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Crónicas de Remnant

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Crónicas de Remnant     Empty Crónicas de Remnant

Mensaje por Nightmare Sáb Feb 23, 2019 11:29 pm

Desde la ventana de la oficina se podía ver el cielo con las nubes que auguraban un fuerte aguacero asomándose sobre las montañas a la distancia, el director de la academia Beacon, un hombre de apariencia particularmente joven para alguien de su cargo observaba el cielo tranquilamente mientras tomaba su café mañanero. El director se levantó especialmente temprano ese día para poder tener un momento de calma, este sería un día muy ajetreado, como todos los años, la semana inicial de clases en la academia de cazadores era una época caótica, habría que elegir a los nuevos estudiantes, los que volvieran a clase después de las vacaciones, los salones habían sido limpiados, las arenas de entrenamiento habían recibido su mantenimiento, la enfermería y la cocina habían recibido reposicionamiento de medicinas y comida respectivamente, todo ya estaba listo para recibir el nuevo año académico.

Faltaba media hora para que los dirigibles cargados de estudiantes llegara, el director le dio vuelta a su silla para mirar a su escritorio y recoger una carpeta con la larga lista de aspirantes de este año, cerca de 3600, un récord para Beacon, el académico se levantó y salió de su oficina para entrar al lobby del ultimo piso del edificio y fue recibido por un hombre de avanzada edad con un traje de conserje -director Dominique- lo recibió el hombre mayor -jefe de conserjería Brando- respondió el mas joven, tras lo cual los dos se encaminaron al ascensor, tras lo cual el director apretó el botón del primer piso.

Todo listo para hoy?- pregunto el director Dominique -todo limpio y arreglado para recibir a los chicos- dijo el anciano con una nota de orgullo en su voz -este año van a ser muchos, mas del doble que el año pasado- dijo el conserje rascándose la barbilla pensativo -el numero mas grande de aspirantes en la historia de la academia, mil mas que nuestro previo “mejor” año-  respondió el director -y ni la quinta parte de todos estos chicos lograra ingresar- dijo el viejo riendo entre dientes, a lo cual el director respondió con una mirada de reproche -como si fuera a dejar que entre “carne de cañón” en mi academia- afirmo con tono severo -sí, si…- dijo con un suspiro el viejo –“no tenemos ni el tiempo ni los recursos para entrenar futuros fracasados”- agrego el viejo conserje con un toque de ironía en su voz, a lo que el joven director respondió soltando una risotada.

Ya llegados a su piso, ambos bajaron del ascensor, el director se inclino para señalarle de forma muy cortes al conserje que salga primero, gesto que el hombre maduro agradece mientras atraviesa la puerta del elevador, una ves el anciano estaba ya unos paso fuera, el académico avanzo con paso veloz para ponerse al lado del jefe de conserjería, y desacelero inmediatamente a alcanzarlo -como bien sabes, si estos chicos tienen ganas de morir, el ejercito de Atlas siempre recluta ingenuos- dijo el director a lo que el conserje respondió con una abundante carcajada -dios! Si tu espada fuera la mitad afiliada como tu lengua le hubieses quitado el trabajo a todos los cazadores del mundo hace décadas- el director dibujo una sonrisa picara en su rostro -es lo que siempre digo y nadie me hace caso viejo amigo.

Los dos hombres siguieron caminando, el director revisaba la lista de nombres en sus manos mientras que el conserje en jefe lo ponía al día de los últimos detalles, a su alrededor varios trabajadores continuaban arreglando los últimos retoques, de pronto una bella mujer de cabello negro recogido detrás de su cabeza con un moño, vistiendo un traje de secretaria se acerco a los dos hombres -director Dominique conserje en jefe Brando, buenos días- saludo cordialmente -no tienes que ser tan formal conmigo muchacha, llámame Marlon- dijo el conserje sonriéndole -que tiene para mi señorita Zelle?- pregunto el director -lo usual, reportes de gastos, quejas del gobierno con las practicas educativas, cartas de activistas que piden mas que exista mas diversidad en los cazadores y cartas de padres enojados por los rumores de que aceptaremos un lobo en nuestros salones.

El director cerro la carpeta y se llevo las manos a la cara mientras soltaba un largo quejido seguido por lo que sonaba como un llanto falso -¿porque todo el mundo me dice como tengo que hacer mi trabajo?- dijo dejando caer sus manos hasta que solo sus dedos tocaran su barbilla, para luego empezar a masajearse las sienes -para empezar no somos una escuela de cocina, entrenamos guerreros para luchar con demonios hechos de odio y tinieblas, es obvio que tenemos que ser duros con los chicos.

Margaretha querida, recuérdame cuantos chicos fueron a la enfermería en el transcurso del año pasado- dijo el viejo Marlon con tono burlón -108, y eso sin contaron que mas de la mitad de ellos tuvieron visitas múltiples- respondió la secretaria con tono mas serio -tampoco es nuestra culpa sin casi ningún fauno aprobó el ingreso en los últimos tres años de los 7 que lleva aprobado su ingreso a las academias de cazadores y de combates- dijo el director cambiando de tema -muchas academias de combate aun no los aceptan dentro de sus instituciones aun hoy- dijo el conserje con un tono de melancolía -y los peleadores callejeros han ido en declive de calidad en las últimas décadas, antes solían componer las fuerzas mas formidables de los ejércitos del mundo- se quejo el director -¿por eso es que decidió reclutar de los lobos?- pregunto la secretaria -el 50% de la población de los lobos ya son cazadores en todo menos en nombre, sería estúpido no pedirles ayuda en reponer nuestras filas, pero claro, los racistas con dinero se van a quejar- -los ilustres padres de buena familia- interrumpió el conserje con un tono de sarcasmo -ellos mismos, no te sorprendas por un momento que la mitad de los chicos que vienen al ingreso de este año son de familias que tienen dinero y quieren el prestigio tener hijos con el estatus de “heroicos cazadores”- dijo el director con un tono exasperado mientras se dirigía a una azota y dejar caer sus brazos sobre la baranda mientras fijaba su mirada en el horizonte, en la dirección desde la cual vendrían los dirigibles transportando a los que serían los futuros cazadores -este año pinta para ser interesante- agrego el director con una leve sonrisa.

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Desde las enormes barcazas voladoras las desperdigadas aldeas en medio de todo ese territorio salvaje parecían pequeños puntos en un océano de verde y holas de roca con punta nevada que sobresalían de este. Los ojos ámbar de la chica gato admiraban el paisaje con una sonrisa en su rostro, nunca en su vida había experimentado algo tan bello, el cielo se extendían de forma infinita, y la larga cabellera negra de la chica ondeaba al poco viento que entraba por las ventanas casi cerradas, su cola negra se movía de un lado al otro con de forma lenta disfrutando de unas minúsculas gotitas de agua que aquella brisa cargaba -hola- dijo una voz femenina detrás de la muchacha, sus orejas felinas se sacudieron dos veces mientras la chica se dispuso a darse la vuelta para encontrarse con una chica de piel morena y cabello oscuro como el suyo, pero corto, la chica de unos diez centímetros de estatura menos que ella la miraba con ojos azules totalmente desprovistos de malicia y una amable sonrisa -mi nombre es Kokoa Liquor, ¿Tu cómo te llamas?- le dijo sonriendo mientras ladeaba la cabeza y serraba sus ojos -Xia Mao Lay- respondió la chica gato devolviendo la sonrisa -disculpa si te sorprendí- dijo la morena mientras desviaba la mirada al paisaje -te vi toda sola y pensé en entablar conversación- Xia negó con la cabeza y dijo -está bien- respondió con tono gentil -no conocía a nadie sobre el dirigible, por eso me mantuve sola durante todo el viaje- agrego -no te conviene conversar con los estudiantes avanzados de la academia- dijo Kokoa volteándose a ver de nuevo a Xia con una sonrisa nerviosa -también escuche las historias de terror sobre el examen de ingreso- respondió la chica gato con una risilla -todas siempre revuelven en mutilaciones, destripamientos y quemaduras de tercer grado, aunque existen la misma cantidad de historias desmintiendo a las primeras- dijo la fauno con un tono que parecía el de una madre queriendo tranquilizar a su hija mientras empezaba a caminar por el pasillo -espero que sean ciertas las ultimas- dijo Kokoa aun un poco nerviosa mientras la seguía.

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El navío estaba lleno de jóvenes alrededor de 16 o 17 años, todos iban vistiendo una muy gran variedad de armaduras y través de combate distintos, de todas las formas y colores, acompañados de una variedad de armas igual de grande, la gran mayoría de ellos se veían nerviosos, algunos lo demostraban mas que otros, y algunos todavía intentaban mostrarse como duros, pero entre toda esa gente destacaba un muchacho de color café que se encontraba sentado en un rincón en la proa del dirigible, la capucha de su túnica cubría la expresión en su rostro ante cualquiera que no se fijara a verle la cara directamente, pero su sonrisa confiada era suficiente como para darse cuenta que estaba totalmente confiado en su éxito en el examen por venir, este observaba a los demás jóvenes del lugar, era fácil distinguir a los que eran aspirantes a los estudiantes que ya habían ingresado, estos últimos estaban mucho mas relajados, algunos contaban historias aterradoras para estresar mas a los novatos y reírse un poco a sus costillas, mientras otros intentaban hacer lo opuesto queriendo ayudar a sus posibles nuevos compañeros.

Entre todos los chicos se podían notar varios faunos, la mayoría se mantenían reservados, algunos que ya eran estudiantes solo se relacionaban con un grupo pequeño, otros faunos, o alguno que otro estudiante humano.

De pronto el muchacho vio como un par de chicas llegaban al lugar, una era una chica gato de cabello oscuro y largo, la que la acompañaba era una muchacha un poco mas bajita que su amiga de piel parecida a la del chico, las dos parecían estar disfrutando de una relajante conversación.

El viaje seguía sin retrasos, el clima era propicio y el viento estaba a favor, habían pasado cerca de quince minutos desde que Kokoa y Xia se habían conocido cuando un comunicado del capitán de dirigible se escucho por toda la nave.

“señores pasajeros, les habla el capitán del vuelo 787 de la empresa el peregrino de Vale informándoles que dentro de 30 minutos llegaremos a destino, aterrizaríamos en las cercanías de la academia Beacon a las 9:40 AM, en nombre de toda la tripulación esperamos que hayan tenido un viaje placentero y agradecemos su preferencia.”
El origen de las academias:
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Mensaje por Dragon2GR Dom Feb 24, 2019 12:57 am

Fuck yeah!

Bueno, ya comienza esto, de momento debo decir que me agrada la actitud de un director jovial y sus asistentes, aunque es poco lo que se ve de ellos. Y YEEESSS aparece Kokoa para mi ya es ganancia y ya conocio a Xia. YEEESSS x2, Yaya y yo hemos tenido algunas muy pequeñitas mafufadas con ellas dos xD

Espero ver como se presentan los demas personajes Very Happy
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Mensaje por Nightmare Lun Feb 25, 2019 7:46 pm

Ya eran como las diez y cuarto de la mañana, el segundo dirigible había aterrizado ya y se preparaba para abrir las compuertas y permitir el desembarque de los pasajeros, el fresco de la mañana había desaparecido hace unas horas y dejo espacio para el agradable clima templado de la región, Xia y Kokoa paseaban tranquilamente por el campus tratando de familiarizarse con las instalaciones, una encargada les había informado que a las tres PM el director daría un discurso a los aspirantes en el salón principal al bajar del dirigible.

¿Como crees que serán nuestros profesores?– pregunto Kokoa con tono inocente.

Por los rumores que escuche, todos ellos son cazadores retirados o aun activos, pero que decidieron tomar el peso de entrenar a la nueva generación sobre sus hombros- respondió Xia de forma calmada mientras observaba las plantas en los jardines exteriores, este lugar era hermoso, los jardines eran un arcoíris de todos los colores de flores y plantas exóticas, la chica gato no podía ocultar su entusiasmo a estar en aquel lugar.

Veo que te gustan la plantas- dijo Kokoa mientras se inclinaba con las manos tras de su espalda y sonriendo de forma picara.

Xia se sonrojo un poco y se detuvo para cruzar sus piernas y su cola se enrollo en su muslo izquierdo -b-bueno… no es que sea una fanática de las plantas, es solo que me gusta como se ve este lugar.

La morocha se irguió de nuevo mientras miraba a su alrededor -uno de los alumnos de tercer año con los que hable me dijo que el director es un entusiasta de la jardinería, y suele pasearse mucho por los jardines de la academia cuando no está ocupado.

A Xia se le abrieron los ojos del todo y salió de su momentáneo estupor cuando escucho que mencionar al director -¿Qué más escuchaste sobre él? Aparte de que se llama Dominique Mudsen, no se nada sobre aquel hombre.

Kokoa se llevó el dedo índice a la barbilla y miro al cielo de forma pensativa -mmm… lo que escuche de el es un poco extraño, dicen que es muy estricto como enseñante, pero que enseña cosas muy útiles, y que suele involucrarse personalmente en varias clases, aunque todos los estudiantes afirman que siempre les da un escalofrió cuando esto pasa- dijo la chica con una sonrisa nerviosa.

Las dos se quedaron mirando la una a la otra en silencio por unos instantes, para luego explotar en carcajadas y seguir caminando hasta pasar por una rotonda peatonal en el centro de la cual se encontraba un bellísimo árbol de madera oscura y hojas doradas de camino al edificio principal.

Las dos chicas se quedaron viendo el extraño árbol de forma anonadada por unos instantes, cerca de las raíces estaba un cartel diciendo el nombre de árbol, la especie se llamaba “limina custos” que se traducía a alguna lengua muerte como guardián del umbral, el cartel también daba algunas informaciones sobre la especie, como de que solo existían cuatro ejemplares adultos en todo el mundo todos en territorio de las academias de cazadores, y se dice que fueron plantados por el “sabio” cuando se fundaron las cuatro academias, puestos para señalizar el terreno en el que se plantaron como tierra consagrada, había rumores de que los arboles eran capaces de alejar a los grims.

Las dos chicas siguieron su camino hasta alcanzar el edificio principal de la academia, para encontrarse con una escena bastante desagradable.

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El joven encapuchado caminaba por el interior del edificio estudiando la arquitectura del lugar, el interior de la academia era bastante ostero, con paredes escuetamente decoradas, el edificio estaba diseñado para maximizar la funcionalidad sin dejar de lado la estética, con pasillos largos y amplios, iluminados por grades ventanales, para facilitar la circulación de gente, lo cual el muchacho agradecía, puesto que, en ese momento, esos pasillos estaban llenos.

El chico se volvió a encaminar a la entrada principal de la academia mientras observaba unas flores del jardín a su zurda cuando alguien que caminaba a un paso mucho más rápido que el choco de hombros con él, provocándole dar una vuelta de ciento ochenta grados mientras escuchaba al sujeto decir con tono brusco -¡mira por donde caminas enano!

El chico se tuvo que quitar la capucha por el golpe y dijo con tono molesto -hay suficiente espacio para que me esquives.

El moreno se arrepintió inmediatamente de decir eso cuando vio quien se chocó con él, el maldito era dos cabezas mas alto que el, peor aun era un fauno, peor aún, cuando este se dio vuelta y le devolvió la mirada con una mueca que dejaba ver sus caninos pronunciando, y viendo el resto de sus rasgos animales, era obvio que se trataba de un lobo, y peor aún… si los rumores que había escuchado eran ciertos, los tatuajes que parecían relámpagos en sus brazos daba a entender que este pendenciero era lo que en su cultura se consideraría un guerrero formando y experimentado.

El guerrero lobo se acerco a el con los puños cerrados, el moreno alcanzo discretamente debajo de su túnica por su hoja y se mantuvo firme, sin desviar la mirada cuando el fauno se detuvo a centímetros de él, ambos parecían listos para desenfadar en cualquier momento.

¿Por qué debería desviarme de mi camino por la comodidad de alguien que ni conozco?- pregunto con tono altanero el lobo mientras miraba a los ojos al humano frente a él.

Cortesía común, ¿que tu madre nunca te enseño nada?- respondió con una sonrisa confiada el moreno.

Por un instante parecía que el chico lobo intentaría desgarrarle la yugular con los dientes, cuando de pronto, otro chico de la misma estatura del fauno se puso entre los dos, era un rubio, vestido como un un abrigo grueso de montaña azul y del doble de grueso que el lobo, se interpuso entre los dos litigantes poniendo una mano en el pecho de cada uno.

No comiencen una pelea ahora, por favor- dijo el güero con tono calmo pero firme, dedicándole una mirada igual de firme a ambos.

El moreno tomo un paso atrás levantando sus manos abiertas y encogiéndose de hombros, el lobo por su parte relajo sus hombros, y tras un bufido se dio la vuelta y siguió por su camino.
Al ver esto el moreno soltó un suspiro de alivio y puso su mano sobre el hombro del rubio que aun observaba al lobo marcharse -lamento que tuvieras que intervenir, eso se salió de control más rápido de lo que creí, mi nombre es Kibuka Oden, ¿Cómo te llamas tu?

Soy Daven Melk- respondió el rubio dándose la vuelta a mirar de nuevo a Kibuka, ahora con una expresión mas calmada -esta bien, gente idiota aparece donde sea.

Por desgracia tienes razón- dijo Xia acercándose al par de chicos -gente así les da mala fama a los faunos- agrego la chica con un tono de decepción mientras Kokoa se acercaba al grupo por detrás de la chica gato quien saludaría al otro par con un gesto de con los dedos índice y medio de su mano derecha extendidos -hola, soy Xia Mao Lay.

Y yo Kokoa Liquor- dijo la morena saludando alegremente con su mano.

Un gusto, yo soy Kibuka Oden, y mi recién conocido amigo aquí es Daven Melk- decía respondiendo a la cortesía de las chicas mientras señalaba al rubio a si izquierda, quien se limitaba a devolver el saludo con un tímido movimiento de su mano y un igual de tímido “hola”.

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El lobo mantenía su paso rápido mientras se alejaba de aquella incomoda escena, estar lejos de su tribu lo dejo de peor humor de lo que pensaba, además de que no estaba acostumbrado a las masas, toda esa gente que no conocía lo ponía nervioso, de pronto, escucho una voz femenina a su derecha decir en tono irritado -¡oye!- el fauno la ignoro inicialmente y intento seguir con su camino pero luego la misma voz dijo -te estoy hablando a ti “gran lobo malo”- a lo que el joven fauno se detuvo para soltar un leve suspiro de resignación, tronar el cuello y darse la vuelta para encarar a quien quiera que lo estaba molestando ahora.

Cuando finalmente vio a la chica que lo estaba llamando, le sorprendió ver sus ojos cafés que lo miraban de forma reprocharía y la larga cabellera roja que se extendía hasta su cintura, por el traje de combate que llevaba se notaba que era una usuaria de armas de alta tecnología, con dinero para costarlo -no deberías tratar así a los que te rodean si realmente quieres que te respeten- dijo la chica señalándolo con el dedo.

El chico puso los ojos en blanco y tras otro suspiro se dio la vuelta y se dispuso a marcharse mientras decía -no me vengas a querer darme clases de etiqueta princesita.

¿princesita?- pregunto la pelirroja sorprendida, y ligeramente ofendida ante el comentario, para luego seguir al chico lobo -¡espera!- exclamo, pero el joven no le hizo caso y siguió caminando, la chica lo alcanzo y se puso a caminar a su lado -mínimo vuelve para disculparte.

¿para qué?- pregunto el joven de forma despectiva mientras miraba en un panel con el mapa del edificio -si el ingreso es la mitad de duro de lo que se rumorea puede que ni me vuelva a encontrar con esos dos, ni contigo- agrego en tono burlón, tras lo cual empezó a moverse de nuevo, esta vez encaminándose hacia la zona oeste del edificio.      

La pelirroja miro el mapa de reojo y sonrió levemente al ver que en la zona oeste se encontraba la cantina, para luego ir detrás del lobo de nuevo -¿tienes hambre?- pregunto ya caminando de nuevo a su lado -¿es por eso que el gran lobo malo esta de mal humor?- agrego.

El chico no le respondió, solo soltó otro gruñido y siguió su camino -ya veo que no eres alguien muy parlanchín- dijo la chica un poco desilusionada -mi nombre es Ishtar, ¿Cuál es el tuyo?- dijo con un tono más animado.

El lobo la miro un rato de reojo y respondió de forma seca -Vali.

Vali, he?- respondió la pelirroja -se lo bastante de la cultura de tu gente para entender que los tatuajes en tus brazos son de un guerrero ya formado- dijo mientras miraba al techo -¿Por qué quieres ser tu un cazador?

El lobo no respondió y solo acelero el paso intentando dejar atrás a Ishtar de camino a la cantina, a lo que la pelirroja reacciono rápidamente incrementando su velocidad también -¿crees que me puedes dejar atrás así nomás?- pregunto irritada, pero Vali lo le hizo caso y siguió caminando.

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Ya eran cerca de las trece treinta el grupo de Xia y Kibuka acordó ir a la cantina para comer algo, la mayoría de ellos había desayunado cerca de las siete de la mañana y de forma bastante austera, los apetitos se volvían lentamente insoportables.

La cantina de la academia Beacon era un lugar enorme, abarcaba un espacio el doble de largo que una cancha de deportes reglamentaria y era lo mismo de ancho que una cancha, Daven y Xia se apuraron a ver que había en el menú, un enorme cartel sobre las puertas de la cocina tenía escrito “el menú del día es pata y pechuga de pollo acompañada de ensalada de papas y fruta de estación, la casa invita”.

El grupo entero celebro lo último y se dejó servir su porción correspondiente de los encargados del lugar después de esperar en la larga fila un rato, por desgracia, no encontraron tanta suerte a donde sentarse, el lugar estaba repleto, las largas mesas, que se extendían por toda la sala, estaban todas ocupadas, de pronto Kokoa diviso a una pelirroja haciéndole señas que con ella había lugar, la morena le avisa sus compañeros y estos van rápidamente con ella.

Para disgusto de todo el grupo, se dieron cuenta llegando con la chica que el bravucón de antes estaba sentada a su lado, aun así, no tenían otro lugar a donde ir, así que se tuvieron que conformar.

Kibuka, Kokoa y Xia, se sentaron al frente del par, con Kokoa al centro y Xia a su izquierda, la pelirroja estaba en frente de la misma, y frente a la morena estaba el lobo, el único que se quiso sentar a su lado fue Daven, que tuvo que pasar rápidamente por encima de la mesa.

La pelirroja saludo al grupo -hihi, soy Ishtar- dijo con una sonrisa -mi gruñón amigo, que totalmente se quiere disculpar con ustedes por la mala impresión de antes es Vali- dijo señalando al chico lobo a su derecha que se disponía a desmenuzar el pollo en su bandeja con un enorme cuchillo de combate y comer las piezas individuales con los dedos.

Los cubiertos que nos dan funcionan- le dice Kibuka un poco perturbado al verlo comer a lo que el chico lobo responde mientras le señala el cuchillo -esto funciona mejor.

Ooookaaay…- dijo Kibuka levantando las manos y encogiéndose de hombros mientras desviaba la mirada, a lo que Kokoa dejo los ojos en blanco al ver eso y se presentó cordialmente a Isthar.

Yo soy Kokoa y mis amigos son Kibuka, Daven y Xi…- dijo señalando a cada uno, pero cuando llego a Xia se dio cuenta que está ya había dejado su porción de pollo en los puros huesos y iba a por la mitad de la ensalada de papas.

