si mi pobre creación aún está falto de deseos de vivir... si es así, cumpliré su deseo del descanso eterno.

La chica volvió a repartir, ahora que la conversación había terminado, continuaron jugando mientras tomaban sus cervezas; un tiro más, la chica Yakumo sacó una escalera de color, sin embargo, el sujeto al mostrar su mano otra vez tenía una flor imperial de diferente color al que había sacado antes. Tramposo...

CUL habia estado pidiendo bebidas y pagando las como siempre.
Incluso los ICSS aun tenían las tarjetas de membrecia y contrario al pasado, ya eran predominantes las monedas imperiales en circulación.


Pero cuando entraron los extranjeros fueron inmediatamente reconocidos por la pelirroja. Por su experiencia, antes incluso de pensar habia activado su escudo personal, pues nada bueno salia si uno de los manekianos superiores se enojaba.
En serio??? Debo avisarle a SeeU y a Neko...
Discretamente de su intercomunicador lanzo la señal para proceder a retirarse. Aunque los 3 ICSS se quedaron, si algo pasaba ellos bastarían para acabarlos, aunque esperaba que nada pasara.

mmm..... Si ellos están aquí entonces debo alejarme... 

Mientras se retiraba observo a lo lejos la piedra memorial, paso a presentar sus respetos para irse al Sur-oeste, si llegaba a cualquiera de las dos centrales, pasar por las murallas la llevaría a su próximo destino. Ademas la reconstrucción de la ciudad casi estaba terminada. 


El desierto de Darashia... pasando las costas de Frost y las tierras de nadie...
Bien, es hora de ver como acabara ese conflicto.

Su figura se perdió entre las calles vacías, por su dirección cualquier manekiano podía saber que se dirigía a la gran central del norte.

Ambos siguieron jugando mientras esa mujer se ponía nerviosa y salía del lugar, la chica que había sido nombrada como Yakumo la observó de reojo mientras salía de la taberna, mientras que el hombre estaba revisando una clase de pantalla táctil que flotaba a su alrededor, apoyó la cabeza sobre su mano y su codo sobre la mesa mientras veía con aburrimiento lo que leía en la pantalla.

Tres ICSS suficientes para detenernos si nos "salimos de control", esa mujer es arrogante dentro y fuera... será mejor que la ignore de ahora en adelante. Con un movimiento de muñeca desapareció la pantalla y prestó atención a la mano de cartas que tenía actualmente. La chica sonrió al ver su mano y la bajó de inmediato. Four of a kind de aces, quiero ver tu flor imperial ahora. El sujeto sonrío y mostró su mano nuevamente, ahora tenía una escalera de color.

Eres un maldito tramposo! - exclamó la Yakumo mientras tomaba con enojo su tarro y bebía el líquido "muerto" en su interior de un trago. Para cuando ella bajo el tarro, el sujeto de la capucha ya había recogido las cartas y no se encontraban sobre la mesa. - Bueno, bueno, no te enojes conmigo, solo estaba probando si... olvídalo. El hombre mira desinteresado los alrededores de la taberna, aunque de cierto modo se encontraba limpia, ya requería una "manita de gato" pronto.

Ara ara~ Si ya no vas a jugar dime, ¿a quién esperamos? - La chica clava sus dorados orbes en el sujeto que sonreía, probablemente esperando la pregunta. Este vuelve a abrir la pantalla en la que estaba leyendo un texto hace un momento, pero ahora invoca también un teclado en el que escribe unas lineas de un idioma posiblemente indescifrable para su acompañante; una vez presiona el último teclado, una bolsa llena de monedas imperiales aparece en la mesa. - Estoy esperando a mis dos asistentes, están trayendo a la última de las piezas, nos iremos apenas llegan... oh, ahí están! - El sujeto se levanta de repente.

En la entrada de la taberna, dos chicas entraban con una tercera más, quiénes desaparecen misteriosamente apenas la tercera persona pisó el establecimiento, junto al sujeto y a la Yakumo del local, dejando las monedas como pago de las cervezas.

Los 3 ICSS una vez solitario simplemente actuaron, de manera monótona tal como se esperaría de una maquina se movían, salvo que sus movimientos eran silenciosos, calculado y sin desperdicio.

Bien podrían haber pasado por hombres fornidos de andar elegante, de no ser por su rostro, aquella no era una máscara, donde debía estar su cara existía una estrella de tres picos alargada.

Se pusieron como guardias en los puntos más importantes de la taberna, incluso se camuflaban con los meseros robóticos que atendían el lugar, un adorno más, sus órdenes un secreto, pero una cosa era clara, cumplirían su misión.

Todos los que entraban sabían su historia, cada hombre, mujer, niño y demás habían crecido o visto las famosas guerras manekianas, los ICSS eran un símbolo, del imperio, pero sobre todo de casi invencibilidad.


Cuidando ahora el lugar, con el símbolo imperial en sus rodelas hacían juego con las calles, incluso con las monedas.

Como una forastera que no ha pisado tierra en mucho tiempo, una joven de cabellos negros y ojos café profundos entró a la Taberna mientras sostenía su dije en forma de corazón y en su mente cruzaba la idea de que no estaría mal que "aquello" regresara, pero sabía que no sería posible si no hablaba con Legna y Criss, pues con el primero apenas podía entablar una conversación y de la segunda persona solo ha sabido por voces lejanas. A lo mejor algún día podría hacer que ese edificio volviese a su hogar.