Todos la miraron atónitos por unos instantes -¿Qué?- pregunto ella aun con papas en la boca, a lo que Vali se limpio las manos con una servilleta de papel, se levanto calmadamente y fue a por un baso de agua a una de las fuentes cercanas, que luego puso en frente de la bandeja de la chica gato comentando -trata de no atragantarte.

Todos se quedaron mas atónitos ante este gesto de amabilidad y preocupación de parte del “bravucón” quien se disponía a comer de nuevo cuando noto las miradas fijas del grupo sobre el y pregunto confundido -¿Qué?

**********************************************************************

Eran las tres menos cuarto de la tarde, el salón principal de eventos se había llenado de aspirantes, no había sillas en el lugar, así que todos estaban parados, Xia y su grupo estaban en el medio de toda esa gente, Vali se mostraba un poco incomodo de su posición y de ves en cuando refunfuñaba para si mismo en voz baja -ojalá termine rápido- afortunadamente para Vali, el director no tardo demasiado en aparecer y todos se quedaron bastante sorprendido al verlo.

Era un hombre joven, no más de veinticinco años, de buena estatura, piel marrón y cabello corto oscuro, vestía con un traje de color verde oscuro y una corbata azul marino, caminaba con un porte elegante y seguro y en su rostro se notaba una sonrisa confiada, tenia una vibra de carisma y misterio rodeándolo, se paró detrás del micrófono, lo golpeo con el dedo índice un par de veces para ver si funcionaba y carraspeo un poco para aclarar su garganta, entonces hablo con un tono tranquilo sin romper su sonrisa.

“damas y caballeros, bienvenidos a la academia Beacon yo soy el director de la academia Dominique Mudsen.

Como bien saben estamos aquí para entrenar a la futura generación de cazadores, la suya es una tarea de vital importancia para la sociedad, visto que los grims son una amenaza constante a la civilización, como bien sabrán no todos los que están en este salón serán admitidos en la academia, por mejores que sean las recomendaciones que los trajeran aquí.

Mañana a primera hora se les hará a todos un examen de ingreso, donde sus cualidades físicas y mentales serán puestas a prueba, les aseguro, que cualquiera sea lo que escucharon del examen de ingreso, ninguno de ustedes correrá riesgo mortal durante la duración del mismo, a si mismo tenemos una instalación medica perfectamente capacitada para tratar cualquier herida que reciban durante el mismo, por mas severa que sea, no tendrán que volver a casa en una cilla de ruedas si fallan el examen.

Por lo que resta del día les invito a descansar, por desgracia no disponemos de camas actualmente para que duerman la noche, así que tendrán que dormir en el piso de las diferentes salas mayores, por eso se les comunico que trajeran equipo de acampar, de no poseer tales cosas como una bolsa para dormir, son libres de pedir, rogar o robar una del resto de los alumnos, eso es todo por hoy, los veré mañana.”


Tras estas breves palabras el director salió del escenario y todos los aspirantes se esparcieron para ver como pasarían el resto del día, muchos decidieron buscar lugares donde dormir esa noche, los encargados de la academia les había prohibido terminantemente acampar en la cantina hasta después de la hora de cena haya terminado.

El ambiente seguía un poco tenso con las anticipaciones del examen al día siguiente, pero ya todos estaban un poco más tranquilos, mañana sería un gran día.
El origen los faunos:
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Crónicas de Remnant     Empty Re: Crónicas de Remnant

Mensaje por Dragon2GR Sáb Mar 02, 2019 8:58 pm

Me sorprendió la forma en que redactaste la personalidad de todos los personajes Night, sigue así, me esta gustando como comienza esta historia.
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Crónicas de Remnant     Empty Re: Crónicas de Remnant

Mensaje por Nightmare Lun Mar 04, 2019 11:54 pm

Esa noche la academia estaría mas poblada que nunca, era normal la costumbre de dejar a los aspirantes acampar dentro del edificio de la academia, puesto que tenían una política de “no dar cuartos a quienes no se los ganaron”, los que eran ya estudiantes ya tenían sus cuartos asignados, y estos iban a descansar en ellos, mientras que los aspirantes se les ponía a dormir en el suelo de las salas mayores, normalmente con el comedor de la cantina y el salón de eventos era suficiente, pero este año tuvieron que usarse varias de las clases también, una cosa es tener a seis mil personas sentadas, otra muy diferente era a tres mil que intentaban acostarse para dormir mientras tenían sus pertenencias cerca.

Los chicos tuvieron que conformarse con dormir en el fondo de uno de los auditorios principales, la mayoría se había acostado entre los largos escalones del centro, sobre el palco, o en el espacio entre las mesas, el grupo de Xia se estaba acomodando al fondo, en la posición más alta del salón.
Xia se encontraba bastante cómoda con su posición, dormiría con su flanco izquierdo contra la pared mientras, mientras que el resto del grupo se acomodaba cerca de la pared como ella o de las mesas como Vali y Kokoa; quien no dejaba de mirar los tatuajes de Vali.

¿Qué tanto miras?- pregunta el chico lobo algo irritado.

¿Dolió mucho cuando te hicieron estos tatuajes?- le preguntaba la chica sin despegar la mirada.

Bueno, usaron una aguja tradicional, no una eléctrica, pero como es el único tatuaje que tengo, no sabría decirte cual es la diferencia, aun así, si duele si te meten tinta en la piel con una aguja- respondió el lobo tras soltar un leve suspiro, no le molestaba que le preguntara estas cosas, era mejor que desmentir el mito de las practicas caníbales.

¿todos los guerreros se hacen tatuajes como este? ¿tienen un significado especial? ¿Qué significan?- Kokoa bombardeaba de preguntas a Vali, quien estaba empezando a perder la paciencia, para suerte de ambos la chica oso que estaba acostada cerca de ellos respondió por Vali.

Los guerreros lobos suelen marcarse con una de cinco distintas marcas, cada una tienen un significado distinto, la suya representa el relámpago símbolo de la destreza- decía la chica fauno con una sonrisa mientras sostenía su cabeza sobre sus manos -lamento interrumpir su conversación- dijo mientras se sentaba sobre sus rodillas -es que no pensé que me encontraría con un lobo en la academia Beacon- exclamaba mientras se acercaba más a Vali mirándolo a los ojos entusiasmada.

Vali se hecho un poco hacia atrás, cuando está prácticamente invadió su espacio personal, la chica oso era casi tan alta como el, y a esa distancia era fácil notar que su ojo derecho era de color azul y el izquierdo de color gris.

El brusco movimiento de Vali lo hizo chocar contra la mesa detrás de él, sacudiéndola un poco -¡más cuidado hay abajo!- exclamo una chica gato de cabello rosa que estaba acostada encima de la mesa y se disponía a mirar que ocurría abajo con su ojo derecho azul y su ojo izquierdo verde.

¡Lo siento!- dijo la chica osa avergonzada -tiendo a emocionarme demasiado cuando conozco a gente nueva… me llamo Izarra Scarlet- dijo sonriendo de nuevo.

Yo soy Yummi Tianmei- dijo la chica gato sobre la mesa sonriendo mientras permanecía acostada sobre su barriga mientras movía las piernas alegremente.

El lobo le hecho una rápida mirada a la chica gato, y luego regreso la mirada a la chica osa, notando los destellos rosados en su cabello castaño, también fijándose en la paleta de colores de tipo pastel con la que ambas vestían, y soltando un suspiro dijo entre dientes -ahora me toca dormir en medio de un par de rosas.

Las dos chicas se quedaron un poco anonadadas por el comentario del lobo a lo que Kokoa se encogió de hombros -disculpen a mi amigo Vali, es un poco gruñón.

Todos los guerreros lobos son así, no te preocupes- respondía Izarra -parece que siempre están de mal humor.

Sabes mucho de los lobos- afirmaba Kokoa un poco sorprendida.

Había escuchado de mis padres que, tradicionalmente, los osos son de los pocos aliados que los lobos tienen entre los faunos, junto a los conejos- decía Yummi, aun asomándose desde el borde de la mesa.

Intenta no caerme encima mientras duermo, ¿quieres?- decía Vali que justo se encontraba debajo de la chica gato.

No me voy a caer- afirmaba alegremente la chica gato después de soltar una risilla.

¿podrían callarse ya? Mañana toca levantarse temprano- se quejaba desde cerca de la pared un chico de cabello oscuro con rulos.

Podo después las luces del salón se apagaron, forzando a todos a disponerse a dormir.

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A la mañana siguiente, los aspirantes fueron llevados a las colinas cerca de los jardines de la academia, caminaron hasta la cima de la colina más alta donde los esperaba el director junto a su secretaria, detrás de ellos se podía ver una estructura gigantesca, un gigantesco laberinto que se extendía por metros y metros.

Ayudándose de un megáfono el director se comunicó con los aspirantes -este laberinto tiene un diámetro de 20 kilómetros a la redonda- dijo el director con una pizca de orgullo en su voz -atravesarlo es la primera parte del examen de ingreso, del otro lado se encuentran unas arenas a las cuales tendrán que llegar para poder acceder a la segunda parte del examen; dentro del laberinto se han puesto una buena variedad de obstáculos, entre los cuales se cuenta, diversos tipos de trampas y enemigos simulados, sin mencionar que las diferentes arenas se cerraran y no dejaran entrar a nadie tras que un número máximo de aspirantes haya cruzado las distintas entradas; les recomendamos activar su aura inmediatamente, las trampas y los enemigos reaccionaran ante su aura, pero no los atacaran cuando esta se agote, aun así, no podrán avanzar por las puertas sin tener su aura activa, y estaremos vigilando para que nadie intenta nada raro.

El director tomo una breve caminata hasta estar al lado de otro camino bajando de la colina que llevaba directamente al laberinto -cuando yo les dé la señal podrán empezar el examen, desde que empiece el examen tendrán dos horas de tiempo para llegar a las arenas, tras lo cual, se cerraran las puertas y habrán fallado el ingreso automáticamente de no haber cruzado las puertas en ese tiempo.

Al escuchar estas palabras un fuerte murmullo se escucho desde los aspirantes, varios se quejaban, otros se mostraban confiados exhibiendo falsa, o en algunos casos, autentica confianza.

Yummi se mostraba ansiosa de empezar, luego noto que se encontraba rodeada de Izarra, Vali, Daven, el chico de los rulos de la noche anterior que ahora llevaba un yelmo de cruzado cubriendo su rostro y vistiendo una impresionante armadura de placas, todos ellos median no menos de dos cabezas más que ella, asiéndola sentir pequeña por unos instantes.

Daven intentaba relajar sus hombros mientras daba saltitos para entrar en calor, cuando de pronto, otro de los aspirantes se le acerco demasiado empujándolo, provocando que chocara con el cruzado.

Discúlpame, no fue mi intención- dijo Daven mortificado, el cruzado ladeo la cabeza y levanto su mano derecha en señal de paz.

No hay problema, solo fue un accidente- dijo de tono cordial el muchacho, mientras se quitaba temporalmente el casco para dejar ver su rostro -¿estas nervioso?

Un poco…- respondió el rubio en un suspiro -no pensé que habría tanta gente intentando ingresar como yo- agrego mientras dirigía su mirada al laberinto bajo la colina.

El caballero le da un leve codazo amistoso -no dejes que los demás te distraigan, tu solo concéntrate en tu objetivo y todo saldrá bien- dijo con tono jovial -me llamo Galahad.

Soy Daven- respondió el rubio volviendo a mirar al caballero con leve sonrisa.

Muy bien chicos, ¡prepárense para empezar!- dijo el académico levantando su mano libre al cielo -listoooos…- unos cuantos instantes de suspenso, todo mundo estaba en silencio, la tensión se podía cortar con un cuchillo -¡YA!- dijo dejando caer su manos, tras lo cual mas de tres mil jóvenes bajaron esa colina a toda velocidad como un auténtica avalancha humana.

En poco tiempo la enorme masa de gente se había dispersado dentro del laberinto entrando a través de las diferentes entradas que este tenía -por suerte todos ya habían activado sus auras antes de empezar- dijo el director a Margaretha mientras miraba a unos cuantos chicos tirados en el piso que habían sido atropellados en la estampida -de otro modo ya tendríamos unos cuantos muertos- dijo con un toque de humor negro en su voz.

La secretaria simplemente soltó un suspiro de resignación y dijo -contactare al personal medico para informarles que ya tienen sus primeros pacientes del día.

****************************************************************************************************************

Ya dentro del laberinto Izarra se había separado del resto de los aspirantes, y se encontraba buscando el camino en dirección a las arenas.

La chica empezó a caminar con lentamente por los pasillos amplios del laberinto, no había techo y las paredes era cinco metros de altas, hechas de metal, pintando de color marrón oscuro, había carteles que indicaban el camino, pero eran contradictorios y muchos señalaban en dirección a callejones sin salida, Izarra avanzaba de forma cautelosa, recordando las palabras del director sobre trampas dentro del laberinto.

De pronto escucho un grito ahogado de dolor detrás de una de las paredes, y otro ruido como un mecanismo metálico accionándose, sin pensarlo dos veces, la osa empezó a correr a toda velocidad que le permitían sus piernas, dio varias vueltas mientras seguía corriendo y encontrándose con callejones sin salida.

De pronto, el suelo debajo de sus pies se abrió, revelando un compartimiento lleno de cables electrificados; actuando por reflejo, usando su semblanza y los últimos instantes que le quedaban, impulsándose sobre lo que quedaba de pavimento seguro debajo de sus pies, dio un gran salto, que la mando por encima de los cables eléctricos y permitiéndole unos instantes ver por encima del laberinto.

Logro aterrizar a salvo al otro lado de la trampa, y aunque tuvo que cubrirse con sus brazos para no chocar de cara contra la pared del otro lado, evito herirse.

El incidente le dio una idea a Izarra, quien empezó a dar saltos altos, aprovechando su semblanza para elevarse por encima de las paredes del laberinto así podría ubicarse mejor.

Finalmente consiguió ver donde se encontraba la arena mas cercana, pero no sabia cual seria el mejor camino, desde su posición se habrían tres posibles caminos señalados por esos carteles, uno era de color rojo, el otro de color azul, y el tercero de color amarillo, Izarra había aprendido de mala manera a no seguir los carteles amarillos, puesto que la enviaban a caminos sin salida; decidió ir por el camino señalado en rojo, no era el camino mas directo por lo que podía ver, pero tenia pocas encrucijadas, y no se desviaba mas de tres veces, por desgracia para ella, había elegido el camino lleno de trampas.

Al dar la primera vuelta se encontró con unos tubos que salían del suelo y varias barras de metal que se extendían horizontalmente a varias alturas de los “troncos” principales; estos giraban a grandes velocidades, suficiente como para romper la armadura de aura de un aspirante y dejarlo inconsciente.
Izarra evito esta trampa de la misma manera que el cableado eléctrico, pero, casi al riesgo de excederse y caer en la segunda trampa, un campo de lianas que colgaban desde las paredes y que atrapaban a cualquiera que intentaba atravesar el pasillo, la osa vio como a tres aspirantes atrapados contra las paredes.

Izarra tomo un profundo respiro y se preparó para lanzarse a la carrera, sabía que si intentaba saltar seria atrapada, su mejor opción era usar su semblanza para aumentar su velocidad en la carrera, desenfundo sus garras de combate montadas sobre sus brazos, con estas cortaría todas las lianas que se acercaran a ella.

Empezó a correr a una velocidad endiablada, las lianas se lanzaron cual látigos a atraparla, pero la mayoría ni se acercaron a tocarla, solo tres estuvieron cerca de enredarla por apuntar al lugar por donde pasaría la osa, pero fueron despachadas rápidamente con un rápido corte de las garras de combate cada una.

Izarra siguió corriendo hasta atravesar las puertas de la arena enfrente de ella, donde se tropezó y rodo en el piso un par de metros hasta terminar de cara contra el piso.

Al levantar la cara pudo notar que, como dijo el director Dominique, se encontraban en una arena circular parecida a lo que se consideraría una suerte de coliseo, el lugar era enorme, e incluso tenia un palco donde se podían ver a varios de los estudiantes ya ingresados mirar a los aspirantes que se juntaban dentro del recinto por las varias puertas que estaban abiertas, pero una de las puertas, mucho mas grande que las otras, permanecía cerrada, y encima de esta se encontraba una pantalla que mostraba dos cosas, lo primero era un cronometro en el que se mostraba lo que faltaba de tiempo para terminar, y el segundo era un número cien.

Las puertas se cerraron, una después de la otra, y la voz de la secretaria Margaretha se empezó a escuchar desde unos parlantes -muy bien, el máximo numero de aspirantes permitidos en la arena 4, como la primera fase del examen aún no ha terminado, por ende, por favor esperen una hora más.

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Yummi avanzaba por el camino indicado de rojo, gracias por agilidad y reflejos felinos logro esquivar la primera trampa sin muchos problemas, pero la segunda trampa parecía algo más complicado.

Las paredes del pasillo estaban llenas de círculos, y en el piso se encontraban varios aspirantes inconscientes que intentaron cruzarlo para llegar a la puerta de la arena que se encontraba del otro lado.

La chica gato intenta dar un paso al frente, pero, apenas se siente más segura de avanzar, escucho un “clic” y de uno de los círculos salió una larga vara de metal que en un instante atravesó el espacio de una pared a la otra, goleando la otra pared provocando un fuerte sonido de metal chocando con metal a toda velocidad.

En ese momento Yummi se pregunto si los profesores de la academia no intentaban matar a los aspirantes, pero al ver que uno de los aspirantes inconscientes logra levantarse y caminar todo el camino, a pesar de la dificultad del dolor de una lesión al costado, solo para que las puertas se le cerraran en la cara al intentar entrar.

El muchacho inspecciono la puerta un par de veces para luego darse la vuelta y regresar, y ver como las puertas se volvían a abrir, el chico intento avanzar de nuevo, pero una voz salida de un parlante cerca de la puerta le dijo -ni intentes avanzar sin activar tu aura, las puertas solo se abrirán a alguien con el aura activa, y las trampas solo atacar a alguien con el aura activa, te quedaste sin aura y el examen acabo para ti, suerte para el próximo año.

El muchacho soltó un gruñido de frustración y atravesó el pasillo hasta estar al lado de Yummi -buena suerte gato- le dijo tras sentarse contra la pared del pasillo -yo esperare a los paramédicos.

La peli rosa se estiro un rato y tras un rápido calentamiento empezó a trotar alegremente como si nada por el pasillo.

La primera trampa se activó, pero Yummi logra evitarla inclinándose al frente al escuchar el característico “clic” que anunciaba su apertura, la segunda se gatilla mientras ella aún seguía inclinada, forzándola a rodar sobre el piso para poder evadirla, la tercera barra estuvo a centímetros de golpear a la chica gato, quien se vio forzada a emplear su semblanza para poder evitar el golpe.

En un resplandor de luz, la chica gato desapareció de su posición inicial y apareció ya habiendo cruzado totalmente el pasillo y estando en ya enfrenté de la puerta de la arena, ante la atónita mirada del aspirante fallido.

Yummi atravesó las puertas sintiéndose preocupada, no pensó que tendría que emplear su semblanza tan pronto, aun faltaban cuarenta y cinco minutos para el inicio de la siguiente prueba, suficiente tiempo para recargar su semblanza, pero no podía evitar sentirse muy presionada.

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Galahad se encontraba en un extraño aprieto, en su apuro por avanzar, nunca cuestiono porque el piso de un pasillo de metal en un laberinto sin ningún árbol en su interior estaría cubierto de hojas, este error le costo que ahora estuviese dentro de una red que colgaba de un mecanismo de cuerdas, junto a otros cinco aspirantes, quienes, en su afán por llegar antes que los demás a la meta, no se fijaron por donde metían los pies.

¿Alguien alcanza a cortar la red?- pregunto uno de los demás aspirantes.

No tengo espacio para sacar mi espada- respondió Galahad sin poder ocultar la frustración que sentía consigo mismo en ese instante.

Aguarden, tengo un cuchillo en mi bota- dijo otro de los aspirantes -yo no lo alcanzo, pero creo que esta cerca de la cara de alguien más, si pudiese sacarlo por mi…

Estoy en eso- dijo Galahad quien había notado que se trataba del mismo aspirante que ya había pateado su cabeza accidentalmente antes.

De forma un poco torpe Galahad logra sacar un cuchillo de combate de la bota que estaba presionando contra su cabeza, luego se dispuso a una mas incomoda tarea aun, la de cortar un agujero lo bastante grande como para que seis adolescentes salgan de una red hecha de robustas cuerdas entrelazadas mientras su espacio personal era invadido de forma no intencional por cinco de esos adolescentes al mismo tiempo.

Tras unos dolorosos quince minutos de arduo cortar cuerdas con un cuchillo de supervivencia, logro abrir un agujero lo bastante ancho, y lo demás fue el trabajo de la gravedad.

Por desgracia, su regreso a la libertad no fue ni el mas heroico de verse, ni el mas ceremonioso, todos terminaron cayendo al piso como costal de papas, uno encima del otro, Galahad siendo el tercero en caer.

Cuando al fin los seis se lograron levantar, el que cayo por ultimo levanto su mano derecha y dijo -¡alto todo mundo!- mientras observaba el piso delante de ellos -no nos precipitemos, esto es solo el principio de esta sección, podrían haber más trampas adelante.

Mientras el líder improvisado del grupo decía esto Galahad le devolvía el cuchillo a su dueño, quien se disponía a guardarlo de vuelta en su bota, luego ambos observaron junto a los demás que aun les faltaba un largo tramo por avanzar, enteramente cubierto de follaje.

Con mucho cuidado los seis avanzaron evitando las demás trampas del lugar, parecía un mal chiste, todas eran iguales, como diseñadas para que, si alguien cayera en la primera y lograra liberarse, caería en una segunda trampa por desesperarse y avanzar sin pensar de nuevo.

Dejando atrás el pasillo lleno de hojas, y dando una brusca vuelta a la derecha, llegan a un nuevo pasillo, esta vez, lleno de marcas de cuadrados en las paredes; del otro lado se encontraba el ingreso a una de las arenas.

Sin saber a lo que se enfrentaban, pero habiendo ya perdido mucho tiempo, el grupo decidió avanzara toda velocidad por el pasillo; creían que, si lo hacían todos juntos, serian capaces de minimizar las probabilidades de ser atrapados individualmente.

Los seis aspirantes se lanzaron a la carrera en fila india, cuando cinco de ellos ya estaban dentro del pasillo, de los “cuadrados” en las paredes salieron unas torretas automáticas que empezaron a acribillar el grupo con balas de goma.

Las torretas disparaban en forma diagonal con relación al pasillo, formando un fuego cruzado entre ellas, Galahad era el segundo en la fila, cuando el chico que estaba enfrente suyo fue dejado inconsciente por el brutal asalto, este levanto su escudo de forma instintiva y lo sostuvo con ambos brazos, para resistir los disparos.

Siguió avanzando sin detenerse, siempre adelante, a sabiendas que, si se detenía, los que iban detrás de él serian acribillados también.

Su escudo y la armadura le consiguieron avanzar por el infierno de balas con mucho esfuerzo, una ves llegado frente a la puerta se quitó el casco para recuperar el aliento un segundo -¡eso fue terrible! ¿Qué piensan ustedes chicos?- se dio la vuelta para observar al resto del grupo, pero al hacerlo se dio cuenta que fue el único que consiguió atravesar el pasillo, el chico que le había dado su cuchillo antes se había quedado atrás cuando empezó la balacera y era el único que permanecía consiente aparte de Galahad.

¡Tu sigue!- le gritaba el chico desde el otro lado del pasillo -no hay forma de que atraviese esto, tendré que buscar otro camino, todavía tengo tiempo, no te preocupes por mí.

Galahad lo saludo levantando la mano en la cual aun llevaba su yelmo y ambos se dieron la vuelta para proseguir por sus respectivos caminos, al entrar a la arena, el caballero pudo notar que había conseguido realizar la primera parte del examen con una hora y quince minutos de tiempo de sobra.
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Crónicas de Remnant     Empty Re: Crónicas de Remnant

Mensaje por Ghostyaya Miér Mar 06, 2019 10:33 pm

Ya había tardado en escribirte algo xD pero aquí va:
Primero una felicitación por dar una personalidad distinguible a cada uno de los personajes. En lo personal quisiera que hicieras un apartado con sus datos más que nada para ubicarlos, pero eso ya queda en tu criterio xD
Segundo, gracias por hacer separación de diálogos, eso ayuda mucho a separar quién es quién.
Tercero, delimitas bien a los protagonistas por capítulo, manejar varios es una tarea difícil.
Cuarto, tengo hambre.
Quinto, no tengas miedo en desplayarte en ideas al igual que si no las tienes. Las ideas fluyen.
Sexto, tienes errores de ortografía, pero vamos, no te crucificaré por eso (aún), solo debes trabajar en ello.
Séptimo, poner el trasfondo en spoilers ayuda bastante a dar contexto. Es como los videos complementarios de la serie original.
Octavo, trabaja un poco más en tu sintaxis, solo es cuestión de releer el orden de tus ideas.
Noveno, se nota una enorme evolución de como roleabas a esto. Muchas felicidades :3
Décimo, quiero pan uwu

Ya queda esperar los siguientes capis :3
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Mensaje por Nightmare Sáb Mar 09, 2019 11:44 pm

Xia miraba la aparatosa llegada de Izarra a la arena y se acerco a esta para ayudarla a levantarse -¿estás bien? Te diste un buen golpe.

Si gracias…- dijo tomando la mano de la chica gato con mas fuerza de la que la felina sospechaba -es solo que no controlo bien mis movimientos cuando uso mi semblanza- admitió un poco avergonzada.

Informa a toda la competencia de tus debilidades- se escuchaba la voz del lobo desde otra parte de la arena, y cuando se dieron la vuelta el par de chicas vieron a Vali acercándose a ellas caminando.

Xia suspiro un poco irritada, mientras que Izarra lo saludo alegremente con la mano -veo que también lograste avanzar hasta aquí- dijo la chica gato.

Si, no me tomo tanto tiempo, resulta que el camino azul era el mas corto- respondió el lobo aflojando sus hombros.

¿Cómo te fue contra el robot?- pregunto Xia.

¿robot?- dijo la osa confundida.

En el camino azul pusieron robots de pelea para obstaculizar a los que intentaban pasar- dijo Vali señalando la cabeza cercenada de uno en su mano izquierda -a mí me fue bien.

¿Venciste a uno de esos tu solo?- pregunto Xia estupefacta –yo tuve que esquivarlo mientras golpeaba a otros cinco aspirantes.

No puedo llevarme todo el crédito- admitió Vali mientras se colgaba la cabeza del robot de su cinturón, para luego enseñarles a las chicas a un niño de pelo verde una cabeza entera mas bajo que el lobo que tenia agarrado del brazo -este pequeñín aprovecho para apuñalar por la espalda al mío mientras estaba distraído masacrando a unos pobres idiotas, entonces yo le corte la cabeza de un tajo- dijo con una sonrisa en el rostro.

Y luego me agarro de la nuca y me arrastro hasta aquí- dijo el peliverde un poco molesto -no me suelta, creo que se encariño conmigo.

¿tu crees?- preguntaba la osa de forma burlona mientras soltaba una risilla -yo vine por el camino rojo, era más largo y había varias trampas.

Con que trampas… se nota que nos quieren presionar- dijo Xia para luego dedicarle una mirada al niño atrapado en “las garras” del lobo, no parecía mayor de 16, como casi todos en este recinto -¿mínimo le preguntaste su nombre antes de secuestrarlo?- pregunto Xia con una mescla de preocupación y diversión en su tono.

Este pequeñito se llama Nicolas Verdugo- dijo el lobo señalándole con el dedo de su otra mano.

Como dijo el "secuestrador", me puede decir Nico- agrego el peliverde con una nota de resignación en su tono.

Un gusto, me llamo Xia Mao Lay, dime Xia- dijo la gata.

Igualmente, yo soy Izarra Scarlet, me puedes decir Iza- dijo la osa.

Un placer- dijo Nico, zafándose al fin del agarre de Vali, y moviéndose discretamente detrás de Xia -¿algunos de ustedes saben porque estamos aquí?

Yo creo que nos aran luchar entre nosotros- dijo Vali con entusiasmo y una sonrisa en su rostro que no dejaba de preocupar a Xia.

El ambiente dentro de las arenas era tenso, faltaban quince minutos para que terminara la primera fase del examen, un gran público se había juntado sobre los bordes y en las gradas de las arenas, no solo estudiantes y encargados de la academia, pero gente que vivía en los pueblos cercanos habían venido a ver la siguiente parte del examen, los aspirantes dentro de las mismas no lo sabían, pero, todas las arenas habían alcanzado el número máximo de aspirantes permitidos media hora antes de que el examen terminara.

Los parlantes en las arenas se volvieron a encender, y la imagen del directo apareció en las grandes pantallas -damas y caballeros- exclamo el director levantando los brazos como si fuera un director de circo hablándole a un gran público -cazadores, estudiantes, profesores e invitados de las buenas gentes de los poblados cercanos, sean bienvenidos al evento principal- tras decir esto, del publico en todas las arenas se levantó una gran ovación de gritos de entusiasmo, silbidos y aplausos, el director en los monitores empezó a reír un poco avergonzado como reacción a tal acogida y empezó a dar reverencias al publico -gracias, gracias… son muy amables- dijo para luego enderezarse y señalar con ambas manos para que el publico se calmara -como saben los estudiantes ingresados y el resto del público, estamos por iniciar la segunda y ultima fase del examen de ingreso, la mayoría de academias de combate del mundo normalmente piden algo como una examen escrito- decía con un tono de burla, como si se tratara de la cosa más estúpida que hubiese escuchado -pero para un futuro cazador lo mas importante no es demostrar que sabe escribir sobre papel, si no pudiera no estaría aquí en primera instancia- el público empezó a reír ante el chiste, a lo que Dominique espero que la gente dejara de reír para seguir con su discurso -¡no!- exclamo levantando su dedo índice al cielo -lo mas importante es que demuestre que tienen lo que hace falta para sobrevivir ante el riguroso entrenamiento que le espera en esta institución, por ende, y creo que es bastante obvio para ustedes- dijo refiriéndose a los chicos dentro de la arena -lo que seguirá será una batalla grupal todos contra todos, las reglas son simples, sobrevivan hasta que el numero de aspirantes dentro de su arena se reduzca a cuatro por arena, y estos ultimos abran ingresado a Beacon!- al decir estas palabras el publico exploto en otra marea de ovaciones y gritos de entusiasmo -y recuerden de dar un buen espectáculo, es lo que toda esta gente ha venido después de todo; cuando el tiempo en el cronometro acabe empezara la pugna!

Al escuchar esto el público estallo en una ovación aún más grande que las anteriores, Izarra se notaban genuinamente asustada por las palabras del director, Nico por su parte intentaba parecer calmado, pero, era obvio para Xia que estaba tan atemorizado como la osa, Vali simplemente estaba feliz de que hubiese acertado en su suposición y la gata pelinegra se llevo una mano a la cara mientras suspiraba -sádicos es lo que son en esta academia, todos y cada uno de ellos.

Ya faltaba menos de un minuto para que se acabara el tiempo del cronometro, y todos se alistaban para comenzar la pelea, Xia miraba a so alrededor inquieta, pero luego cerro los ojos y tomo un largo suspiro, y finalmente tomo las tres barras colgadas de su cinturón y las conecto juntas formando un largo bastón de metal de noventa centímetros.

De pronto se dio cuenta que los tras faunos junto a ella ya habían desenfundado sus armas junto a ella, como si se hubiesen todos de acuerdo; Izarra estaba en guardia con unas garras en sus brazos que parecían tener montadas unas armas de fuego, Vali estaba arrodillado en el piso con sus espadas sobre los hombros, como si estuviese rezando, de pronto se levanto de un salto y realizo varios saltitos mas mientras agitaba las espadas para calentarse, Nicolas también cargaba con dos espadas, pero eran mas cortas y anchas, tipo gladios; a diferencia del lobo el peliverde estaba mas quieto observando a sus alrededores.

Xia sonrió, al ver esto, Izarra a su derecha, Vali y Nico a su izquierda; parecía que los cuatro habían hecho un acuerdo tácito, y a la pelinegra le agradaba pensar que enfrentaría esa prueba con gente respaldándola.

El tiempo se acabó, un cuerno de guerra se escucha sonando, tan fuerte como un trueno y profundo como una cascada, su sonido retruena por todas las dieciséis arenas, tras lo cual, dos eternos segundos de silencio, y finalmente… se escucha un grito de guerra de entre los aspirantes, y todos ellos se lanzan a la carga, el sonido de disparos y choques de metales inundan la arena, mezclándose con los gritos y ovaciones del público.
Un aspirante blandiendo un enorme martillo a dos manos del cual emanaba electricidad carga contra Xia y la ataca con golpe horizontal de derecha a izquierda, la gata lo evade dando un paso atrás, pero el del martillo persiste y lanza un golpe en ángulo desde la dirección en la que fue la cabeza del martillo al final del primer golpe; la pelinegra desvía este ataque colocando la punta de su bastón entre la cabeza del martillo y el mango, guiando su impulso mas hacia su izquierda, desbalanceando a su contrincante, o golpeándolo en la sien con la otra punta del bastón en un solo fluido movimiento.
La chica gato aprovecha que su adversario esta aturdido y lanza una serie de rápidos golpes con su bastón, su rival no consigue incorporarse antes de recibir un golpe en la rodilla, forzándolo al inclinarse, un segundo golpe a la mandíbula, causándole una contusión, una estocada en la frente y para rematar, usando su bastón en el piso como punto de apoyo un golpe de talón descendiente a la nariz.

La protección del aura logra evitar que el chico recibiera heridas serias, pero, aun así, este queda inconsciente y habiendo agotado toda su aura.
Xia revisa rápidamente a sus alrededores para ver si algún otro contrincante se acercaba, pero solo vio como sus compañeros despachaban a otros enemigos.

Justo en frente de ella vio como Vali evadía sin esfuerzos los ataques de una chica que intentaba cortarlo a la distancia con dos guadañas conectadas a sus brazos por unas cadenas, pero sus movimientos eran telegráficos y predecibles, siempre apuntando a la cabeza, el lobo la esquivaba usando un rápido juego de pies.

La aspirante a ninja decide cambiar de estrategia y regresa de un tirón de cadena a sus guadañas que se convierten en un par de revólveres en sus manos, el lobo ve esto y decide tomar la iniciativa, cargando contra su enemiga a vertiginosa velocidad, la aspirante reacciona disparando sus primeros dos tiros apuntando a la cabeza del fauno, quien baja la cabeza unos instantes antes para evitar los tiros sin tener que detenerse o desacelerar.

A la chica le da tiempo de realizar otras dos rondas de disparos antes de que Vali lograra cortar la distancia entre los dos, pero ambas veces, el logra evadirla haciéndose a un lado, al estar a centímetros de su rival, el lobo lanza una estocada en la espada de su diestra golpeando a la chica en la boca del estómago forzándola a agacharse, y con su espada zurda lanza un tajo a la nuca dejándola inconsciente al instante.

Mas a la derecha de su posición Nicolas asaltado por un gigante de un aspirante que blandía en su mano derecha lo que parecía una mezcla de hacha y motosierra, el gigante se lanza a por Nico con un poderoso rugido de batalla mientras dejaba caer su “hachacierra” sobre el peliverde, pero este lo evade fácilmente moviéndose al costado, dejando que el hacha impactara contra el piso levantando una gran polvareda.

El gigante trata de mirar a sus alrededores en busca de su escurridizo enemigo, de pronto, justo en su visión periférica nota al peliverde sonriéndole de forma burlona; esto enfurece, quien lanza otro golpe desde la posición en la que se encontraba su arma en el piso, levantando aun mas polvo, solo para cortar el aire.

A los pocos instantes el grandulón se da cuenta que el peliverde se había movido de nuevo detrás de él, entonces levanto su arma, el motor de la cierra rugiendo en sincronía con su dueño, cayo con la intención de partir a la mitad al pequeño peliverde, pero solo logro levantar mas polvo mientras golpeaba al suelo, en ese mismo instante el grandulón se inclino ligeramente por un fuerte dolor que sintió en su costado derecho, y vio las marcas de los gladios de Nicolas en su ropa, y al dueño de los mismos mirándolo con una sonrisa confiada en el rostro a pocos pasos de su posición.

El gigante lo miraba con un tic nervioso en el ojo ya, se dio la vuelta y levanto su hacha al cielo, pero no la hizo bajar en otro arco como las otras veces, en su lugar, toco un botón en el mango, y esta se transformo en lo que parecía un rifle de alto calibre en las manos de su dueño quien disparo cinco veces en la dirección general de su enemigo con munición explosiva de dust, después cargo su rifle en el hombro confiando esperando que el polvo de las explosiones se disipara, para llevarse la sorpresa de no ver a nadie en donde había disparado.

De pronto sintió el poderoso golpe a mandoble del peliverde quien había logrado escabullirse a sus espaldas en la confusión y, transformando sus gladios en una única espada larga, atacar a la nuca de su enemigo dejándolo inconsciente.

Xia se dio la vuelta para mirar como le iba a Izarra, quien estaba usando su sorprendente agilidad para correr en círculos alrededor de otro aspirante quien intentaba acribillarla con una especie de ametralladora pesada sin mucho éxito, la osa corría más rápido de lo que su rival podía maniobrar su pesada arma de fuego mientras intentaba controlar el rebote del arma.

Izarra respondía al fuego con las semi automáticas de sus garras, un par de tiros logro darle en el pecho y el hombro izquierdo al artillero, quien, pierde el equilibro temporalmente, forzándolo a dejar de disparar, dándole a la osa una ventada de tiempo para cargar contra su enemigo a toda velocidad, al notar esto, el aspirante frustrado toca un interruptor en su arma y la transforma en un espadón de dos manos con la intención de hacer frente a la fauno a cuerpo a cuerpo.

Por desgracia, su espadón era impráctico a la distancia de cuchillo a la que fue forzado a pelear por la chica oso, quien aprovecho esta ventaja, Izarra golpeo su hígado con su garra izquierda; el aspirante soltó un ahogado lamento de dolor que fue interrumpido por un segundo golpe de las garras de Izarra, esta ves al cuello, y un tercer golpe a su brazo derecho que, finalmente, lo forzó a dejar caer su espada al suelo.

Cual el artillero levanto la mirada para ver a su enemiga, este vio como las garras de la chica osa se separarán de sus brazos y unirse tomando la forma de una maza de guerra, que pocos segundos después, caería directamente contra la coronilla de su cabeza, cortesía de un golpe a dos manos de la chica fauno que lo dejaría inconsciente, tirado de espaldas contra el piso.

Xia observaba con una pisca de orgullo en su mirada como sus compañeros se desempeñaban en combate; en medio de un momento de calma, Izarra, Vali y Nico se acercan a la pelinegra, Nico cargaba con el rifle y las municiones de berserker de antes, las cuales tomo “prestadas”, los cuatro se pusieron a observar la tormenta de polvo que se desencadenaba frente a ellos; los cuatro intercambiaron una mirada entre ellos, y tomaron posiciones de guardia y se lanzaron a la ofensiva, Vali y Izarra al frente, seguidos de cerca por Xia, y Nico desde atrás los cubría con el rifle, cada uno de ellos eliminando a un potencial enemigo que encontraran a su paso antes de que pudiese reaccionar, siempre manteniéndose en movimiento, siempre al ataque.

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En la arena número siete se había desarmado una auténtica batalla campal sin cuartel, en todo el caos Daven se encontraba solo enfrentando los constantes ataques de dos adversarios a la vez, un par de gemelas armadas con unas guadañas largas atadas a sus brazos no dejaban de atacar al rubio desde distintos ángulos, forzándolo a mantener su guardia arriba, al no ver una oportunidad de contra ataque.

Sus guanteletes de combate eran gruesos y más que suficiente para para detener sus ataques, que a pesar de ser extremadamente veloces, no generaban un gran impacto, aun así, su velocidad no era el motivo de que se mantuviera a la defensiva; podía ver como la “hermana mayor” de las gemelas lo observaba, se distinguía de sus dos hermanas por su mayor estatura y el hecho de tener dos guadañas, en vez de una como las otras dos, ella estaba esperando para que Daven bajara la guardia, y en ese instante lo acabaría.

Daven bajo su guardia un instante, instante que la mayor de las tres hermanas quería aprovechar inmediatamente, pero su hoja es interceptada a mitad de camino por el mango de una ornamentada lanza de doble punta, cuando la aspirante levanto la vista para ver quien se interponía en su camino, su mirada se encontró con los ojos azules de Kokoa, la aspirante lanza un corte ascendente con su hoja secundaria, corte que la morena bloquea con el mango de su lanza, mientras daba un paso atrás para tomar distancia y usar su lanza a su máxima capacidad, pero su rival no planeaba darle ningún respiro y siguió presionando con su ofensiva.

Una de las gemelas se distrae viendo a su hermana mayor peleando mientras se encontraba en pleno salto, Daven aprovecha el descuido y toma con su manopla izquierda la pierna de la chica y, de un fuerte tirón, la estrella contra su hermana, para luego, estampar a ambas contra el piso de un solo derechazo, dejando a ambas inconscientes por el impacto.

La hermana mayor de las gemelas seguía con su ataque a Kokoa quien se defendía loablemente de sus constantes ataques y fintas a alta velocidad con rápidas y precisas maniobras de su lanza y un bien ejecutado juego de pies; la morena empieza a ir por su contra ataque con una serie de rápidas estocadas y tajos con la punta de su lanza que ponen a la aspirante en desventaja debido a la deficiencia de sus armas en un ámbito defensivo.

La aspirante intenta tomar distancia con una serie de saltitos, pero en un instante Kokoa logra cerrar esa distancia, intentando empalarla con su lanza, la chica intenta evadir el ataque moviéndose a un costado, pero al hacerlo cae en la trampa de la morena, quien, con un rápido movimiento de muñecas, golpea la cara de su enemiga con la otra punta de su lanza liberando su carga de dust explosivo en el impacto, dejándola fuera de combate inmediatamente.

Kokoa recupera su postura de forma elegante y cruza su mirada con la de Daven, los dos intercambian un asentimiento con la cabeza, y una leve sonrisa de confianza, de pronto los dos desvían la mirada en dirección en donde parecía haber bastantes problemas; un grupo de cerca de doce aspirantes intentaba acabar con lanzas, espadas y hacas a una chica gato de cabello rosa que a ambos se les hacía conocida.

Yummi lograba mantener a raya al gran numero de adversarios con una combinación de su agilidad innata y fuego de sus dos SMG, uno de los aspirantes que la perseguía intenta partirla a la mitad con un corte de lo que parecía un enorme cuchillo de carnicero, pero la peli rosa se hace a un lado y vacía la mitad del cargador de una de sus armas en el costado de su agresor, dejándolo fuera de combate.

Pero no tiene mucho tiempo de celebrar que, que un segundo atacante iba directo a por su cabeza con un golpe a dos manos de una enorme hoz. Yummi logra evadirlo dando un salto mortal hacia atrás mientras acribillaba la cara del sujeto con fuego de su SMG secundaria.

Iban dos, faltaban diez, la gata peli rosa estaba en su límite, cinco aspirantes a la ves la atacaron desde diferentes direcciones mientras el resto se posicionaba para cubrir sus posibles rutas de escape, Yummi emplea su semblanza para dar un pequeño dash afuera del perímetro, pero es interceptada por uno de los aspirantes que le dispara con una escopeta de dust.

Parecía que le iba a dar, cuando un caballero con capa, espada y escudo se interpone en el camino del disparo bloqueándolo con su escudo, para después cargar contra su enemigo y golpearlo con su escudo electrificado haciéndolo volar un par de metros por el impacto y caer desmayado al piso.

Después de este desplante el resto de los aspirantes se preparan para lanzarse al ataque contra sus dos rivales de nuevo. Viéndose superados en número, el caballero y la gata deciden retirarse, Kokoa se dispone a intervenir, pero Daven la detiene y alza la voz para decirles a Yummi y su “rescatador” que vinieran con ellos.

Al ver esto la chica fauno le da una seña al caballero y ambos empiezan a correr en dirección al par perseguidos por los otros aspirantes, Kokoa se pone en guardia, esperando una fuerte pelea, pero Daven empieza a caminar tranquilamente al frente, cuando el se cruza de camino con sus dos aliandos, solo teniendo a sus perseguidores al frente, el rubio junta sus dos guanteletes que se transforman en una ametralladora fija de alto calibre y empieza a descargar fuego sobre sus enemigos con rondas de dust explosivo.

En menos de dos segundos los nueve aspirantes se encontraban en el suelo incapacitados, Daven regresa sus guantes de pelea a su estado normal y se da la vuelta para juntarse con sus aliados -¡genial!- exclamo Yummi dando saltitos emocionada.

Buena potencia de fuego- dijo Kokoa compartiendo la alegría de la chica gato.

Lo único malo es que estoy expuesto al no poder moverme- admite Daven mientras mira su puño derecho.

Una buena arma para el trabajo en equipo supongo- dijo el caballero.

Hablando de trabajo en equipo, gracias por ayudarme antes- del decía Yummi mientras recargaba sus armas -soy Yummi, ¿cuál es tu nombre?

Niju… Niju Fumi- responde el caballero.

Un gusto Niju, yo soy Kokoa y el otro rubio es…- decía la morena cuando…
Daven Melk- Daven la interrumpió, no parecía estar contento cuando alguien más lo presentaba.

De pronto se escucha un grito de guerra, y ven como un enorme grupo de aspirantes cargaba contra ellos por la derecha, cerca de veinte aspirantes, y por la izquierda venia otro grupo del mismo tamaño también cargaba contra su posición.

Formen un perímetro- grito Kokoa y Daven prepara su ametralladora fija mientras que el resto del grupo formaba un circulo defensivo a su alrededor para resistir las oleadas de enemigos.

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En la arena número nueve Galahad estaba trabado en un igualado duelo de espadas a dos manos usando el modo claymore de su arma en contra de una enorme chica fauno reptil que usaba una gigantesca espada curva.

Los dos intercambiaban un constante flujo de cortes, estocadas, golpes de guardia y pomo, ninguno parecía conseguir una ventaja por el otro, la reptil no era tan buena manejando su arma como el cruzado, pero este se encontraba aun debilitado por el castigo recibido de las balas de goma, lo que provocaba que sus movimientos fueron un poco más lentos y torpes que en condiciones normales.

Aun así, la perseverancia del cruzado rindió sus frutos, la reptil se empezó a frustrar y finalmente cometió un error al lanzar un enrome golpe a dos manos descendiente dejando sus costados muy expuestos.

Galahad aprovecha esto inmediatamente, y con un rápido juego de pies, logra colocarse detrás de su enemiga, soltando un poderoso golpe a la parte baja de la reptil forzándola a caer sobre sus rodillas y otro golpe de mandoble a la nuca dejándola fuera de combate.