Sin decir mucho se acercó a uno de los ICSS y sonrió con un gesto cansado. Aún no se acostumbraba a los viajes planares y prefería quedarse en Opalo más que nada porque desde ahí resguardaba el Libro de los Rostros y a Maneko City; sin embargo, su presencia física fue llamada después de ciertas insistencias.

-¿Hola?-preguntó a los soldados aunque sabía que no era necesario-¿Podrían avisar que he llegado? Gracias.

Se acercó a la barra y pidió una bebida sin alcohol mientras hacía tiempo. Sacó de su capa/gabardina un reloj común para ver la hora y colocó frente a ella un par de monedas para pagar. Dio la vuelta y se quedó viendo un poco antes de continuar.

-No hace falta.
Frente a la chica que recién aparecía, las sombras del lugar se condensaron en una sola figura solida, simplemente era yo, Sophitia.
-Ghostly, cuantos eones sin verte, escuche que estabas en opalo, solo que esa chica no me dejo visitarte.
Con una reverencia sencilla se presento la que ostentaba el titulo de generala.
-Creo que la etiqueta es algo así.
-Bienvenida, soy la generala del Oeste Sofia, asesina del imperio.... la la la. Me aburre. Vamos al grano ¿A qué viniste? Recuerdo que no querias aparecer, o han dado nuevas ordenes o no se que pasa y eso ultimo es raro.
Mirando a todos lados sugirió pues aquel no era el mejor lugar para platicar.
-Yo pago tu bebida pero cuando acabes nos vamos, ir sola... brrr no quiero pensar que hara saku cuando se entere -se detuvo y miro con duda a ghost. ¿Ella sabe que estas aquí? ¿Cierto?
-Como sea.

Los ICSS que hasta entonces habían estado impávidos cual estatuas se movieron ante las dos presencias, doblaron sus rodillas hasta quedar postrados y tras aquella exagerada reverencia se alzaron informando.

Las escoltaremos, otros ICSS tomaran nuestra guardia.

No tardo mucho en que se cumplieran sus palabras, 3 ICSS, todos idénticos tomaron el lugar de los actuales dejando así a Ghost y a Sofia con 3 ICSS como escoltas.

Se ha dado aviso a todos los niveles del Imperio de su llegada Ghostyaya. Debemos informarle que estamos en DEFCON 3, todo el imperio esta en alerta.
Así que por ordenes, no podemos dejarlas ir solas. 


Aunque no parecían tener voluntad, momentos como aquel parecían bastante conscientes y en verdad pedir disculpas por escoltar a Manekianos.

Ghost sonrió al reconocer a Sofía y se levantó para recibirla. En su momento era de las pocas, o la única, que podía "soportarla" no por compromiso, sino porque de verdad quería llevarse bien con ella y logró ver algo más que una actitud que lamentablemente sus conocidos se les complicó descifrar. Sin embargo, no por nada ella sabía bastantes secretos de ambas ciudades Manekianas.

-Por mi parte eres bienvenida a Ópalo, y no te preocupes, hablaré con "él" para decirle que te deje entrar... si dejarán que un humano de mi mundo venga en unos días puede que exista la posibilidad de que igual a ti-le dedicó una mirada un tanto protectora y suspiró un poco cuando se le cuestionó de su llegada-. Había recibido desde hace tiempo peticiones de ya sabes quienes para venir acá, y sí, no quería venir, pero más bien por motivos personales y uno que otro conflicto que surgió; pero ahora que surgió la oportunidad mejor aprovecharla.

Los ICSS se acercaron y aunque se trataban de máquinas, la joven de cabellos negros les dedicó un saludo breve y su bebida llegó. No tardó mucho para darle el primer sorbo y relamerse los labios para saborear lo que quedase del líquido y así no perderse nada de su preparación. Nunca le gustó beber alcohol, por lo que ya era costumbre que pidiese en la Taberna ciertas alternativas que no debían sorprender a nadie.

-No pasará nada si Sakura se entera... bueno...-se quedó pensando un poco mirando su brebaje-... ha cambiado bastante con lo ocurrido en Diciembre... en fin, nada que unas palmaditas en la cabeza que la calmen.

A pesar de todo, Ghost seguía tratando a Sakura como si se tratase de su congénere y no alguien con un cargo ostentoso. Si era necesario, la regañaría si tomaba alguna decisión pasándole por alto sus poderes. Al fin y al cabo, era su amiga.

-Puedo defenderme si voy sola, pero seguiré el protocolo... y Sofía, ya pagué la bebida, no te preocupes-terminó de ingerir su bebida y dejó sobre la barra el vaso vacío. Se concentró un poco mirando hacía un punto sin atención y luego, sonrió para denotar que tenía sus dientes limpios como si fueran recién lavados-. Vamos, mejor me guían porque hace tiempo que no vengo.


----

Buu:

-Bien, no me gusta tener escoltas, solo por que son ustedes chicos.
No sin cierto recelo examino a los icss, si es verdad lo que decían de ellos, esos viejos modelos aun eran peligrosos.
-Yaya, escuche que tu estas entre las únicas 3 peleas que han perdido esos sujetos -señalo a los escoltas mientras salían. Gian fue el segundo y tienes enfrente a la tercera...
-Ademas de guiarte tengo otra pregunta. ¿Es cierto que por fin sabremos el final de posteclipsis?
Señala el monolito imperial en la calle central, hecho de un extraño material, sus caras revelaban tallados de lo ocurrido, mas no estaba completo.
-Si algo así ocurre avizame para estar atenta.
-Bien, bien, ahora dime... ¿A donde te llevo?