El cruzado se encontraba jadeando por debajo de su yelmo, entonces decide cargar su espada a dos manos sobre su hombro derecho mientras se permitía una pausa para recuperar el aliento, pero no tendría tanta suerte, levanto la mirada solo para notar como otro fauno, esta vez un gigante con cuernos de cabra, cargaba contra el cargando con lo que se podría describir, como dos enormes machetes, uno en cada mano.

El borrego da un gran salto en contra de Galahad dejado se caer encima de su enemigo con sus machetes por delante, este logra evadir el golpe por milímetros rodando a un costado, y se reincorpora regresando a la modalidad de espada y escudo.

El fauno se preparaba para realizar otro salto, cuando Galahad noto como lo que parecía un látigo con dientes se enreda en el cuello de su adversario, empezando a sofocarlo.

El gigantesco borrego empieza a sacudirse violentamente, agitando sus machetes de un lado al otro, mientras intenta zafarse de lo que fuera que lo estaba estrangulando, incluso llega a dejar caer el que llevaba en su mano derecha para agarrar el látigo dentado e intentar sacárselo.

Galahad nota a una figura vistiendo una túnica negra que se encontraba colgada de la espalda del gigante, apretando el nudo del látigo que ahorcaba al fauno, los dos siguieron luchando un rato hasta que el fauno finalmente perdió el conocimiento y su aura se disipo.

Entonces el de la túnica finalmente aflojo el latido dejando caer al gigante al piso y camino tranquilamente en dirección a Galahad -no me mal interpretes- dijo Kibuka quitándose su capucha para dejar ver su rostro -solo quise eliminar al más problemático de los dos mientras estaba distraído.

El cruzado se dispuso a responderle, pero el sonido de un poderoso disparo cerca de ellos los forzó a darse la vuelta a una rubia alta vistiendo ropas finas y una elegante armadura abatiendo a tiros a aspirantes a la distancia que intentaban cargar contra ella usando una escopeta de modelo arcaico, con cada disparo dejaba fuera de combate a un aspirante, y cada ves que abatía a un enemigo, con mucha diligencia y disciplina seleccionaba su siguiente blanco y lo abatía también.

Tanto Kibuka como Galahad se quedan mirando impresionados la destreza de la rubia al disparar cuando notan a unos cinco aspirantes cargando contra ellos, pero fueron acabados por disparos de munición explosiva de dust venida desde el aire, desde detrás de ellos.

Ambos se dieron la vuelta y vieron a Ishtar montando sobre una patineta voladora, suspendida a tres metros sobre el piso -no es tiempo para estar distraídos, tenemos una pelea que ganar- dijo antes de aterrizar, transformando su patineta en un juego de escudo redondo y botas de combate, y cayendo de forma agraciada sobre sus pies frente al caballero y el encapuchado.

Me estoy cansando de ver a las damas pelear- dice Galahad poniéndose del lado derecho de la pelirroja con su espada y escudo listos.

Ya estabas cansando antes de entrar en este lugar- dice Kibuka colocándose del lado izquierdo de la chica.

El cruzado bufo irritado ante el comentario del moreno y la pelirroja solo le dedico una mirada levantando una ceja, tras lo cual, los tres cargaron contra los enemigos que iban en su contra, Kibuka y Ishtar despachaban a rivales rápidamente uno tras otro, Galahad los seguía de cerca habiendo tenido tiempo de descansar un poco.

Mientras tanto la rubia se defendía de dos aspirantes simultáneamente al cuerpo a cuerpo al transformar su escopeta en una lanza con una espada corta de punta.

Uno de sus dos adversarios se mantenía a la distancia usando un arma estilo guja china, y el otro intentaba atacarla con un sable revolver a corto alcance cuando esta estuviese distraída, aun así, usando movimientos preciso y bien medidos, se lograba defender con poco esfuerzo de sus dos atacantes, finalmente, el primer error lo cometió el usuario de sable, quien en su impaciencia para atacar dio un mal paso, el cual la rubia aprovecho inmediatamente, dando un paso al costado para evadir el golpe, poniendo su pie detrás del del su adversario y con un ligero jalón de pierna, desequilibrando a su adversario y golpeándolo con la hoja de su lanza justo en la frente en un solo movimiento.

El chico del sable pistola golpeo su cabeza contra el piso agotando su aura y quedando incapacitado al instante, el de la guja empieza a atacar con mas vigor, pero sin la distracción de su amigo, la rubia era muy capaz de defenderse y contraatacar sin problemas; en poco tiempo el aspirante había caído al suelo sin fuerzas tras recibir una combinación de golpes de lanza en el hombro derecho, cuello, estómago y frente.

La rubia se alejo dio la vuelta con gracia para alejarse de sus dos adversarios caídos, y al hacerlo, nota como otros tres aspirantes arremetían contra el montón del centro acabando con enemigos tras enemigos a su paso -desagradable… perseguir la batalla es indigno de un auténtico cazador- decía mientras tranquilamente regresaba su lanza a su forma de escopeta y la recargaba mientras esperaba a que su siguiente presa viniera a por ella.

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El director observaba el desenlace del examen cómodamente en su oficina a través de diferentes holopantallas mientras disfrutaba una taza de té junto al resto de los profesores, en la mayoría se podía ver como la mita de los aspirantes estaban fuera de combate -¿qué tal lo ven?- le preguntaba al resto de sus colegas.

Veo buenos talentos este año también- respondía el profesor de su derecha -es bueno que en las academias de combate les enseñen a usar el aura, pero nunca a mantenerse en pie cuando se agota, de otro modo no seriamos capaces de ponerlos a prueba así.

Algunos son mas prometedores que otros- respondía una voz femenina -es fácil notar quienes van a pasar el examen en este punto.

Un bueno ojo como siempre Silver- respondía el profesor de antes.

Sera una valiosa experiencia entrenar a estos nuevos reclutas- decía una voz profunda masculina.

No te estreses novato- le decía el director -aunque tendrás a algunos duros, definitivamente escogiste un año interesante para empezar como enseñante de mi academia Aart.

Las batallas proseguían en las arenas, el público seguía embravecido gritando y aplaudiendo ante el espectáculo, dentro de poco todo acabaría.
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Mensaje por Dragon2GR Dom Mar 10, 2019 1:37 am

Peleas! Si! Wuju!!! bounce

Jaja en mi opinión, las peleas estuvieron bien, se nota una clara diferencia entre los tres equipos, cada uno opera de manera distinta y considerando que recién se conocen, me sorprende la facilidad para confiar en sus compañeros. Pero van bien los grupos improvisados que formaron.

Hablando de forma personal, si, me gusto la intervención de Kokoa y me gusto el ultimo golpe para noquear a su adversario, en mi mente fue muy bonito.  El que Daven casi hace quesos con sus enemigos también me agrado bastante. Esos montoneros... (Kokoa: Racistas!) si, racistas con la pobre gata, pero habia un caballero por ahi afortunadamente.
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Mensaje por Nightmare Miér Mar 20, 2019 12:00 am

Aún era cerca de las diez y media de la mañana. Los aspirantes seguían combatiendo en los anfiteatros para conseguir acceso a las limitadas plazas de la academia; en algunas arenas la batalla estaba a punto de acabarse y ya quedaban menos de un quinto de los cien retadores iniciales.
El director Dominique seguía disfrutando de la vista desde su oficina, pero ahora se encontraba solo en lugar con excepción de su secretaria y “Aart”, quien estaba sentado a su lado.

¿Cuál es el objetivo de este espectáculo?- preguntaba el hombre de voz profunda, quien se notaba mucho más alto que el director a pesar de la posición en la que se encontraban ambos, sentados en las sillas.

En términos simples…- Dominique tomaba una pausa para ver su taza de té vacía y colocarla sobre el escritorio -es para ver cómo estos chicos reaccionan ante una situación inesperada. Las situaciones de peleas simuladas entre alumnos son comunes dentro de las academias de combate en un ámbito de entrenamiento cotidiano, no como evaluación- al decir esto se recuesta sobre su silla tranquilamente. -No están acostumbrados a que realmente importe perder. En el entrenamiento, la derrota en un sparring te cuesta un par de burlas de tus compañeros de entrenamiento; pero aquí, cada aspirante carga con el peso de su sueños esperanzas y las expectativas de su familia y amigos puestas sobre ellos. Esa presión hace o deshace a un guerrero en entrenamiento.

El Director se inclinó de nuevo al frente y entrelazó sus dedos tapando su boca mientras observaba más atentamente los monitores. -La mayoría de estos chicos están agotados, tomaron un largo viaje para llegar hasta aquí, no descansaron lo suficiente para recuperarse del mismo que fueron lanzados a un laberintos lleno de trampas y peligros que tuvieron que atravesar para llegar a una arena en la cual se les puso a combatir contra otros 99 aspirantes. Todos ellos a un nivel de combate similar al propio.- se dio la vuelta para mirar a Aart con una sonrisa en su rostro que era casi aterradora -Están en su límite, tal vez incluso más allá de sus límites, aquí es donde la verdadera forma del carácter de uno se muestra- volvía a mirar la pantalla -La única opción que verán muchos al ver que solo cuatro de ellos saldrán delante de ese lugar es formar frágiles alianzas temporales con otros de los aspirantes, el odio racial ciertamente le da una ventaja a los humanos en este ámbito, pero la otra opción…- dijo volcando la mirada a un monitor específico -es que el auténtica destreza, determinación e instinto depredador salgan a flote, las verdaderas cualidades de un cazador.

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El imparable avance de Xia por ese campo de batalla llegó a su fin cuando, finalmente, encontró alguien que le podía hacer frente. Un aspirante empleando una tonfa estaba parando hábilmente todos sus ataques con el bastón mientras tomaba distancia, y, usando la pistola en el lado más largo de su arma le disparaba a la gata.

Xia conseguía mantenerse fuera de la trayectoria de los proyectiles mientras acortaba la distancia, manteniéndose al rango óptimo de su bastón, pero incapaz de dar un golpe decisivo, lo peor es que su adversario poseía una segunda tonfa, que aun tenia guardada.

La pelinegra miraba fijamente a su rival quien no dejaba de dar saltitos en el lugar mientras le daba vueltas a la tonfa en sus manos, cambiándola de su mano derecha a la izquierda provocándola y despreciándola como adversario.

El aspirante se lanzó a la ofensiva, Xia intentaba responder con su bastón; pero el muchacho usaba la tonfa en su derecha para detener los golpes mientras se abría paso a través de las defensas de la chica fauno. Ya estando a una distancia en la que se sentía cómodo, arremetió un rápido golpe de izquierda a la cara de la gata, mas ésta se movió a su derecha evitando el golpe y respondiéndole con una contra de derecha directo a la mandíbula. La sorpresa del golpe, junto con el dolor infligido por las púas de metal en los guantes de la chica, casi provoca que el sujeto cayera al piso y se forzó a tomar distancia nuevamente.

Xia le devolvía a su adversario la misma sonrisa condescendiente con la que él la miraba antes. Éste, mostrándose claramente irritado tras reincorporarse del golpe de antes, escupió en el suelo y, finalmente, se dignó a sacar su segunda tonfa, y tras darle un par de vueltas en su mano izquierda, tomó su postura de combate.

La pelinegra sonríe de nuevo y sostiene su bastón frente a ella a la atura de su rostro de forma horizontal, para luego abrir unos pequeños cerrojos sobre el bastón, separándolo en tres varas conectadas por cadenas entre ellas.

Xia empezó a dar vueltas a su nunchaku de tres secciones, de un lado al otro, alrededor de su cintura y sobre su cabeza para luego ponerse en guardia. Ella y su rival se quedaron quietos unos segundos, tomando pequeños pasos avanzando lentamente a la posición de su enemigo.

Ambos se lanzaron al ataque al mismo tiempo, lanzando rápidas combinaciones de golpes, pero Xia tomó la ventaja rápidamente gracias al alcance y la versatilidad de su arma. El chico de las tonfas se encontraba forzando a parar ataques uno tras otro, desde la derecha, desde la izquierda, de abajo y de arriba, y todos los ángulos en medio de esos cuatro mencionados.

El aspirante siguió defendiéndose lo mejor que pudo hasta que cayó de rodillas al tras recibir una serie de golpes sobre la boca del estómago, la sien del lado derecho, la rodilla izquierda y la mandíbula. Tras recibir semejante paliza, levantó la mirada solo para que la rodilla de la chica gato le apagara las luces.

La chica gato alzó sus ojos para ver cómo le iba a los demás. Cuando notó cómo Vali remataba a su último oponente dejándole caer el podo de su espada de la mano izquierda sobre la coronilla, tras lo cual hecho una risotada y dándole un par de vueltas a sus espadas las recarga sobre sus hombros mientras se da la vuelta a mirarla.

Te ves cansada- comentaba el lupino.

La gata no quería admitirlo, pero estaba jadeando de manera intensa, mientras que por el otro lado el joven lobo parecía fresco como una lechuga. Izarra también había bajado considerablemente su ritmo, había dejado de usar sus garras y se limitaba a emplear su maza habiendo agotado su suministro de dust, Nico por su parte había agotado las municiones de las últimas cinco armas de fuego que tomo “prestadas”. Lo bueno es que la competencia se encontraba en un estado similar, con pocas energías y casi sin polvo; afortunadamente Xia pudo reservar el suyo momentáneamente.

¿Cómo diablos estas tan calmado? te has estado moviendo tanto como yo- le recriminaba la gata al lobo.

Los lobos tenemos más aguante naturalmente, y a mi me entrenaron para tener más resistencia- le respondía el lobo con una sonrisa condescendiente, mientras se agachaba para estar cara a cara.

Xia consideró la idea de atacarlo para sacarle esa estúpida sonrisa del rostro al hacerle fallar el examen; pero lo había visto pelear, y si estaba en tan buenas condiciones como las que aparentaba, no tendría oportunidad en ese momento de ganarle.

desde la oficina el director observaba la escena con interés.

Parece que se les acabó el gas en la arena número cuatro- comentaba el decano.

Comprensible, una táctica tan agresiva como esa no es la más adecuada para una pelea que se pueda extender por mucho tiempo- respondía su secretaria, quien estaba sentada al lado derecho del director con una tableta en la mano.

¿Qué tienes sobre esos tres?- preguntaba el director mientras le dirigía una mirada a su secretaria.

La chica de cabello negro se llama Xia Mao Lai, una chica de barrios bajos de la capital, fue aceptada en el examen por una recomendación de la academia de combate Signal- decía Margaretha con tono diligente.

¿La escuela para guardias de seguridad?- preguntó el director Mudsen con un tono de disgusto en su voz, mientras volvía a mirar la pantalla y ladeaba un poco la cabeza -Eeeh… Al menos no se le pegó la forma de pelea “de libro” que profesan ahí, todo lo que sabe esta chica de pelear lo aprendió en las calles… prometedora- dijo un poco más entusiasmado.

La más alta es Izarra Scarlet, viene de la comunidad de osos al norte de Emerald Forest- continuo la secretaria -¿no es donde se crió Aart?- preguntó, pero el director le señaló que continuara con su mano -Hem… sí; no viene certificada de ninguna academia, pero su comunidad es reconocida por sus mercenarios, por ende fue aceptada en el ingreso.

Hasta ahora va bien- comentó Mudsen -Es un buen diamante en bruto, si la pulimos bien será una buena cazadora.

El siguiente es Vali Ironhide, el muchacho lobo que aceptamos en el examen por, como dice usted, y cito: “ser políticamente correctos en relaciones diplomáticas”... al parecer fue escogido por ser el mejor guerrero de su edad en su tribu.- agregó la secretaria ajustando sus lentes.

Bueno con la espada, cero o poca experiencia usando armas de dust, pero lo compensa con experiencia de combate real contra Grims- decía el director pensando en voz alta -Este chico será problemático; los lobos tienden a tener estándares de entrenamiento bastante altos comparados con las academias de combate normales- Mudsen se acariciaba la barbilla mientras sonreía -puede que este experimento sea más interesante de lo que yo preveía.

El más joven es…- seguía la secretaria…

Nicolas Verdugo- dijo el director interrumpiendo a su secretaria -No hace falta que mires el expediente de éste por mí, lo conozco bien, está aquí por recomendación mía.

Margaretha se sorprendió al ver el expediente y darse cuenta que lo que decía el director Mudsen era verdad, y que la documentación del aspirante era bastante “nulo”: no tenía familiares, ni historial en academias de combate; solo su nombre y su edad, la cual era un año menor a la mayoría del resto de aspirantes. Parecía otro secreto del director.

Vamos a ver la siguiente arena- dijo Dominique cambiando abruptamente de tema para enfocar la atención a la siguiente pantalla.

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En la arena número siete, Kokoa y su pequeña banda se encontraban en aprietos. Daven se había finalmente quedado sin municiones, defendiéndose solo con sus puños de metal de las oleadas de aspirantes que iban en su contra, y aunque logró defenderse exitosamente, dejando fuera de combate a otros cinco aspirantes, éste ya se encontraba agotado, jadeando con fuerza y su guardia caída.

Niju y Yummi se encontraban en una posición similar a su compañero, Yummi habiendo agotado sus municiones procedía a defenderse cuerpo a cuerpo con sus SMG transformadas en unas cuchillas de cuerno de ciervo. Niju tambien se quedo sin dust y ahora solo podía contar con su determinación y destrezas con las armas para cubrir las espaldas de sus compañeros.

Kokoa se encontraba sola luchando con su adversaria de turno, una chica de cabello rojo que vestía ropa de cuero reveladora y armada con un par de espadas cortas curvas. La pelirroja atacaba constantemente a la morena con rápidos movimientos de volteretas, lanzando tajos de derecha a izquierda; Kokoa se defendía como podía poniendo su lanza entre ella y los golpes, pero estaba en su límite. De pronto, la pelirroja le hizo una finta pretendiendo que lanzaría un tajo desde la izquierda, cuando en realidad, lo que pretendía era una rápida apuñalada a la cara.

Kokoa se puso en posición para evitar el supuesto tajo, pero notó enseguida que la mano izquierda de la chica estaba en posición para otro tipo de ataque; la morena reaccionó rápido y puso su lanza en posición horizontal alta para evitar el golpe; esto tomó por sorpresa a la pelirroja, quien no supo cómo reaccionar cuando recibió un golpe del mango de la lanza de Kokoa en la nariz. La morena dio una rápida pirueta y clavó su lanza en la boca del estómago de su enemiga, cayendo de rodillas al piso ya sin aura.

Kokoa retrocedió un poco, de regreso al perímetro con el resto de sus amigos tratando de disimular que recargaba su peso corporal sobre su lanza clavada en el suelo.

¿Cómo sigue la cosa?- preguntaba la muchacha jadeante.

Pues no falta mucho para que todo acabe- decía Daven con tono más optimista al notar que quedaban muy pocos aspirantes de pie a parte de ellos mismos.

Entonces solo resistamos un poco más- exclamaba la morena intentando convocar toda su fuerza de voluntad restante.

En su oficina, el director y su secretaria observaban a los aspirantes de la arena número siete en los momentos culminantes de su prueba de armas.

¿Qué tienes sobre esos cuatro?- preguntaba el director Mudsen.

La primera en la lista es Yummi Tiánměi, otra chica fauno de las grandes ciudades, no hay mucho interesante sobre ella realmente, calificaciones regulares, actitud alegre, y una familia amorosa- decía Margaretha con un tono más sorprendido.

Dominique soltó una fuerte carcajada, teniendo que golpear su muslo izquierdo con la palma de su mano mientras se descarcalaba de la risa -¡Fuegos del infierno, me voy a divertir este año!- tras lo cual siguió riendo un poco más mientras que su secretaria lo miraba con reproche en los ojos.

Me compadezco de esa pobre jovencita…- agregó con tono sincero -ahem… El siguiente en la lista es Daven Melk, nacido y criado en las montañas fuera de las partes más “civilizadas” de Vale- prosiguió ajustando de nuevo sus lentes.

Otro chico sin una “educación convencional”. Parece formarse un patrón este año, supongo que está bien, así no tengo que lidiar con los encargados de las academias de combate- dijo acomodándose en su silla -Y los habitantes de la periferia suelen ser buena materia prima para futuros cazadores.

El siguiente es Niju Fumi- dijo la secretaria mirando a su tableta.

¿Dijiste Fumi?- exclamó el director sorprendido.

El muchacho es hijo de cazadores. Padre fallecido, madre inválida y ciega- agregó Margaretha con tono solemne.

Alguien tenía que seguir con el negocio, supongo
- la melancolía en la voz del director era obvia, un pesado silencio cayó en la oficina -¿Qué tienes sobre la otra chica?- preguntó el director finalmente, a lo que su secretaria respondió inmediatamente.

La última es Kokoa Liquor. No es originaria de Vale ni hay mucho sobresaliente de ella. Malas notas en la academia, sus padres no son cazadores; pero su fallecido abuelo parece que era un cazador retirado- al escuchar esto Mudsen levantó una cena para finalmente aplaudir una vez.

¡Sabía que esa lanza y estilo de pelea se me hacían conocidos!- exclamó el director con una mezcla de disgusto y furia en su tono -Con que ese loco tuvo descendencia. ¡Seguro que ese bastardo la envió conmigo para entrenarla mientras estaba riendo a mis expensas en la tumba!- Dominique prosiguió por soltar una serie de insultos y blasfemias que harían sonrojar de la vergüenza al más borracho de los marineros en los mares de Atlas, cosa que perturbó a la pobre secretaria que tuvo que escuchar todo aquello hasta que, finalmente, su superior logró calmarse -Sigamos con la siguiente arena.

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El director prosiguió observando los monitores hasta llegar al monitor de la arena número nueve -Ahí prácticamente ya acabó- comentaba al observar atentamente la escena.

En la arena, Kibuka esquivaba los golpes de un aspirante armado con un hacha de dos manos cargada con dust de escarcha, lo cual podía notarse por el aire frío alrededor el filo del arma congelando todo lo que impactaba.

El muchacho esquivaba hábilmente los golpes de su adversario con un rápido juego de pies, manteniéndose en la periferia de la visión de su enemigo pero incapaz de asestar un golpe decisivo a causa de la pesada armadura de placas que vestía el bruto del hacha.

A pesar de estar en desventaja de armamento, Kibuka solventó tal inconveniente con su ingenio táctico; el aspirante contra el cual estaba luchando era fuerte, pero se encontraba usando lo último de sus energías a diferencia de él, quien había luchado de forma más conservadora y aún le quedaba energía para gastar.

Oden era perfectamente consciente de esto y se limitó a evadir los golpes de su enemigo esperando que éste se quedara agotado; por su parte, su enemigo seguía embistiendo como un berserker aunque solo acertaba al aire. El violento “baile” se prolongó por otros cinco a siete minutos hasta que el “berserker” cayó de rodillas al piso sin fuerzas para sostener su hacha siquiera.

Kibuka se paró frente a él y se agachó para que estuvieran cara a cara -Lo siento amigo, nada personal…- dijo antes de recoger el hacha de su adversario y usarlo para dejarlo inconsciente con un golpe del borde sin filo en la coronilla -Son solo negocios- dijo con una sonrisa confiada en su rostro al descartar el hacha mientras se encaminaba con el resto de sus “compañeros”.

Por su parte, tanto Galahad como Ishtar habían acabado con sus respectivas contiendas.

Ishtar dejó inconsciente a su último contrincante con una patada a la cara mientras sostenía todo el peso de su cuerpo sobre su mano derecha, para luego recuperar la postura ágilmente y notar que ya no quedaban enemigos en pie.

Galahad estaba detrás de la pelirroja con su Claymore cargada sobre su hombro. El cruzado había removido su yelmo para poder respirar mejor mientras observaba a la colección de aspirantes caídos dispersados en el pavimento de tierra de la arena.

Parece que esto se terminó- decía Kibuka quitándose su capucha para dejar ver su rostro, aunque no estaba jadeando como sus dos compañeros, su cara sudada mostraba qué tanto esfuerzo físico tuvo que soportar.

No lo sé, parece que aun hay gente peleando en la arena- respondía Galahad mientras secaba el sudor de su cara con la manga de su brazo izquierdo.
A unos metros de su posición, Nerwen despachaba al último de los aspirantes que fue a por ella ese día. La rubia se mantenía erguida de forma firme, pero era fácil ver el cansancio en su rostro y ya sin municiones en su escopeta tuvo que emplear su lanza para defenderse de sus agresores; no obstante, en un prolongado combate cuerpo a cuerpo cada rival vencido tomaba preciosos segundos extra de lo que ella hubiese planeado u preferido, y esa falencia de su parte en vencer a cada combatiente se estaba sintiendo en cada respiro que tomaba y cada gota de sudor que caía por su frente.

Mientras tanto, en la oficina del director -¿Qué me dices de este grupo?- le preguntaba Mudsen a su secretaria.

Lo interesante es que el único que no proviene de una familia adinerada o de linaje “noble” es el chico de piel oscura, Kibuka Oden, señor- le respondía Margaretha a la interrogante de su superior -No tenemos mucho sobre él. Originario de Vale, notas de la academia de combate no impresionantes y ciertas quejas sobre su disciplina; aun así, posee un talento innato para el combate práctico.

Éste es interesante ¿Qué me dices del resto?- preguntaba de nuevo el director.

La pelirroja es Ishtar Alexa D’Zafiro, viene recomendada de las academias de combate de la capital. Debió hacer el ingreso el año pasado, pero por cuestiones familiares no pudo y se presenta ahora- le informaba Margaretha.

Cierto, la importante familia de mensajeros. Al menos se sabe mover mientras pelea- respondía Dominique con poco interés -Esta chica será un dolor de cabeza, lo presiento- dijo suspirando.

La siguiente en la lista es Nerwen Altáriel, la menor del actual cabeza de la familia Finarfin Altáriel, y su única hija mujer. Sobresaliente en sus notas y muy dedicada- continuo la secretaria.

Que me corten en pedazos y me sirvan de aperitivo a una jauría de grims. La princesita de Finarfin viene a estudiar en mi academia- decía el director mientras apoyaba su codo sobre el borde de su escritorio y su cabeza sobre la palma de su mano -¿Qué pasa con el último?

Galahad Pendragon, supuestamente único heredero de la fortuna Pendragon hasta que su hermano mayor apareció reclamando la herencia. Las intrigas no acaban ahí, Galahad se marchó de la casa cuando el tesorero de la familia fue envenenado. Se lo acusó a él, pero ninguna prueba contundente de su culpabilidad fue encontrada.

Había escuchado los rumores… feo asunto, para colmo se sospecha que el “nuevo hermano” sea un impostor, pero todas las pruebas demuestran lo contrario- Dominique se tapó temporalmente los ojos con su mano mientras soltaba otro suspiro -Sigamos adelante pues.

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La jornada estaba entrando a la media mañana, los espectadores finalmente se estaban calmando mientras las batallas en las arenas iban acabando.
Una vez agotadas las municiones y el dust, las contiendas se volvieron visiblemente más brutales y desesperadas. Los aspirantes luchaban cuerpo a cuerpo, muchos con armas improvisadas o intentaban aprovechar cualquier intervalo que pudiesen conseguir para poder recoger municiones de los “caídos”, dándose cuenta que no coincidían con sus propias armas.

Cuando finalmente solo quedaron cuatro aspirantes por arena, las alarmas sonaron y en las grandes pantallas sobre las puertas principales de los coliseos en donde se podía ver al director.

Como la primera vez, una gran ovación surgió del público, tras la cual Dominique Mudsen habló.

Este a sido un buen dia para los aficionados de la violencia y la sangre, ¿Verdad? Pero finalmente tenemos a nuestros nuevos reclutas- una gran aclamación estalló nuevamente del público, el director esperó a que se calmara la gente para volver a hablar -Para los, desde ahora, estudiantes de la academia, los otros tres aspirantes junto a ustedes serán vuestros compañeros de equipo por el resto de su permanencia en la academia en concordancia al sistema de equipos establecido desde la fundación de las escuelas de cazadores. Para los que fallaron hoy, tendrán dos intentos más a partir de tres días después de hoy; llos que ya aprobaron, vayan a tomar una ducha que seguramente apestan.

Las grandes puertas principales finalmente se abrieron dejando que los ahora estudiantes se encaminaron a la academia, por hoy los exámenes de ingreso estaban concluidos.
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Mensaje por nicovepa Vie Mar 22, 2019 10:48 pm

"Margaretha se sorprendió al ver el expediente y darse cuenta que lo que decía el director Mudsen era verdad, y que la documentación del aspirante era bastante “nulo”: no tenía familiares, ni historial en academias de combate; solo su nombre y su edad, la cual era un año menor a la mayoría del resto de aspirantes. Parecía otro secreto del director."

-entonces... encontraste a este niño en la calle-
-yep-
-y... decidite meterlo a la academia-
-aja-
-...sin papeles ni familia-
-¡claro!-
-.... ¿porque?-
-¿porque no?-
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Mensaje por Nightmare Mar Abr 16, 2019 11:53 pm

Después de la prueba final en la arena los, ahora estudiantes, eran escoltados hasta el lobby de la academia donde la secretaria Margaretha le entregaba a cada uno las llaves de sus habitaciones compartidas.

-El sistema de la academia dicta que los formemos en equipos de cuatro- decía Margaretha -por eso pusimos el límite de cuatro aspirantes por arena; además, por conveniencia compartirán habitación con sus compañeros de equipo.-

-¡espera! ¿vamos a tener que compartir habitaciones con los chicos?- preguntaba escandalizada una de las chicas del grupo, la escribana le dedicó una mirada y en un suspiro, que sonaba como un de resignación le decía:

-En las palabras de nuestro amado director: “si una mujer quiere entrar en un campo de guerra tiene que aprender a compartir su espacio personal con sus compañeros de armas, sean hombres o mujeres” y cito.- agregó finalmente ajustando sus lentes.

Un murmullo de quejas, confusión y suspiros de resignación se levantó de los jóvenes, quienes recibieron cada uno una llave con una letra “A” y el número de su habitación respectiva, tras lo cual se les instruyó que fueran a recoger el resto de sus pertenencias y se dirigieran al sector este de la academia en el tercer piso, donde estarías las habitaciones para estudiantes.

****************************************************************************************************************

El joven Nico seguía a su equipo mientras se dirigían a los dormitorios, teniendo dificultades a causa de su equipaje, el cual era el doble de grande que el bagaje promedio del resto de estudiantes.

Al notar las dificultades de su compañero, Izarra se le acerca y se ofrecerse a llevar la valija por el, Nicolas por su parte decide aceptar y se sorprende al ver la facilidad con la que la muchacha cargaba con su equipaje y el del peliverde, a pesar de su cansancio.

-Vamos que ya casi llegamos- los animaba Xia, quien se encontraba unos metros adelantada a ellos.

-¡Apúrense, que me duelen los pies!- protestaba Vali al lado de la pelinegra.

-¿Qué pasó con la legendario vigor de los lobos?- preguntaba el peliverde con tono sarcástico mientras avanzaba hacia ellos.

-Díselo a mis legendarias ampollas en los pies…- se quejaba el lupino -llevo días sin sacarme las botas.-

-Espero que nuestra habitación tenga una ventana grande- decía Izarra con tono preocupado.

Los chicos avanzaron por el pasillo, Nico iba hasta atrás del grupo -si el “lobo malo” se sacaba las botas en medio de la pelea, dejaba fuera de combate a la mitad de los aspirantes, estoy segura- decía una voz de chica en la cabeza de Nico, sus ojos habían cambiado de color, su normal color morado había sido reemplazado por un verde intenso y de aspecto feral.

-Meh… supongo que estamos a punto de descubrirlo- le respondía Nico a aquella voz sin mover los labios -¿Qué piensas de nuestro nuevo equipo?-

-Se siente raro que seamos el único miembro humano del grupo- respondía la voz femenina -la gata y la osa parecen buenas, pero me preocupa un poco el tal Vali.-

-No creo que sea tan malo…- contestaba el peliverde -nos salvó de ese robot en el laberinto después de todo.-

-¿nos salvó o aprovechó una oportunidad?- objetaba la voz -Izarra parece amable, ella me agrada, Xia parece la hermana mayor que nunca tuvimos- expresaba entre risitas.

Finalmente habían llegado a su dormitorio asignado, la habitación A4-1, y todos se sorprendieron al abrir la puerta.

A la habitación se entraba por un pequeño pasillo, del lado derecho del mismo, se encontraba un enorme placar dentro de la pared, al lado izquierdo estaba la puerta del baño, pasando esto se encontraba un cuarto de cuatro metros de largo por cuatro de ancho, a cada lado del cuarto estaban localizadas unas literas totalmente equipadas con colchones, almohadas y sábanas. En medio de las camas estaba una gran ventana que daba a los jardines exteriores y debajo de esta, una mesita de luz; entre la litera de la izquierda y la pared del baño estaba puesto un escritorio con silla para estudio.

En ambos lados del cuarto, el espacio entre el placar y las literas se encontraban colocados unos estantes flotantes de madera a la altura de la segunda cama, un tercer estante estaba puesto un poco más abajo, encima del escritorio y unos nichos largos habían sido excavados en las paredes encima de las camas superiores y los bordes cubiertos con madera refinada.

-¿esto es una academia o un hotel de lujo?- preguntó Nico sorprendido, mientras Izarra se lanzaba de un salto sobre la cama superior de la litera de la derecha gritando “wiiiiii” para luego hundir su cara en la almohada mientras reía alegremente.

-¡Mínimo quítate los zapatos!- protestaba Vali mientras dejaba caer su mochila de viaje sobre el escritorio y se sentaba sobre la silla con ruedas -pero en serio… he vivido en chozas más pequeñas que este cuarto- decía mirando a su alrededor.

-Deberíamos organizarnos con las camas- decía Nicolas mientras dejaba su valija junto al escritorio.

-Eso no será tan difícil, Izarra ya tomo la cama de la derecha para sí misma- afirmaba Xia mientras se dirigía a abrir la ventana, dejando entrar una agradable brisa que fue disfrutada por todos en el lugar -yo dormiré justo bajo ella- decía mientras se daba la vuelta al interior de la habitación apoyando sus manos sobre la mesita de luz detrás de ella.

-Ok, eso nos deja a los chicos con la litera de la izquierda- confirmaba el peliverde dándose la vuelta a ver a su compañero lupino, quien, por su parte, estaba quitándose las botas al soltar un fuerte suspiro de alivio -creo que te hace falta asearte- manifestaba Nico tapándose la nariz.

-Para ser justos…- le respondía Vali en proceso de quitarse la otra bota -a todos aquí nos hace falta una ducha- tras este comentario dejó caer su bota izquierda al suelo, y movía un poco los dedos de los pies, dejando tronar los huesos produciendo un ruido bastante resonante.

El comentario del lupino provocó que todos sus compañeros se olieran una axila, o debajo de la playera, o el cabello y confirmaron todos con Vali.

-¿les molesta si voy primero?- preguntaba Xia mientras se quitaba su chaqueta de cuero y la dejaba caer sobre su nueva cama e ir a buscar sus avíos de aseo personal.

Mientras tanto, Nico se acercaba a Vali mientras se quitaba su chaleco verde y le pregunta -¿Cuál cama vas a querer, la de arriba o abajo?-

-Tomaré la de arriba, no quiero golpear mi cabeza con el borde de la litera al levantarme a la mañana- le respondía el lupino mientras se quitaba los guanteletes de pelea y los dejaba en un estante.

-Bien por mí- respondió el peliverde mirando que los tatuajes de su compañero no le llegaban hasta las muñecas como él pensaba sería.

Vali no le presto mucha atención a las miradas del chico y subió sobre la cama superior de la litera topándose por el costado sin usar la escalerita; ya acostado sobre la cama tapo sus ojos con la banda de su frente -báñese ustedes primero, yo tomaré una siesta, despiértenme cuando sea mi turno en la ducha.-

Nico se sentó en la silla que previamente estaba usando el lupino y observó que Izarra también estaba empezando a quedarse dormida sobre su cama -parece que tendremos que despertarla a ella también- decía la voz de su cabeza.

-¡NO MANCHES ESTA MAS GRANDE QUE EL BAÑO DE MI CASA!- gritó de repente Xia dentro del baño -¡Y LA ¡DUCHA ESTA BIEN PINCHE ALTA!- se escuchó de nuevo, llamando la atención de los tres, la pelinegra se asomó de la puerta del baño con el rostro ruborizado -perdonen el lenguaje tan soez, yo… me deje llevar.-

Tras estas palabras Xia regreso dentro del baño y la habitación se colmo de un silencio incomodo producto del estupor -que diablos, yo también dormiré un poco- sentenció Nico dejándose caer sobre su cama, al poco tiempo se podía escuchar el ruido de la regadera abierta.

****************************************************************************************************************

En la habitación A7-1 el grupo de Kokoa ya se había acomodado en sus nuevos aposentos, Daven y Yummi dormían en las camas superiores de las dos literas del cuarto, Niju también estaba acostado en la cama debajo de la de su compañero de cabello rubio, habiendo descartado su armadura y colocado las piezas con sumo cuidado sobre la escribanía, mientras Kokoa tomaba el primer turno en la ducha.

Por más de lo que intentara no conseguía conciliar el sueño, se le hacía irreal que hace un par de horas estuvo atravesando un laberinto lleno de trampas y terminar luchando en un anfiteatro contra otros cien aspirantes como él.

Parte de sí mismo no creía ser uno de los pocos que consiguieron “sobrevivir” el ingreso a la academia, sus padres siempre le contaron historias de su época en la academia, siempre supo que no sería un camino fácil, pero si esto era el ingreso, un escalofrío recorría su espina al pensar que más tendría que enfrentar en los tres años que le aguardaban.

De pronto la mente del joven dejó de errar en sus pensamientos y regreso a la realidad de la alcoba, el silencio del lugar era casi absoluto salvo el ruido de la regadera y los leves ronquidos de sus compañeros.

De pronto Kokoa salió del baño vistiendo ropa más casual y con una toalla enrollada sobre su cabeza, esta se acerco a Yummi para despertarla y que fuera a bañarse, pero la chica fauno solo reacción dándose la vuelta con un lamento.

-Debe estar exhausta- dijo Niju sentándose sobre su cama.

-Después de la mañana que tuvimos, como culparla…- respondió Kokoa soltando un suspiro -visto que estas despierto, ¿te parece entrar a bañarte tu primero?- le preguntó la morena más animada.

-Creo que esperare un rato…- dijo el joven dándose la vuelta a un costado para encarar mejor a Kokoa -estoy muy cansado ahora- suspiro Niju antes de volver a estirarse sobre las sábanas la muchacha simplemente asintió con la cabeza y se sentó sobre la silla del escritorio a secar su cabello.

Pero por más de que lo intentara, y sus ojos permanecieran cerrados, seguía sin poder dormir, su mente seguía llevándolo a pensamientos sobre su futuro en la academia.

En particular pensaba en los integrantes de su equipo, le preocupaba la actitud infantil y despreocupada que Yummi demostraba hasta el momento, cuando todos esos aspirantes se enzarzaron contra ella, el joven salió a defenderla inmediatamente, sabía que las posibilidades estaban en su contra, pero el no hacerlo sería ir en contra de su naturaleza.

Lo que lo sorprendía fue lo rápido que Daven y Kokoa aparecieron para ayudarlos, el rubio era de pocas palabras, pero era muy fuerte en batalla y se notaba de confianza, igual la morena que se veía como una chica muy centrada bajo presión, lo cual lo hacía sentirse afortunado de tenerlos como compañeros de equipo.

Beacon no se lo haria facil, pero él quería ser fuerte para proteger a todos, igual que sus padres antes que él, continuaría con la lucha contra los grims, seguiría adelante con la misión de su familia, de eso estaba seguro.

Niju continuó con sus reflexiones hasta que, sin darse cuenta, cayó finalmente rendido ante los brazos de Morfeo, consiguiendo un muy necesitado descanso.  

****************************************************************************************************************

Una lluvia tibia caía sobre Nerwen, el calor de agua ayudaba a relajar su cuerpo y aliviar parte de sus dolores de la mañana, la joven tenía el rostro mirando hacia arriba justo debajo del grifo de la regadera que se encontraba a más de dos metros de alto.

Después de unos diez minutos, la rubia salió de la tina y le hecho otra mirada al baño, como el resto de la habitación era más pequeño de lo que acostumbraba, pero, al mismo tiempo tenía un espíritu de funcionalidad todo el edificio. Salvo las arenas, la academia era construida de un modo en la que daba prioridad a la funcionalidad, sin descuidar la estética, todo estaba diseñado para máxima eficiencia sin dejar de verse bien, este pensamiento le daba una razón para una leve sonrisa a la muchacha.

Después de secarse y ponerse ropa más confortable, salía del baño aun terminando de secar su cabello, cuando fue recibida por Ishtar.

-¿Qué tal el baño?- le preguntaba la pelirroja.

-Agradable- respondió con tono cordial, aunque, de forma un poco seca.

-Ok… entrare yo ahora entonces- dijo Ishtar mientras iba a tomar unas toallas del catre.

-Adelante- respondió Nerwen con el mismo tono de antes mientras se hacía a un lado, dirigiéndose a su cama.

La muchacha se fijaba en sus compañeros varones, Kibuka estaba tranquilamente sentado en el escritorio leyendo un libro, esperando para su turno de bañarse, mientras que Galahad dormía profundamente en la litera de abajo, ni siquiera habiéndose quitado su armadura.

Nerwen no les presto mucha atención y subió a la cama de arriba de la litera seleccionada para las chicas en ese cuarto.

-Espero que no te moleste tener que compartir cuarto con dos hombres- comentaba Kibuka sin despegar su mirada del libro.

-Estamos aquí para ser cazadores- respondió Nerwen sentada en la cama -si deseara comodidad hubiese elegido una vida distinta- dijo con tono orgulloso.

-Eso implicaría que tenías la libertad para elegir desde un comienzo- comentó Kibuka con una leve risilla.

-¿Qué presumes insinuar?- exclamó la rubia levemente alterada, para luego carraspear un poco en ganar de vuelta su compostura -es obvio que yo elegí esta senda- dijo con voz más templada -y que me dices de ti, ¿Por qué elegiste esta vida?- pregunto motivada más por un deseo de reprocharle cualquier tonto motivo que tuviese en lugar de simple curiosidad.

-No tengo nada mejor que hacer- dijo dándose finalmente la vuelta a mirar a la chica con una sonrisa condescendiente en el rostro -me entrenaron para pelear toda mi vida, decidí sacar provecho de ello, y ser cazador se escuchaba más interesante que ser un policía o parte del ejército- respondió el moreno ante la pregunta de su atónita compañera que lo miraba estupefacta y sin palabras -¿Qué?- dijo encogiéndose de hombros -¿esperabas algo más profundo?- le pregunto, pero la muchacha solo negó con la cabeza y se acostó sobre la cama -pensabas que diría algo grandilocuente y noble como “salvar al mundo” o “combatir contra los grims y defender a los débiles y desamparados”- se levanta de la silla y empieza a caminar y mover los brazos como si estuviese actuando en una obra de teatro –“seguir los legados de los grandes cazadores de generaciones pasadas y dejar mi marca en la historia como un gran héroe” o alguna tontería por el estilo, ¿no?- concluyó dejando caer sus brazos a los costados mientras miraba a Nerwen con la misma sonrisa burlona de antes.

Doncella le devolvió la mirada y se acostó sobre su costado para encararlo mejor -sospeche de alguna razón tan ridícula como las que mencionaste, si- le replicó con tono tajante -pero no llegue a prever el nivel del esperpento que tu consideras como una “motivación digna” de ser estudiante de esta academia- tras estas palabras Nerwen se dio la vuelta dándole la espalda a Kibuka, dando por terminada la conversación.

El muchacho solo negó con la cabeza mientras se encogía de hombros y soltaba una leve risilla, para luego regresar a su asiento y continuar leyendo su libro.

****************************************************************************************************************

En los pasillos de la academia una niña de ojos verdes y cabello rosado lacio se paseaba dando saltitos como si estuviera en la sala de su casa, su actitud era la de una niña de diez años y su apariencia no le daba más de quince.

Ella continuaba dando saltitos y tarareando alegremente hasta que una voz masculina la sorprendió desde atrás -¿Les agrada su nueva habitación a ti y tu hermano?- preguntaba el director Dominique, él estaba mirando a la niña, cruzado de brazos y con una expresión más seria que de costumbre.

-Es lo mejor que tuvimos para dormir en un buen tiempo- respondió la chiquilla, le sonreía al hombre para ocultarle como detestaba lo fácil que era para el ocultarle su presencia -tan bueno para esconderte como siempre- comentaba con un poco de odio en su tono, ella siempre a sido hábil para ocultarse de los otros, pero aquel sujeto la hacía ver como una incompetente.

-Tuve más tiempo que tu para aprender a hacer esto, tú aprenderás en poco tiempo a ser tan buena como yo- respondía el director encogiéndose de hombros y relajando su postura y tono.

Dominique se acercaba unos a la jovencita -por ahora eres libre de moverte como desees, pero cuando termine el ingreso preferirias que fueras más discreta- le decía con tono más serio, colocando una mano sobre el hombro de la chica.
 
-Aun no entiendo porque decidiste ayudarnos a mi y mi hermano- le respondía la niña -¿acaso querías unos conejillos de indias?- preguntaba con una sonrisa pícara en su rostro.

El director respondió inicialmente por soltar un fuerte suspiro y alcanzar en sus bolsillos un paquete de gomas de mascar, del cual saco una y se la metió en la boca -si quisiera ratas de laboratorio iria a sacarlas de una tienda de mascotas, a ti y tu hermano los traje a esta academia para ser cazadores, es lo que necesito- le ofrecía una de las gomas de mascar a la muchacha.

Ella rechaza el chicle con un gesto de la mano -suena como si fueras el general de un ejército reclutando soldados- dijo la chiquilla con tono burlón.

-Los soldados son autómatas a los que entrenan para seguir órdenes a ciegas y ser desechados cuando ya no sirven- respondió el director algo enfadado mientras se ponía las manos en los bolsillos y se empezaba a alejar del lugar -los traje aquí porque tu, y tu hermano, tienen talentos muy raros que serían desperdiciados en las calles donde los encontre, recuerden eso… y también lo que te dije antes, intenta ser más discreta- agregó dándose la vuelta una última vez antes de marcharse finalmente -tengo demasiadas cosas en que pensar para estar cubriendo tu trasero- murmuró entre dientes, ya muy lejos para que la niña lo escuchara.
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Mensaje por SOFIA SOPHITIA Lun Abr 22, 2019 12:08 pm

Se siente muy floja la historia de este capitulo. Imagine que por tardar mas, seria algo bueno.
Veamos como avanza esto.
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Mensaje por Nightmare Mar Mayo 21, 2019 12:52 am

Tras el descanso en el primer día el grupo de Xia se vio arrastrado a una visita a la ciudad cercana a los territorios de la academia, aunque la pelinegra y el pequeño Nico no protestaron ante la idea, Vali se rehusó vehemente, y en su caso, el acto de “arrastrar” fue más literal que una expresión.

La distancia entre la academia y el pueblo de Beacon se recorría por un tren eléctrico que cruzaba las montañas en un recorrido de treinta minutos, Xia observaba el paisaje del bosque desde la ventanilla de su vagón, sentada al lado de Nico, quien también miraba por la ventana como si ésta lo hubiese hipnotizado.

Al llegar a la estación de la ciudad, todos bajaron del tren, menos Vali, quien tuvo que ser tironeado del brazo por Izarra para que no se fuera de regreso a la academia.

-estas siendo muy inmaduro, ¿lo sabes?- protestaba Xia mientras observaba de brazos cruzados como la chica ursina arrastraba a Vali cual saco de papas, quien se resistía por cada centímetro.

-cuando dije que no quiero venir, no insistan, lo decía en serio- respondía el lupino exasperado -¡bueno ya!- bufo mientras dejaba de hacer fuerza, logrando que Izarra lo soltara -no me hace ninguna gracia, pero los acompañare- dijo rascando su cinturón en donde solía llevar sus espadas.

Lo cierto es que, según leyes de Vale, la porta de armas en zonas urbanas estaba restringida a cuchillos militares y armas de bajo calibre para gente sin una licencia de cazador u otro tipo de certificado militar, para el lupino le sentaba muy mal separarse de sus espadas, aunque aún llevara su cuchillo de combate consigo y vistiera su atuendo de combate.

-¿no podías vestir de forma más normal?- le preguntaba Izarra un poco decepcionada.

-¡esto es normal para mi!- respondió Vali irritado.

Xia observaba la interacción y se permitía soltar una leve risilla, mientras que Nico se limito a suspirar y seguir adelante con las manos detrás de su cabeza, la felina estaba disfrutando un poco de poder pasar algo de tiempo a solas con sus nuevos compañeros de equipo, debido al cansancio del otro día, la interacción social con estos tres había sido más bien escasa.

Izarra era la única con la que pudo tener una conversación abierta, la chica era muy sociable, pero con los otros dos, la cosa se sentía diferente.

Nico parecía que siempre se guardaba algo y no era del todo sincero, parecía tener un secreto que no quería revelarle al resto, aunque mínimo podía entablar conversación con él, Vali, por otro lado, era muy distante, él evitaba activamente las interacciones con los demás estudiantes, incluyendo a los miembros de su propio equipo, limitando las conversaciones con estos a los breves intercambios de palabras indispensable, cosas que solía soltar de forma muy seca, y a veces, incluso hostil.

La chica gato esperaba que en un ambiente más relajado como una visita turística se podría abrir más con sus compañeros, aunque, al ver la tenaz resistencia puesta por el lupino a la idea de venir al pueblo, no se hacía muchas ilusiones.

Nico se daba la vuelta para mirar al resto del grupo detrás de sí notando lo intranquilo que estaba Vali por no llevar sus espadas -¿tanto te molesta no tener tus armas?- preguntaba el peliverde.

-no es fácil separarse de tus reliquias familiares pasadas de generación en generación- suspiraba el lupino resignado.

-había escuchado que en las academias instaban a los alumnos en forjar sus propias armas- dijo Izarra intrigada.

-aparentemente es una costumbre arraigada desde la segunda gran guerra, como método para asegurarse de que los nuevos soldados cuidaran como se debe de sus armas- le responde Xia -¿como hacen en caso de los lobos y osos? casi no se los ve a ustedes en las escuelas de combate básico- preguntaba la pelinegra.

-en nuestro caso simplemente le pedimos un arma personalizada a nuestros artesanos- le respondía Izarra -dicen que no debes confiar en un arma fabricada por alguien quien mínimo no tenga diez años aprendiendo el oficio- agregó con una sonrisa en su rostro.

-como dije antes, mis espadas han estado en mi familia por generaciones, normalmente es así con el resto de nuestras armas- dijo Vali ladeando su cabeza a su izquierda -aunque no somos adversos a la idea de hacernos con armamentos nuevos, pero no confiamos en esas armas “combinadas” de ustedes- dijo casi escupiendo al mencionar el término combinado.

El grupo seguía caminando hasta salir de la estación de tren, paseándose por la calle de la ciudad los chicos podían ver el pueblo de Beacon en todo su esplendor, en tamaño y escala no era nada comparado a las grandes metrópolis que conformaban las capitales de las cuatro naciones, era imposible ver un edificio que fuera más de tres pisos de alto, el estilo arquitectónico del centro antiguo de la ciudad era un recuerdo de la arquitectura estilo de los asentamientos de hace siglo y medio en la nación de Vale construidos con madera y arcilla.

Con el paso del tiempo, el pueblo se fue expandiendo conforme el renombre de la academia aumento, y nuevos edificios se fueron construyendo, siguiendo el paradigma arquitectónico de su respectiva época, llegando a los tiempos actuales, convirtiendo el pueblo en una suerte de viaje en el tiempo.

Xia noto que algunos de los edificios estaban seriamente dañados, en particular, una posada por la que estaba pasando tenía su fachada totalmente destrozada y el techo estaba agujereado en partes -¿Qué ocurrió aquí?- pregunto la pelinegra.

-pudo haber sido un grim- respondió Nico -escuche que en el pasado la vía del tren conectaba con la capital a través de un sistema de túneles que atravesaban las montañas, pero los túneles se infestaron de grims- agregó el peliverde.

-por años los cazadores de la academia se enfrascaron en fieras pugnas con los grimms que anidaron en los túneles, pero nunca lograron expulsarlos- dijo una profunda voz desde un costado del grupo -y cuando se popularizó la tecnología del viaje por aire, decidieron descontinuar esa parte de las vías, sellando los túneles en el proceso- el grupo se daba la vuelta para ver a este hombre quien se metía en su conversación.

Xia se esforzó en contener el asombro al ver a ese hombre, era una montaña, de gran estatura, espalda hacha, fornido, su rostro no aparentaba más de veinticinco años, ojos castaño claro y de cabello oscuro corto y rapado en los costados de la cabeza.

incluso Vali, quien era el más alto del grupo, era un cabeza más bajo que ese sujeto, lo peor era ver lo que cargaba con tres vigas de metal de cuatro metros de largo cada una sobre su hombro izquierdo como si fuera nada, -¡primo Aart!- exclamó Izarra mientras corría a abrazar al extraño.

-¿conoces a este hombre?- preguntó estupefacta Xia.

-el es mi primo- dijo la chica osa volteando la mirada a ver a la felina mientras el hombre acariciaba su cabeza con su mano libre revolviendole el cabello.

-¡¿el campeón del puente Riverwood es tu primo?!- preguntó aún más sorprendido Vali.

-¿sabes quién es él?- preguntó Nico algo confundido.

-Artúr BearCry de la casa Camelot, asesino de bestias, hoja huracán, espada del amanecer y ya mencionado, campeador del puente Riverwood- dijo el lupino cruzándose de brazos -el hombre es una leyenda viviente, cualquiera en el negocio de exterminio de grims lo conoce- se podía notar cierta nota de admiración de parte de Vali en su voz.

-no pensé que llegaríamos a encontrarnos con alguien de su calibre en este lugar tan temprano- exclamó Xia aun sin poder ocultar su sorpresa mientras se llevaba una mano a la cabeza.

-¿Qué haces por aquí primo Aart?- preguntaba Izarra ya separándose del gigante.

-ayudar a reparar ese edificio, por ahora…- dijo el cazador apuntando a la fachada destrozada de antes.

El hombre se encaminó al edificio, donde fue recibido cordialmente por los que trabajaban en la restauración de la estructura, con mucho cuidado Aart dejaba las vigas de metal en el piso, las cuales son medidas por uno de los albañiles, y les da una señal a otros dos a qué punto había que cortarlas.

-¿Aart?- pregunto con una mueca burlona Vali.

-es un apodo que le quedó desde que lo adoptaron en la familia- dijo con una risilla -mi prima Bruna apenas aprendía a hablar cuando lo adoptaron, así que siempre pronunciaba mal su nombre, al final quedó “Aart” como un apodo cariñoso- explicó la muchacha.

-espera, ¿él es adoptado? – preguntó Nico -¿no dijiste que es de la casa Camelot? si mal no recuerdo es una familia muy importante- agregó el peliverde confundido.

Xia soltó un suspiro y explicó -escuche que el patriarca de la familia Camelot repudio a su cuarto hijo varón cuando este solo tenía cuatro años y lo abandonaron en el bosque para morir- la voz de la felina denotaba cierto pesar -a pesar de ser ilegales, muchas familias antiguas de Vale aún practicaban varias costumbres similares de forma clandestina.-

Izarra puso sus manos detrás de su cabeza y dijo con un tono un poco más jovial intentando alegrar el ambiente -mi tío lo encontró deambulando en el bosque cerca de nuestra villa, entonces mi familia lo adoptó- la chica fauno le sonreía a Nico mientras decía esto, quien no pudo evitar devolver la sonrisa sintiéndose un poco más aliviado.

El grupo siguió caminando por un rato hasta que Nico, quien estaba hasta atrás del grupo, se detuvo de repente, Vali se da cuenta de esto por estar a su lado y llama la atención de las chicas -¿Qué ocurre Nico?- le pregunta Izarra preocupada.

-tengo un poco de hambre- informó el peliverde -¿podemos parar en algún lugar a comer?- pregunto un poco apenado.

-solo si Vali maneja sus modales en la mesa- respondió Xia burlona llevándose las manos a la cintura.

-¡hey!- exclamó Vali irritado provocando que todos rieran por su reacción, a lo que el lupino respondió simplemente gruñendo entre dientes y avanzando molesto -busquemos un lugar que no sea muy caro, hablo por todos cuando digo que vamos con presupuesto limitado- aseveró el joven fauno.

-no se preocupen por eso- dijo Nico con una sonrisa confiada -nos tengo cubiertos- al decir, y para sorpresa de todos, esto sacó discretamente del bolsillo de su pantalón un fajo de billetes que era más que todo el capital de los otros tres juntos en ese preciso momento.

El peliverde no podía evitar reír entre dientes al pensar en lo sucedido tres horas antes en uno de los pasillos de la academia:

“El joven Nico examinaba el dinero que el director Dominique le dio, cerciorándose de que no fuera falso, pues todavía no se la creía -¿me das todo esto?- preguntaba el muchacho aun sorprendido.

-soy tu benefactor después de todo- dijo el decano con una sonrisa en su rostro y las manos en sus bolsillos -escuche que irás al pueblo con tus compañeros de equipo, te doy esto para que al menos yo no corra el riesgo de que te atrapen mangueando por ahí- aseveró el hombre mirando al chico con el mentón apuntando ligeramente hacia arriba -tú diviértete y no te lo gastes todo en un día- dijo finalmente marchándose.”
Nota::
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Mensaje por Invitado Mar Mayo 21, 2019 8:40 am

Interesante.

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Mensaje por SOFIA SOPHITIA Mar Jun 11, 2019 3:47 pm

Para cuando otro capitulo???
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Mensaje por Nightmare Miér Jun 19, 2019 1:29 am

Kokoa continuaba caminando por los pasillos de la academia tranquilamente con Yummi que corría alegremente de un lado al otro justo enfrente de ella.

-ve con más cuidado o vas a chocar con algo, o peor, con alguien- protestó Daven que iba caminando detrás de la morena, con Niju a su lado.

-tranquilo, seguro que solo está feliz de salir a estirar las piernas después de hibernar dos días- le decía Kokoa dándose la vuelta a mirar el par mientras seguía caminando de espaldas.

-¡si, si!- decía la chica gato asomando la cabeza por sobre el hombro derecho de la joven Liquor, de algún modo coordinando sus pasos a la inversa con los de su compañera mientras se sostenía de los hombros de la muchacha -¡no seas un aguafiestas!- dijo inflando las mejillas.

El joven rubio soltó un bufido algo exasperado ante la conducta infantil de la felina, a la que Niju soltó una risilla entre dientes en respuesta y una avergonzada Kokoa afirmó -yo nunca dije eso exactamente- mientras ladeaba la cabeza con los ojos cerrados.

El grupo siguió avanzando hasta llegar a un gran salón, era tan vasto como un campo deportivo y varias partes en el piso se encontraban unos grandes tatamis verdes y negros, de las paredes colgaban lo que parecían los androides de combate que se encontraban en el laberinto el día del examen, pero estaban desactivados, la vista de aquellas máquinas puso a Niju visiblemente incómodo.

-¿Qué te ocurre?- preguntó kokoa un poco preocupada.

-¿no será que te encontraste con uno de estos en el laberinto?- inquirió Yummi con un tono más juguetón.

-y casi no paso de esa parte del examen- confesó el joven un poco apenado.

-no se preocupen, están desactivados- dijo un encargando que le hacía mantenimiento a uno al que le habían separado la cabeza del cuerpo.

Lo muchachos se acercaron a ver mejor al hombre y el androide que estaba reparando, su cabeza había sido cercenada de un corte limpio y el mecánico estaba trabajando en lo que parecía una puñalada en el costado derecho.

-nunca había visto estas máquinas- dijo Daven observando a los que estaban colgados de las paredes -¿Qué son exactamente?- preguntó dirigiendo su mirada al hombre trabajando.

-androides de defensa, los desarrollan en Atlas, la idea era que reemplazaran con esto guardias de seguridad y policías- dijo el mecánico sonriendo de forma sarcástica -pero ahora se usa casi exclusivamente para entrenar en las academias de cazadores y otras escuelas militares más avanzadas- mientras hablaba sacaba las piezas dañadas dentro de la coraza del robot.

-me imagino porque al final no funcionaron- comentó Kokoa con una expresión parecida a la del encargado.

-bueno a parte de los problemas económicos y de desempleo, digamos que la inteligencia artificial y los avances en los procesadores y CPUs están décadas, sino que siglos, de conseguir un androide con la capacidad mental de cumplir todas las obligaciones de un ser humano en las fuerzas de seguridad cumple hoy día- respondía el mecánico mientras sacaba lo que parecía un foco quemado y lo tiraba a un lado.

-¿Quién fue el que lo dejó fuera de combate?- pregunto Niju estupefacto -cuando yo me enfrente a uno, apenas logré salir de ese lugar consiente, mucho menos dañarlo así- afirmó cruzándose de brazos algo nervioso.

-¡un golpe de suerte eso fue!- exclamó el mecánico exasperado -estas chatarras están programadas con diez niveles de dificultad, para el examen los ponemos en nivel ocho, en condiciones de clase normales seguramente los pondrá con estas máquinas a nivel nueve- dijo soltando sus herramientas para tomar un largo sorbo de una botella de agua que tenía consigo -uno de los aspirantes del examen logró clavarle una espada corta en el costado a este cuando estaba distraído, resulta que tienden a descuidarse cuando se enfrentan a más de un adversario- decía señalando el punto de entrada del punzón -normalmente eso no sería suficiente como para desactivarlo, pero entonces llegó otro sujeto que le cortó la cabeza de un tajo- decía levantando la cabeza cercenada -no solo tuve que quitarle la cabeza al chico, que se la quería quedar como trofeo, ¡sino que dañaron un montón de piezas importantes con esa endemoniada espada corta!- exclamó de nuevo, tirando a un lado la carcasa del robot.

El mecánico tomaba sus herramientas y se marchaba, no sin antes darse la vuelta para ver a los jóvenes una última vez -recuerden, son libres de usar la sala, pero nada de dust si van a entrenar- dijo seriamente antes de marcharse definitivamente.

Los chicos se miraban entre ellos -así que…- Kokoa rompiendo el silencio -¿nos ejercitamos un rato?- soltó la pregunta al aire.

-sip- dijo Yummi alegremente.

-¡seh!- dijo Daven de forma más seca.

-no tenemos nada mejor que hacer, ¿o si?- pregunto Niju de forma retórica encogiéndose de hombros.

Quince minutos después los cuatro habían regresado al salón con sus armas listas, pero descargadas de dust, los cuatro estaban calentando a su diferente forma cada uno, ya sea haciendo sobra, o dándole vueltas a sus armas o ejecutando un kata.

-¿Cuáles son las reglas?- preguntó una voz y todos se dieron la vuelta a ver que se trataba del director, quien se recargaba por una de las paredes mirando a los estudiantes con su clásica sonrisa.

-¡director!- exclamó Kokoa sorprendida, después de recuperar un poco la compostura -aun no pensamos en nada- confesó la morena un poco avergonzada.

-entonces, ¿Qué tal esto?- dijo el decano avanzando hasta estar en medio de sus cuatro estudiantes -que el último hombre, o mujer, en pie gane- dijo alzando las manos a la altura de sus hombros para luego chocar sus palmas y levantar su dedo índice -el ganador recibirá una pista sobre el examen final de semestre- culminó con una sonrisa pícara.

-¿es eso legal?- preguntaba Niju sorprendido.

-soy el director de esta academia- decía Dominique al alejarse del grupo para luego darse la vuelta a verlos de nuevo -aquí mi palabra es la ley- volvía a aplaudir -comiencen- exclamó al juntar sus manos.

Al escuchar eso y, tras unos instantes de duda, los chicos empezaron con la pelea, Devan empezó a lanzar unos rápidos jabs de izquierda contra Kokoa quien se defendía desviando sus ataques con golpes descendientes de su lanza mientras retrocedía manteniendo la distancia, esperando a que el güero perdiera el equilibrio, dándole la oportunidad para contraatacar.

Yummi hacía alarde de su agilidad felina, cerrando la distancia entre ella y Niju en segundo y tocándolo con sus cuchillos desde dos ángulos a la vez, el joven conseguía defenderse usando su escudo, bloqueando cuatro golpes consecutivos antes de empezar su contraofensiva, lanzaba un tajo diagonal ascendente desde su derecha, la felina lograba desviar el golpe con su cuchillo y se preparó para lanzar un contragolpe, pero Niju fue más rápido y, con un movimiento de muñeca, lanzó otro tajo de izquierda a derecha, forzando a la chica de nuevo a la defensiva, desviando otro golpe con sus cuchillos.

Yummi empieza a hacer distancia dando saltos mortales hacia atrás, Niju la persigue corriendo, solo para recibir un puñetazo en el pecho de parte de Daven que lo manda a volar unos metros, Kokoa intenta atacar al rubio cuando estaba distraído, pero este logra defenderse de la lanza de la morena con sus guantes.

El joven agarra la lanza de su rival con su izquierda y se prepara para darle un derechazo cuando recibe una patada voladora a la cara de parte de la chica gato, aturdiendo y permitiéndole a Kokoa liberar su lanza y derribar a Daven con un golpe del mango a la cabeza, Yummi se lanzó a gran velocidad a por Kokoa atacando con sus cuchillos, poniendo esta a la defensiva, pero la morena logra voltear las tornas derribando a la felina con una patada baja a los tobillos y un golpe de lanza descendiente al pecho.

Kokoa no tuvo tiempo para celebrar esta victoria cuando fue embestida por Niju, el joven descarto toda noción de defensa, atacando con rápidos tajos de su espada y fuertes golpes de su escudo, quitando a la chica de balance, continuando con esta ofensiva hasta que es impactado en la espalda con algo arrojado tan fuerte que provoque que caiga al piso, llevándose a Kokoa por delante con su aparatosa caída.

Cuando los dos se dieron cuenta que el “proyectil” era Yummi, quien había sido arrojada por Daven, el cual procedía a pegar un salto para rematar a los tres de un solo golpe, golpe que solo impactaría el suelo gracias a los rápidos reflejos de los tres.

Niju golpearía a un distraído Daven en la cara con su escudo en venganza a lo de antes, pero el rubio se reincorporaría rápido y le respondería con un puñetazo que Niju no pudo bloquear sin ser forzado a retroceder unos metros, peligrosamente cerca de donde Kokoa y Yummi luchaban de forma muy igualada, la felina era más veloz, pero Kokoa tenía un mejor manejo de su arma aprovechando de su largo alcance.

El director disfrutaba del espectáculo, evaluando las fortalezas y debilidades de los estilos de pelea de cada uno de los chicos con calma, ahora que tenía la oportunidad de concentrarse solo en estos cuatro.

Al cabo de veinte minutos de intenso combate, los cuatro estaban tirados en el piso ya sin fuerzas y con varios moretones por todo el cuerpo.
-¿Quién ganó?- pregunto Daven jadeando.

-pues nadie…- dijo el director agachándose junto a él -pero como no soy un despiadado, les daré un consejo a los cuatro- dijo volviéndose a levantar -empezando por ti Niju- hablaba dirigiéndose al joven que se esforzaba para sentarse en el piso -se mas consiente de tus alrededores cuando peleas, te dejas sorprender muy fácilmente- camino hasta llegar con Kokoa -tu pierdes mucho tiempo en hacer espacio, aprende a luchas de cerca, no siempre tendrás el tiempo o sitio para ese lujo- luego se dirigió a Yummi -tu dependes demasiado de tu movilidad, es tu punto más fuerte, pero si te lo quitan estarás indefensa, no seas un pony de un solo truco- y por último se acercó de nuevo a Daven -buena defensa hijo, pero por el amor al cielo, te descubres demasiado al atacar, nunca bajes la guardia- concluyó para marcharse mientras se metía una goma de mascar a la boca.

Los chicos por su parte intentaban recuperar el aliento para regresar de vuelta a su recámara, después de esto, necesitarían una ducha tibia y una cama cómoda.
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Crónicas de Remnant     Empty Re: Crónicas de Remnant

Mensaje por Dragon2GR Mar Jul 23, 2019 11:40 pm

Jaja a mi me gusto el capitulo, sobre todo por que le toco un poco de convivencia de el team de Kokoa. Ademas, ese director es medio trol, me cae genial.

Es curioso, no se hasta donde, pero todos los compañeros de mi niña estan medio locos, como debe ser xD
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Mensaje por Nightmare Miér Jul 24, 2019 12:36 am

El bullicio del público irritaba a la rubia, Nerwen estaba sentada en las gradas de la arena, separada de las masas mientras esperaba que el resto de aspirantes entraran a la arena. Se sentía extraño ser espectadora al desafío que ella misma tuvo que enfrentar hace unos días y, por lo que había escuchado de boca de los encargados, esto se repetiría una vez más después de este mismo para tener unas tres clases de un máximo de 64 estudiantes cada clase.

La chica permanecía sentada de brazos y piernas cruzadas, cuando de pronto, Ishtar aparece a su derecha -¿Qué haces aquí sola?- le preguntaba alegremente la pelirroja.

La rubia frunció el ceño -revisar a los que vendrán aprobando el segundo intento del examen, preferentemente sola- respondió con tono soez.

Ishtar se sentó a su lado ignorando el tono de su comentario -y yo que me tomé la molestia de llamarlos a ellos- dijo señalando a Kibuka y Galahad que se acercaban a donde estaban ellas.

Nerwen acarició su sien irritada a la vez que soltaba un suspiro. Mientras sus compañeros de equipo varones se sentaban a su izquierda, Ishtar sacó su teléfono y se tomó una foto junto al grupo, a lo que Nerwen levantó una ceja -¿Qué haces?- le pregunto a la pelirroja.

Ishtar se limitó a apretar unos botones en la pantalla orográfica de su teléfono -compartiendo una foto en la red, me sigue mucha gente alrededor del mundo- respondía alegremente.

Nerwen soltó otro suspiro de exasperación -no pensé que alguien con tus habilidades se dedicara a una pérdida de tiempo como esa- dijo llevándose una mano al rostro.

-¡¿pérdida de tiempo?!- preguntó Ishtar levemente irritada.

-parece que va a empezar la pelea- intercedió Kibuka, desviando la atención del grupo a la pantalla gigante en donde aparecía el director Dominique para dar su usual discurso lo cual provocó una gran reacción del público.

-tienes que admitir que el hombre es buen anfitrión de escenario- dijo Galahad mientras se recostaba en su asiento, reposando sus codos sobre el borde de metal.

-sabe cómo motivar al público, no lo negaré- dijo Ishtar inclinándose hacia adelante para ver mejor -pero a mi se me hace un aficionado- agregó reposando su cabeza en ambas manos.

-¿y a ti que te hace tan experta?- preguntó Kibuka con una sonrisa sarcástica.

Mientras que Ishtar se disponía a responderle al moreno, Nerwen sacudía su cabeza en negación y trataba de alejarse de la conversación mentalmente al concentrarse en observar a los aspirantes en la arena. Los ojos de la chica pasaban de uno en uno, tratando de predecir quiénes de ellos serían los cuatro que lograrían aprobar el ingreso.

Como ella recordaba del examen anterior, los aspirantes dentro de la arena eran de un grupo más variopinto: armas, atuendo, actitudes... ninguna era totalmente idéntica a la que la precedía. Algunos aspirantes llevaban con confianza armas de tamaño masivo, mientras otros aspirantes disimulaban pequeñas armas ocultas.

Tan absorta estaba la rubia en sus observaciones que no notó cuando el director terminó su discurso habitual y dio la señal para que comenzara el examen. El sonido de la alarma la había sorprendido un poco, y el espectáculo de la arena finalmente comenzó ante sus ojos.

La lucha comenzó en la arena, los 100 aspirantes se encontraban bastante igualados entre ellos, para sorpresa de Nerwen -esta parte fue bastante dura para mí- confesó Galahad -había recibido una buena golpiza en el laberinto y apenas tuve tiempo de recuperarme- dijo con tono amargo mientras se cruzaba de brazos.

-yo estaba aun un poco mareada por el viaje en zeppelín el día anterior y no pude usar mi patineta tan bien como quería- le respondía Ishtar mientras recargaba su rostro sobre su mano derecha.

Entonces Nerwen se dio cuenta de algo en lo que no había pensado demasiado, ella se mantenía combatiendo a distancia todo ese tiempo, así que no le sería tan obvio, pero cuando tuvo que defenderse a corta distancia le fue más difícil de lo previsto, se cansó más rápidamente, sus movimientos eran más lentos, y sus miembros menos responsivos.

El largo viaje, las noches de sueño incómodas y ser lanzada al examen sin posibilidad de descansar debidamente habían sido más de lo que cualquiera podía soportar fácilmente, los tenían a prueba desde el momento en que emprendieron el largo viaje desde casa.

Ahora los aspirantes estaban descansados y luchaban en mejor forma que antes, mostrando más habilidad de lo que ella había predicho, los combatientes estaban en su mejor forma después de todo.

-¿les gusta el espectáculo?- dijo una pelinegra conocida.

-hola Xia, ¿Cómo estás?- preguntaba Ishtar con tono alegre.

-podría estar mejor- confesó un poco cabizbaja.

-andamos buscando a Vali, pero no parece estar aquí- decía Kokoa al aparecer justo por detrás de la chica gato.

-¿es por lo de anoche?- pregunto Galahad.

-no me digan que ustedes también lo escucharon- dijo Xia apenada.

-todo el piso escucho a ese lobo aullar dormido- dijo Nerwen con tono ligeramente irritado mientras se cruzaba de brazos -parece que sus pesadillas impiden que duerma bien alguien mas que solo él- aunque el tono de la rubia fuera algo tosco, Xia no pudo sino disculparse por la trasgresión de su compañero de equipo, puesto que la noche anterior, Vali despertó a todo mundo al aullar dormido en una pesadilla.

-de todos modos…- dijo Xia intentando cambiar el tema -lo estoy buscando, el desgraciado a estado evitándome todo el día, seguro para no recibir su justa reprimenda- dijo la pelinegra mientras apretaba su puño irritada.

-ni te molestes- intervino Kibuka -vi que se lo llevaron a la oficina del director por el asunto de los aullidos nocturnos- dijo recostándose sobre su asiento.

Ante esto Xia quedó bastante sorprendida, pues no pensaba que las autoridades de la academia actuaran tan rápido sobre un asunto tan trivial como este, solo esperaba que todo saliera bien.

****************************************************************************************************************

Después del segundo examen, Dominique estaba revisando unos papeles en su oficina, certificados que firmar, actas que autenticar, otro de sus pesados deberes como director de la academia, cuando decidió levantar la mirada para posarla sobre el joven lobo que estaba sentado al otro lado del escritorio.

Vali estaba sentando con la cabeza inclinada hacia el frente, mirada baja y las manos entre las piernas, agarradas del borde de la silla, su mirada estaba baja y se notaba fácilmente lo inquieto que estaba -así que…- dijo el decano, rompiendo el silencio mientras dejaba caer sus papeles sobre el escritorio y se recostaba en su silla -¿quieres contarme qué fueron esos aullidos?- preguntó con tono calmado.

El joven lobo trató de relajarse un poco antes de responder -no es nada realmente…- dijo algo tímido -solo un mal sueño- concluyó finalmente pudiendo sostener la mirada con el director.

Dominique lo observó unos segundos y luego suspiro -hijo, ¿estás familiarizado con el término estrés post traumático?- a escuchar estas palabras las orejas lupinas de Vali se erizaron de golpe.

-¿Qué tiene que ver eso?- preguntó el muchacho un poco contrariado a lo que el decano levantó su mano derecha en señal de que se calmara.

-no llegué a director de esta academia por nada, conozco tu historia, como la de todos los estudiantes que aprobar el ingreso como tú en tu día, los del día de hoy y conocere las historias de los que vendrán dentro de otros tres días- dijo Dominique con tono serio mientras juntaba sus manos sobre el escritorio -sé por lo que pasaste, en más de una manera…- tomó una pausa, a pesar de no haber dicho nada más todavía Vali podía intuir en su mirada lo que deseaba comunicarle -yo también luché en esta guerra y perdí a seres queridos, no dejes que el dolor de tu pérdida de derrumbe.

Dominique notó lo perplejo que estaba Vali, el director soltó un suspiro y le señaló que se podía ir con un gesto de la mano -no te preocupes demasiado, no estás en problemas, pero intenta que no se repita- tras escuchar estas palabras el lupino abandonó la oficina del director silenciosamente con la cabeza abajo.

Dominique se dejó caer sobre su asiento mientras soltaba un fuerte suspiro de alivio una vez el muchacho se había ido -extraño mis cigarrillos ahora…- se quejó.
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Crónicas de Remnant     Empty Re: Crónicas de Remnant

Mensaje por Nightmare Jue Sep 26, 2019 5:26 pm

El mundo daba vueltas sin parar… bueno no exactamente, lo que daba vueltas era Xia a la que lanzaron desde el tren al bosque debajo junto a sus compañeros de grupo cuando pasaron por un punto en el que estaban seguros que no los matarían.

Gracias a sus reflejos felinos la pelinegra fue capaz de aterrizar de pie, aunque un poco torpemente, antes de chocar de frente contra un árbol, el resto de sus compañeros no tuvieron mucha más suerte con sus respectivos aterrizajes, Izarra se quedó enredada en unas ramas, Nico terminaría también colgando de una rama y Vali término patas arriba al caer en un arbusto.

La chica gato se despegó del árbol, ilesa gracias a la protección de su aura, mientras se volteaba a mirar por donde habían caído -no puedo creer que nos arrojaran del tren- se quejo la chica mientras se quitaba hojas y ramitas del cabello.

Vali se levantó sacudiéndose el polvo de la ropa, también ileso gracias a su aura -conociendo al director, no me sorprende, seguramente nos hubiese hecho pasar por todos los otros peligrosos retos incluso sin la conveniente protección del aura- dijo mientras se rascaba la cabeza.

Las ramas que sostenían a Izarra finalmente cedieron dejándola caer al suelo, contra el cual la ursina se estrelló riendo antes de decir -aaauh… jejejejeje…- mientras se levantaba.

La rama de la que colgaba Nico era más grueso, el muchacho más ligero que su amiga, así que aún estaba colgado de la rama intentando sentarse -¿alguien sabe porque nos arrojaron a la jungla?- pregunto el peliverde.

-probablemente un castigo por lo que hizo Vali hace unas noches- dijo Xia mirando a su alrededor.

-y yo pensé que la terapia forzada era suficiente castigo- moteo Vali dejando caer sus hombros.

-aaaaw- exclamó Izarra -¿necesitas que te arrulle de nuevo?- le pregunto mientras juntaba sus manos junto a su mejilla derecha.

Al escuchar esa proposición un escalofrío recorrió la espalda del lupino -¡NO!- exclamó tajante -¡jamás sentí tanta vergüenza en vida mía!- agregó con tono ultrajado.

-¿que fue más vergonzoso?- pregunto la pelinegra llevándose las manos a las caderas con una sonrisa pícara en su rostro -¿Qué te cargara como un bebé, o que estuviésemos presentes para ver lo ocurrido?- dijo la chica fauno burlándose de su compañero.

Una risilla salió del peliverde ante los comentarios de la felina, quien estaba sentando de la rama en la que aterrizó con sus piernas colgando -puede que lo que más le mortifica es que en el fondo le gusta que lo arrullen- dijo el joven Nico compartiendo el tono pícaro de Xia en su voz.

-Oh ja… ja… ja- rió sarcásticamente Vali mientras caminaba hasta llegar debajo de la rama donde estaba sentado Nico y jalarlo con fuerza de una pierna provocando que cayera de trasero en el suelo -¿y ahora qué hacemos?- pregunto el lupino mientras miraba a sus alrededores.

-Oooooch…- se quejo el peliverde mientras se levantaba y sobaba sus posaderas -¿a qué vino eso, grandote?- antes de que pudiera quejarse se escuchaba el sonido de algo acercándose a gran velocidad.

Al levantar la mirada, el grupo vio como lo que parecía un halcón robot se acercaba volando hacia ellos, este se apoya sobre la rama en la que estaba sentado Nico y abre su pico del cual se proyecta un holograma del director Dominique.

-Hola estudiantes- saludo el director con un gesto de la mano -mereces explicaciones del porque fueron forzados a bajarse del tren de esta manera, bienvenidos a su siguiente examen, una prueba de supervivencia para medir sus capacidades en el exterior, como cazadores lucharán tanto en ambientes urbanos abandonados como, y más frecuentemente, bosques y selvas como estos, así que este es el tema, tienen 72 horas a partir del medio día de hoy para regresar a la academia a pie, los que lleguen en menos de ese tiempo recibirán una recompensa especial, los que no, recibirán un castigo por no cumplir con la expectativas del staff de la academia, por último, este mensajero los guiará a un escondite donde tendrán acceso a agua y provisiones para el viaje, fuera de eso, están por su cuenta.-

****************************************************************************************************************

Kokoa estaba intranquila mientras permanecía sentada en su asiento, no había vuelto a ver a Xia y su grupo desde que los llamaron al vagón de atrás y tampoco nadie le decía que sucedía -tranquilízate, seguro que están bien- le decía Kibuka quien estaba sentado junto a los miembros de su equipo del otro lado del vagón.

-No lo se Kibuka, me parece extraño que nos estén llamando un equipo a la vez a los vagones posteriores antes de llegar a la zona del siguiente examen y sin decirnos nada- contestó la muchacha sin poder enmascarar su inquietud.

La morena se volteo a mirar a sus compañeros de equipo, Yummi, quien estaba sentada al lado suyo del lado de la ventanilla, miraba animada al paisaje abajo, mientras que Niju, quien estaba sentado en frente de la chica gato, parecía absorto en sus pensamientos, por su parte Daven se había quedado dormido inclinando su cabeza hacia el pasillo.

De pronto llegó uno de los encargados de la academia de los vagones posteriores -ok, siguen ustedes- dijo el hombre mientras observaba una lista que llevaba en la mano y le ponía la mano en el hombro a Daven, despertándose de improviso -vamos, síganme- dijo dándose la vuelta con la intención de regresar por donde vino.

-Disculpe- exclamó Kokoa de repente haciendo que aquel hombre se detuviera en seco -¿Qué ocurre que nos llaman a los vagones de atrás?- preguntó la joven mirando al encargado.

-Solo una pequeña prueba de rutina- dijo en encargado con voz comprensiva -un pequeño examen de aura, luego los movemos a los vagones de atrás donde serán capaces de bajar con sus armas encima sin problemas una vez que lleguemos- habló el hombre señalando el lugar al que quería ir -por cuestiones de seguridad no podemos dejar bajar estudiantes armados con el resto de pasajeros, ustedes bajarán por el fondo del tren, reglas de la estación- finalizó encogiéndose de hombros, como si todo eso le pareciese ridículo.

-¿ves que te preocupabas por nada?- le decía Kibuka desde su asiento.

-Si- asiento Kokoa sonriendo ya más tranquila, ella y sus compañeros de equipo tomaron sus armas y siguieron al encargado que los llevo tres vagones de pasajeros atrás en el tren, en el tercer vagón Kokoa noto que todos los pasajeros eran empleados de la academia desde el segundo vagón que atravesaron.

El encargando los llevó hasta el fondo del tercer vagón y los chicos notaron que lo que seguía era una plataforma para contenedores vacía -¿aún tenemos que seguir?- pregunto preocupada Yummi.

-si aquí en la plataforma se realizará la prueba de rutina, una vez hecho esto pasarán a la seguirán hasta el último vagón- dijo el hombre mientras le hacía señas al resto de sus colegas en el vagón.

-¿no es peligroso?- intervino Niju, compartiendo la preocupación de sus compañeros, mientras notaba como otros cinco encargados se levantaba de sus asientos.

-un poco, pero es una de las mejores maneras que tenemos para medir su manejo de aura en una situación de estrés- les dijo el hombre con tono sincero -mis colegas y yo estaremos con ustedes, pendientes de que no ocurra ningún accidente- les informo haciendo gestos con las manos para que se calmaran.

Después finalizó informándoles -lo que quiero que hagan es simple: se pararan relativamente cerca del borde de la plataforma, encargando al precipicio, cerraran los ojos y activaran sus auras, yo y mis colegas observaremos como la sostienen siendo embestidos por el fuerte viento y estaremos atentos para evitar que se caigan- para luego abrir la puerta y salir a la plataforma.

Los jóvenes siguieron dubitativo a aquel hombre, pero no había remedio, era una prueba de rutina, y tendrían a seis capaces empleados de la academia cuidándolos.

Los chicos fueron instruidos a formar una fila cerca del borde de la plataforma, tras lo cual, los empleados formaron un semicírculo de seguridad alrededor de los estudiantes, cuatro de ellos estaban detrás de Kokoa y su equipo, un empleado por estudiante, y los últimos dos estaban a los costados de los extremos de la fila.

-¡comiencen!- escuchan gritar a uno de los empleados a pesar del fuerte ruido del viento y la maquinaria del tren, y los jóvenes cierran los ojos y activan sus auras, al cabo de un rato, con sus auras defensivas puestas al máximo, sienten que el tren se acerca a una curva y de pronto, los chicos, los cuatro a la vez, sienten como son pateados en el trasero de forma simultánea y perfectamente ordenada, arrojándose a una colina bastante empinada, pero no lo suficiente como para representar un peligro para alguien con su armadura de aura activa al caer por ella.

Al ver rodar a los jóvenes los seis encargados empezaron a reír de buena gana -¡buen trabajo Johnny!- dijo el encargado que le había dado la patada a Daven -tu si que sabes como manejarte con estos jóvenes- le decía mientras se doblaba sobre las rodillas de tanto reír.

-que puedo decir…- dijo el hombre que había escoltado a los chicos hasta la plataforma mientras se ponía unos lentes de sol para poder ver mejor el paisaje -uno aprende muchas cosas trabajando personalmente con el director-
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Mensaje por Slyfersakura Sáb Oct 26, 2019 12:22 am

Entonces arrojan a los chicos desde un tren en movimiento sin avizo mas que elevar sus escudos aura XD
Me pregunto cual es el indice de mortandad de esa escuela
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Mensaje por Nightmare Lun Ene 27, 2020 1:44 pm

Ishtar estaba haciendo un inventario meticuloso del equipo que la academia les había dejado para la travesía, el vivir en las fronteras de la civilización toda su vida la había moldeado en una superviviente diligente, aunque nunca llegó a encontrarse en la situación de tener que moverse a pie por tan larga distancia en territorio desconocido sin ninguna guía a parte de una brújula.

La pelirroja salió del búnker para ver que sus compañeros Nerwen y Galahan estaban parados junto a un árbol, teniendo una acalorada discusión.

La rubia se notaba visiblemente enojada -¡¿Cómo se les ocurre hacer algo así?!- se quejaba Nerwen exasperada -entiendo la necesidad de poner a prueba nuestras aptitudes de supervivencia… ¡¿pero arrojarnos de un tren en movimiento?! ¡ESTO ES IMPERDONABLE!- exclamó llevándose las manos a la cadera y pateando el piso con una pierna, prácticamente echando humos de tan enfadada que estaba.

Por su parte Galahad estaba quitándose las últimas espinas de su ropa, resignado a escuchar las quejas de su compañera -mínimo agradece que tu no caíste en un arbusto espinoso, el aura me protegió de la caída y mi armadura de las espinas, pero, aun así, siguió doliendo- suspiro el caballero.

Ishtar se acercó a ellos cargando tres mochilas -bueno nos habrán echado a patadas de un tren en movimiento, pero no mintieron sobre las provisiones, toma, en esta esta toda la comida más dos cantimploras con agua- dijo pasándole una mochila militar con mimética a Galahad -no creo que el agua nos alcance, a todo esto, ¿Dónde está Kibuka?-

El muchacho la tomó y se la colocó en la espalda para luego revisar una de las cantimploras -supondré que esperan que sepamos cómo distinguir agua potable de la que no es, pero aun no nos exigen vivir del todo de la naturaleza- dijo sin ningún atisbo de sarcasmo en su tono -ah, y Kibuka se subió al árbol para tener una visión más general de la zona- agregó señalando la copa del árbol con un pulgar donde su compañero encapuchado estaba sentado en una rama observando el horizonte.

Ishtar se limitó a sonreírle mientras le pasaba una mochila igual a la anterior a excepción de una enorme cruz roja en el medio -esta tiene suministros médicos esenciales, la cantidad de antitoxinas y antídotos contra venenos varios no me agrada- dijo un poco más preocupada.

Nerwen inspeccionó el contenido de la mochila por pura curiosidad y confirmó lo que su compañera había dicho, dentro de esta se encontraba a parte de las reglamentarias vendas, algodón y alcohol desinfectante, una sorprendente variedad de antídotos contra diferentes tipos de toxinas, la doncella reconocía varios, pero otros nunca los había escuchado -todos los antídotos que pude reconocer son para plantas, supongo que no tendremos que preocuparnos demasiado por serpientes venenosas- dijo la chica mientras volvía a cerrar la mochila y ponerla en su espalda -¿de que es la tercera?- pregunto señalando la mochila que Ishtar llevaba a cuestas.

La pelirroja dio un saltito dándose cuenta de a lo que se refería su compañera y se dio la vuelta para dejar verla mejor, era idéntica a las otras dos, sin contar la cruz roja de la que cargaba las medicinas -equipos de supervivencia: unos binoculares, cuerdas, linternas, bengalas, palos luminiscentes, repelente de insectos en gel, baterías de respaldo, una brújula y fósforos para encender fogatas- Ishtar dio vuelta de nuevo para encarar a sus dos compañeros -también encontré un machete- dijo levantando la herramienta enfundada por sobre su cabeza para que los demás la vieran.

-¡qué bien!- exclamó Galahad acercándose a Ishtar para poder ver más de cerca la herramienta, para luego tomarla educadamente de sus manos y desenfundarla para examinar el filo -tenía miedo que tendría que arruinar el filo de mi espada cortando madera para la noche- dijo devolviéndole la herramienta a la pelirroja.

Nerwen golpeó el tronco del árbol donde Kibuka estaba apostado con la culata de su rifle para llamar su atención -¿Ves algo centinela?- gritó para hacerse escuchar.

Kibuka se asomó hacia abajo para ver -desde aquí distingo un río, debe estar como a 10 kilómetros de aquí, fuera de eso no distingo mucho más, el bosque es muy espeso, noto muchos desniveles, habrá que avanzar con cuidado- el moreno gritó en respuesta para hacerse escuchar y luego empezar a descender del árbol con bastante destreza.

Una vez llegado abajo, Ishtar le lanzó a Kibuka el machete y los binoculares -visto que no cargas con ninguna mochila te toca abrir paso y hacer de vigía- dijo la pelirroja con una sonrisa -ya te hiciste voluntario para uno de esos dos roles- agregó con una risilla.

Kibuka respondió la risilla con una propia mientras se colgaba los binoculares del cuello y ataba la funda del machete del cinturón junto a su arma -eso me pasa por andar de entusiasta- exclamó mientras desenfundaba el machete -¿Qué dirección tenemos que seguir?- preguntó mientras se apoyaba la herramienta sobre el hombro.

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Se aproximaban las horas del atardecer, el grupo de Xia avanzaba por el bosque sin pausa, Vali dictaba el camino ayudándose de la brújula y su experiencia de vivir en la intemperie, combinación que le daba un gran sentido de orientación. A pesar del guía, solo el pequeño Nico caminaba detrás del lupino, Xia estaba poniendo a prueba su agilidad felina sobre las ramas de los árboles, trepandose, columpiándose y saltando de un lado al otro, por su parte, la fácilmente emocionable ursina le daba uso de su semblanza para seguirle el paso a su compañera felina.

Nico desvio la mirada de Vali en frente suyo que cargaba con la mochila de herramientas, para observar a las dos chicas columpiándose por las ramas mientras ajustaba de un tirón la mochila de medicina en su propia espalda -nunca pensé ver a una osa trepando árboles- expresó el peliverde con una sonrisa en el rostro.

El chico lobo levantó la mirada para observar la misma escena que su compañero contemplaba -si puede, pero solo lo hacen si encuentran algo de interés hay arriba- afirmó Vali soltando una leve risotada.

De pronto Nico se dio cuenta de algo que le borró la sonrisa del rostro -espera…- musitó con tono preocupado -si algo tan grande se trepa a un árbol, ¿no corre el riesgo de caerse?- cuestionó el peliverde alarmado.

-¡correcto!- exclamó el lupino -pasa bastante seguido- declaró finalmente encogiéndose de hombros.

Como si por haber escuchado una señal preordenada, se escuchó el claro sonido de una rama partirse bajo el peso de la chica osa, quien cayó de trasero sobre un arbusto de forma aparatosa -justo así es como suele pasar- declaró con una sonrisa en el rostro el lupino.

Nicolas negó con la cabeza y fue a ayudar a Izarra a levantarse -ten más cuidado, ¿Qué pasaría si algo le pasara a la comida?- protestó el joven señalando la mochila que la chica llevaba en su espalda.

-lo siento…- dijo Izarra apenada.

-déjala estar- intervino Vali -tomando en cuenta que tanto ella como yo somos experimentados cazadores y recolectores no perdemos demasiado si algo le pasara a la comida- declaró el lupino.

-aun así, no es como que tengamos el lujo de tomarnos el tiempo de desviarnos de nuestro camino en busca de nuevas provisiones- volvió a protestar el peliverde.

Vali se llevó las manos a la cintura y dio vuelta a los ojos, a la vez que soltaba un leve suspiro por la nariz -hablando de desvíos…- dijo dando un paso al frente -¡gata salvaje! ¡regresa aquí!- dijo de un grito para hacerse escuchar por Xia, quien se estaba adelantando demasiado al resto del grupo.

La chica gato se dio la vuelta, dándose cuenta cuanta distancia estaba poniendo entre ella y sus compañeros, avergonzandose de tener que admitirse a sí misma que, encima, no tenía idea de donde estaba yendo, se dio media vuelta y regresó saltado y columpiándose por las ramas de la misma forma en la que se había ido, hasta que finalmente, dando una voltereta en el aire aterrizó perfectamente de pie a unos pasos de sus camaradas.

-lo siento chicos… me deje llevar- se disculpó Xia encogiéndose de hombros y juntando sus manos detrás de su espalda.

-parece que salir de la jungla de concreto te resultó intoxicante- le reprocho Vali cruzándose de brazos.

Izarra ya levantada le puso una mano en el hombro al lupino -¡hay déjala!- exclamó algo irritada -solo se estaba divirtiendo un poco- dijo mientras se acercaba para abrazar a Xia con un solo brazo.

El lupino soltó un bufido despectivo -bueno si la gatita va a querer estar trepada en los árboles tanto mejor que…- de pronto se quedó callado, sus orejas lupinas comenzaron a moverse detectando sonidos a su alrededor, el lobo comenzó a observar sus entornos con una expresión seria.

Nico se le acercó con la intención de preguntarle a su camarada que ocurría, cuando el lobo puso su dedo índice sobre sus labios en señal de silencio. El peliverde miró a sus otras dos camaradas en busca de respuestas cuando vio como ellas estaba en un estado similar que su compañero, Iza había sacado sus garras observando fijamente la dirección a la derecha del muchacho.

Xia también se encontraba en un alto estado de alerta, aunque, a diferencia de Vali e Izarra, esta se notaba más alarmada, como si, al contrario que los otros dos faunos, ella no supiera que se aproximaba.

De forma lenta y en silencio, la pelinegra desabrocho las tres barras de metal de su cinturón y las juntó formando su báculo.

Por su parte, Vali se quitaba la mochila y la dejaba lentamente en el piso, desenfundando sus espadas lentamente.

Nico siguió el ejemplo de su compañero, dejando su equipaje en el piso y desenfundando sus gladios.

De pronto el peliverde noto un súbito cambio en el ambiente del lugar, el aire se sentía más frío, los sonidos habituales de los animales del bosque se habían interrumpido sin más, pudo sentir que algo se aproximaba desde la dirección en la que sus camaradas miraban, algo siniestro, primordial, maligno y antinatural.

Los cuatro muchachos habían formado un semicírculo, encarando lo que sea que se les aproximaba, Xia aflojaba y apretaba el agarre de su arma nerviosamente, mientras respiraba de forma lenta por la boca en un intento de mantener la compostura.

De pronto lo que estaban esperando salió de entre los árboles con pasos lentos, Nico y Xia no podían creer lo que veían, esa… criatura… ese ser… parecía estar conformado completamente por oscuridad, como si la negrura primigenia hubiese tomado forma para dar un paseo, los únicos rasgos distinguibles, a parte de su silueta difuminada, eran unas marcas rojas alrededor de su cuerpo que parecían marcas como cicatrices, dientes afilados con los que se podía notar un hocico alargado y una boca imposiblemente grande, en su cara descansaba una máscara hecha de algún material blanco con intrincados diseños rojos a forma de espiral que recordaba la cara de un zorro.

La luz que no parecía ser absorbida por el cuerpo de la bestia era la de sus ojos color carmesí con los que observaba a los cuatro chicos, unos ojos en los cuales solo se podía ver reflejado una cosa, algo más profundo que la ira o mas violento que el miedo; un odio de magnitudes incomprensibles a la mente humana se albergaba en los ojos de esa monstruosidad.

Xia reconoció finalmente a que se estaba enfrentando, este era su primer encuentro contra lo que se suponía que la entrenaban a combatir, un Grimm, había escuchado las historias y visto los retratos, pero nada de eso la había preparado para el impacto que le causaría encontrarse por primera vez a uno.

El engendro que hasta el momento se había desplazado en cuatro patas se irguió sobre sus patas traseras como un humano, midiendo más de tres metros de alto, la bestia exhibía un cuerpo que era una combinación quimérica entre felino, canino y simiesco, la forma de una aberración retorcida nacida como insulto a la madre naturaleza.

El Grimm extendió sus “brazos” y soltó un poderoso alarido abriendo completamente su horrenda boca.

Un sonido terriblemente profundo que se escuchaba como la impía combinación de una voz humana y animal salía de la garganta de aquel demonio.
De pronto Vali respondió al grito de batalla del Grimm con su propio aullido, este no era el lamento que mantuvo despiertos a todos sus compañeros de clase hace unas noches pues sonaba más como un llamado a las armas, Izarra siguió con su propio rugido bestial y ambos se lanzaron a la carga contra la abominación en frente de ellos.

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Los sonidos de unas bestias aullando en la distancia distrajeron a la muchacha de su vigilancia -¿será que estos pulgosos no son capaces de tener la decencia de destazarse el uno al otro en silencio?- preguntó la morena con tono despectivo antes de volver a observar sus alrededores ayudando sus ojos verdes con la mirilla de su francotirador.

A la distancia podía notar varios grupos de otros estudiantes desplazándose por el bosque, muchos de ellos siendo acechados por las oscuras siluetas de los que, indudablemente, se trataba de Grimms locales.

La morena sonrió con un poco de ironía ante la situación, “el cazador que se volvía la presa”, parecía, a los ojos de la francotiradora lo más adecuado para aquellos sin la habilidad de darse cuenta cuando el enemigo estaba cerca.

-Zoreen, ¿ves algo desde allá arriba?- la voz de una de sus compañeras la distrajo de nuevo, a lo que la chica miró hacia abajo para mirarla.

Aun desde la copa del árbol en la que se encontraba podía notar el mohicano rojo del fauno Camielie, quien la observaba desde hay abajo con las manos apoyadas sobre los mangos de sus espadas cortas.

Zoreen bajo del árbol con toda la gracia y elegancia de la que podía hacer gala, hasta llegar a estar cara a cara con su compañera, a comparación la chica fauno tenía un aspecto imponente, siendo casi una cabeza entera más alta que Zoreen, Camielie también exhibía un físico entrenado, esto junto a sus vestimentas militar mimética y su piel oscura le daban el aspecto de mercenaria salida de las regiones más incivilizadas de Vacuo, un país ya de por sí bastante salvaje.

Zoreen cargó su rifle sobre la espalda y se ajustó el cabello con una mano -no hay más amenazas en el camino por lo menos por unos tres kilómetros- dijo con tono afable -¿terminamos aquí?- pregunto mirando a la hiena con una sonrisa afable.

Camielie respondió a la sonrisa de su compañera con la propia, enseñando su intimidante dentadura -tu chambelán aun no acaba de despachar al desgraciado que nos intentó emboscar- dijo señalando detrás de ella donde un enorme chico estaba sobre el cuerpo de un Grimm que parecía la mezcla entre un gorila y una tortuga, moliéndolo a golpes con sus puños armados con unos rompe nudillos con pinchos tan grandes como sus enormes manos.

Zoreen tuvo que disimular el escalofrío que le producía ver esos dientes de depredador de la chica hiena, sabía que la chica fauno era consciente de lo mucho que le incomodaba esa “sonrisa” suya y solo la hacía para molestarla.

Suspirando se apartó de la morena para dirigirse donde estaba el joven gigante que aún se disponía a destrozar al monstruo debajo de él -¿te falta mucho Obelix?- preguntó con un falso tono de alegría.

Aun continuando su golpiza, el muchacho de cabello negro dio vuelta la cabeza para mirarla en la cara con esos pequeños ojos negros suyos y sonreírle apenado -lo siento mucho de verdad jefa, este es más duro de lo que pensé, acabare en seguida- al afirmar esto aumentó el ritmo de los golpes, hasta que el Grimm finalmente se disipó en el aire, dejando solo su máscara de simio y un líquido negro de nefasto olor sobre las armas y armadura de cuero negra del muchacho, como únicas pruebas de su existencia.

Satisfecha Zoreen junto sus manos y las llevo aun juntadas al lado izquierdo de su cara exclamando -muy bien Obelix, ahora vámonos, pero no te olvides de limpiarte bien, no querrás apestar a sangre de Grimm por el resto del camino- tras decir esto se volvió a acercar a Camielie -¿y dónde está ella?- le pregunto a la “mercenaria”.

La morena se encogió de hombros y se rascó una de las partes rapadas de su cabeza -dijo que fue a hacer reconocimiento por su cuenta- afirmó cruzándose de brazos -mencionó que lo espeso de los árboles te haría difícil tener una imagen clara de los alrededores- concluyó en un suspiro.

Un gruñido exasperado salió de la boca de Zoreen al escuchar esto -¡le dije que se quedara quieta, que una vez que Obelix acababa con esa peste, nos pondríamos en marcha de nuevo!- exclamó irritada mientras se masajeaba las sienes.

De pronto, saltando desde uno de los arbustos, una chica de cabello plateado, vistiendo con un atuendo tipo chino, pantalones militares, botas gruesas y una tiara dorada con un cuerno a la altura de la frente salió saltando con gran agilidad y rapidez -confirme que no hay más madrigueras de Grimms subterráneas u otros escondites cerca, podemos avanzar tranquilos por ahora- dijo la chica cruzándose de brazos paseando la vista de sus ojos color cielo azul por cada uno de sus compañeros.

Obelix se le acercó tranquilamente mientras limpiaba el líquido negro de sus rompe nudillos con un pañuelo -no debes hacer eso Duet…- dijo el gigante con tono amable -sabes que la jefa se pone de mal humor cuando no le hacen caso- la preocupación del rostro del muchacho era visible, sin embargo, Duet se limitó a mirar en su dirección mientras este le hablaba.

Zoreen soltó un suspiro de resignación -bueno ya no importa…- dijo mientras se llevaba una mano al rostro unos instantes, para luego volver a mirar al resto del grupo -recojan todo y sigamos, cuanto antes nos movemos antes nos salimos de este espantoso lugar- ordenó más calmada antes de dirigirse a Camielie -visto que contamos con tu visión nocturna sugiero que cuando tengamos que parar por la noche tu hagas un poco de reconocimiento adelantando, si eso no te molesta claro- dijo la muchacha con otra sonrisa simulada en el rostro.

Camielie soltó una leve risotada que sonaba como la característica risa de una hiena y se encogió de hombros una vez más -de todos modos, disfruto de unas caminatas nocturnas- dijo volviendo a sonreír en su forma característica.

Cuando estaba segura de que la chica fauno no la pudiese ver Zoreen soltó una mueca de disgusto y siguió caminando en medio del grupo, con Duet enfrente de ella, y Obelix y Camielie siguiéndola de cerca.

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Los rugidos de batalla de Vali y Izarra tuvieron un doble efecto, por un lado, el Grimm perdió la iniciativa del combate al ver a los dos faunos cargando contra él, al mismo tiempo, Xia y Nico habían sido liberados del momentáneo transe en los que habían sido inducidos por la aparición del monstruo en frente a ellos.

El lupino es el primero en lanzarse contra la bestia quien responde con una zarpada de una de sus garras superiores, la cual se veía espantosamente humana, pero los reflejos del fauno son más rápidos y consigue evadir el golpe rodando hacia el frente y quedando atrás del Grimm quien se volteaba para lanzarle otro golpe.

Iza aprovecha la distracción y salta hacia adelante con sus garras extendidas cayendo sobre el monstruo con todo su peso.

El Grimm reacciona a tiempo, evitando ser enzarzado con las garras al agarrar los brazos de la ursina, pero ambos terminan cayendo al suelo forcejeando ferozmente, Vali y Xia intentan asistir a su compañera, pero, cuando esta estaba cerca de alinear un tiro con sus armas de fuego a la cabeza de la criatura, el Grimm revela otra arma escondida. Una cola, larga y fina, se enrolla alrededor de la cintura de Izarra y la avienta contra un árbol al improviso.

Xia se preparó para lanzarse al ataque contra él, pero Vali se interpuso en su camino. Antes de que pudiese protestar, Xia vio como el Grimm se levantaba de un salto, agitando las garras y su cola como si fueran látigos, amenazando con hacer trizas cualquier cosa que se le acercara demasiado.
El pequeño Nico, quien había combinado sus dos gladios en el modo de espada larga, al darse cuenta que contra un enemigo tan grande unas armas de tal corto alcance serian ineficaces, se había limitado hasta ahora a mantenerse en medio del monstruo y el lugar donde aterrizó Izarra para darle tiempo a levantarse si es que el Grimm iba a por ella mientras está aún estuviese aturdida.

Por suerte para el chico, el engendro estaba muy ocupado lidiando con Vali, quien de nuevo se lanzó al ataque, enfrascándose con él en un feroz combate cuerpo a cuerpo.

Ambos intercambiaron ataques a un ritmo frenético, pero ninguno conseguía dar un golpe decisivo, la piel de los antebrazos del Grimm resultó muy dura para que las espadas de Vali pudiesen dejar más que unos rasguños, a su vez, el lupino, haciendo alarde de un buen juego de pies, conseguía evadir y parar todos los ataques lanzados por las garras de la criatura.

Los reflejos del lobo fueron puestos a prueba cuando el Grimm lanzó un ataque sorpresa con su cola, la cual chasqueó como un látigo a centímetros de la cara del joven, dando un paso hacia atrás consiguió ser golpeado de lleno, pero, aun así, la distracción fue suficiente para romper su concentración y permitirle a su enemigo una oportunidad para atacarlo.

El Grimm se abalanzó hacia Vali, sus dientes buscando el cuello de su rival, Xia fue más rápida, clavando su bastón en un costado de la mandíbula de la bestia, desviándolo de su curso, permitiéndole a Vali quitarse del camino.

Xia giro el bastón sobre su cabeza y finalmente, se lanzó al ataque, soltando una ráfaga de golpes y estocadas sobre el Grimm, quien no pudo más que levantar sus brazos en forma de guardia al recibir semejante asalto.

A pesar de su combinación de golpes, la felina hacía poco progreso, pues el Grimm se defiende muy bien, evitando exponer partes vulnerables de su cuerpo, al completar su secuencia, Xia dio un paso atrás, queriendo recuperar el aliento y replantear su ofensiva, pero, la cola látigo del Grimm se enrollo en su bastón y lo arrancó de sus manos de un tirón, dejándola desarmada.

El Grimm se lanzó de nuevo al ataque y Xia levantó sus puños para defenderse, pero sabía que podría hacer poco contra esa bestia sin sus armas, de pronto, la criatura fue distraída por el rugido de batalla de Izarra.

Esta se lanzó sobre el monstruo con una serie de rápidos y pesados golpes de sus garras, el monstruo alzó su guardia de nuevo, pero esta vez, la fuerza bruta con detrás del golpe de la ursina era demasiado para defenderse.

Mientras tanto, Nico le volvía a arrojar su bastón a Xia -esa cola es problemática, ¿Qué hacemos? - preguntó el pequeño Nico sin poder esconder una nota de miedo en su voz.

Xia volteo la mirada hacia donde Izarra estaba luchando contra el Grimm -tenemos que inmovilizarla de algún modo- le respondió -pero no sé cómo…-

-Yo me encargo- escucharon de boca de Vali, quien enfundó su espada izquierda y fue en ayuda de Izarra.

Las garras de Izarra se clavaron profundamente en el antebrazo izquierdo de la bestia quien rugió de dolor, pero antes de que la chica pudiese lanzar otro golpe, la cola látigo de la criatura le impactó en la cara, forzándola a retroceder.

Izarra intentó volver a lanzarse al ataque, pero el Grimm demostró otra sorpresa, sus patas posteriores resultaban más fuertes de lo que los aprendices a cazadores les daban créditos, permitiéndole al inmenso monstruo moverse con espantosa agilidad para alguien de su tamaño, lo que le permitió mantener la distancia cuando la ursina intentaba golpearlo, y responder con unos feroces ataques combinados de sus garras y cola.          
De la nada, Vali se interpuso entre Izarra y el Grimm justo cuando éste lanzaba otro golpe de látigo con su cola.

El joven lobo intercepta el golpe con su espada, y la cola se termina enrollando sobre el filo del arma de Vali, quien, agarrando el arma desde el mango con una mano y cerca de la punta con la otra, comienza a hacer fuerza para evitar que el Grimm libere su látigo.

Ambos comienzan a jalar, y en un principio, el Grimm parecía tener la ventaja en el forcejeo, cuando Izarra intervino, sosteniendo a Vali de un hombro con su mano izquierda, y la cola con su mano derecha, notando que el Grimm no sería capaz de liberarse Vali grito -¡ahora!- y de pronto Nico intervino.
Sosteniendo su espada con ambas manos, el joven peliverde consiguió cercenar la cola de la criatura de un único tajo, el monstruo soltó un alarido de dolor mientras lo que quedaba del miembro herido comenzaba a evaporarse, dejando solo unas pequeñas manchas de líquido negro en el suelo.

Xia aprovechó la oportunidad, y, poniendo su arma en modo de sansetsukon soltó una ráfaga de golpes sobre el Grimm con las tres varas conectadas, la mayoría de los golpes impacto esta vez, pero el Grimm parecía haber entrado en un frenesí salvaje, ignorando en gran parte la defensa y abandonando toda noción de “destreza animal” que presentaba antes, el monstruo se lanzó en una furiosa ráfaga de golpes con sus garras con la intención de destrozar a su enemiga más cercana.

Haciendo alarde de su manejo de un arma compleja, Xia conseguía evadir, parar y redireccionar todos los golpes del Grimm, al mismo tiempo que lo atormentaba con una lluvia de golpes.

Cada vez que el Grimm intentaba parar un golpe que venía desde un ángulo otro golpe lo conectaba desde otro, cualquier intento en defensa que el Grimm pusiera ahora resultaba inútil.

Pero Xia había cometido un descuido al no prestar atención a su posición, y, sin darse cuenta, quedó dándole la espalda a un muy empinando desnivel, sin lugar a donde retroceder, el Grimm se preparaba a lanzarse de nuevo al ataque cuando, un punzante dolor en su muslo izquierdo lo distrajo provocando que se diera la vuelta.

Nico intervino para ayudar a su compañera, y el Grimm se prestaba a retribuir la ofensa cometida por el chico, cuando Xia salto sobre la espalda de la bestia y enrollo su arma alrededor del cuello de la criatura en un intento de estrangulamiento.

El Grimm trato de luchar para sacarse de encima a la felina, pero Izarra, se lanzó de nuevo a la refriega, embistiendo a ambos y llevando a los tres por debajo de la colina en el forcejeo.

Nico, de forma poco característica, en una decisión de una fracción de segundo, tal vez impulsado por la adrenalina del momento, corrió en persecución de los tres combatientes, pegando un gran salto al llegar al borde de la colina, sosteniendo su arma de forma invertida en la esperanza de clavar su espada sobre el Grimm.

Viendo a los cuatro rodar colina abajo en su pelea, Vali retrocedió a recuperar las mochilas, se puso la de herramientas en la espalda y la de medicinas sobre el pecho, y solo teniendo su espada de la derecha desenfundada, se lanzó en seguida de sus compañeros, corriendo colina abajo.

Esquivando árboles y rocas, Vali intentaba evitar una zancada demasiado larga que le haría perder su frágil equilibrio mientras seguía corriendo, a unos pocos metros podía ver como sus compañeros y el Grimm seguían rodando colina abajo en su pelea, los cuatro permanecieron enrollados hasta que finalmente llegaron al fondo de la colina donde todos terminaron separándose al caer aparatosamente contra el piso.

Xia e Izarra se levantaron lo más rápido que pudieron considerando lo aturdidas que estaba por el movimiento viaje, Nico, quien había aterrizado de espaldas contra el piso, luchaba para reincorporarse, pero, al darse cuenta de que ya no tenía su espada, empezó a mirar a sus alrededores buscándola, solo para notar como el Grimm se desplomaba al piso de nuevo teniendo la espada del peliverde profundamente clavada en la espalda.

Todos quedaron en silencio mientras intentaban recuperar el aliento, unos instantes después, Vali finalmente los alcanzó, pudiendo desacelerar al trotar un par de metros pasando el borde de la colina -¡a ustedes desgraciados parece que les gusto rodar colina abajo!- exclamó en un suspiro de alivio.

El joven lobo dejó caer de forma perezosa las mochilas de vuelta al piso y se acercó a inspeccionar el lugar donde el Grimm había muerto.

El cuerpo del Grimm se había completamente disuelto en una charca de líquido negro hediondo, Vali se agacho a inspeccionar más de cerca, y, teniendo cuidado de que nadie más estuviese mirando, sacó un estuche de cuero de uno de los bolsillos de sus pantalones, del que saca una de varias probetas vacías que llena con el líquido negro antes de volver a poner la probeta de regreso en el estuche y el estuche en su bolsillo.

Luego se dispuso a buscar la espada de su compañero dentro del charco, y la levantó usando solo dos dedos al verla cubierta del líquido -¡Nico!- exclamó llamando a su compañero -sacó unos pañuelos para limpiar tu espada- dijo levantándose y arrojando el arma de vuelta al suelo en dirección al peliverde.

Nico se dispuso a hacer como su compañero más mayor le dijo cuando notó, como este se volvía a agachar a recoger algo más, era la máscara blanca de ese Grimm, el joven se acercó a Vali con su espada en una mano y la otra limpiando el líquido negro con uno de los pañuelos de papel -creía que los Grimms no dejaban nada al morir- le dijo Nico al lupino, quien se dio vuelta a mirarlo.

-nada muy útil de por sí, realmente- respondió Vali con una sonrisa en el rostro mientras sacudía un poco la máscara en su mano, al notar que estaba un poco manchada fue a por unos pañuelos para limpiarla.

Nico lo observó irse cuando el hedor del charo cerca de él invadió sus fosas nasales, forzandolo a cubrirse la boca con el antebrazo -¡¿Qué demonios es eso?!- exclamó el joven apartándose disgustado.

Vali soltó una pequeña risilla mientras se disponía a limpiar la máscara -le dicen sangre de Grimm, altamente tóxica, y extremadamente mal oliente, pero se suele usar en la fabricación de drogas de varios tipos- explicaba Vali mientras se acercaba de nuevo a Nico ofreciéndole la máscara.

Este observó el objeto tras volver a enfundar sus gladios ya limpios -¿y esto?- pregunto confundido.

-tu trofeo- le respondió Vali -el golpe que mató al Grimm lo diste tú, la máscara te pertenece, es una vieja tradición- dijo el lupino volviendo a ofrecer la máscara.

Nico la tomo intrigado, observándola de cerca, no era para nada fea, los patrones rojos de espirales de hecho se veían bastante bien, el peliverde tomo la máscara y se la probó notando que no le quedaba del todo mal.

-chicos…- dijo Izarra llamando la atención del grupo -perdón, esto paso porque no me quite la mochila cuando empezó la pelea- la ursina se notaba bastante apenada de algo, cuando los tres se acercaron se dieron que tenia en las manos: la mochila con la comida estaba totalmente destrozada por fuera, raspones y golpes la cubrían por completo.

-¿Cuánto se salvó?- pregunto Xia rascándose la cabeza.

-aparte de las latas, y algunas reacciones de pescado seco…- dijo Izarra mirando en el interior de la mochila -lo siento mucho, chicos…

Xia suspiro y se encogió de hombros mientras sonreía -parece que dependeremos de sus habilidades de cazadores y recolectores- afirmó la felina mirando tanto a Iza como a Vali.

Por su parte Vali solo sonrió y se encogió de hombros, y Nico suspiró resignado ante el contratiempo, “no hay de otra” pensó el pequeño.
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