Cronicas de un Mago I
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Cronicas de un Mago I
Buenos dias gente,
Como algunos de ustedes lo habrán notado, Yaya publico un adelanto de una nueva historia de mi autoria. Esta obra lleva por nombre "Cronicas de un Mago" y esta planeado ser una serie de pequeñas historias de Gerard Wanderer, el Profesor de cuidado de criaturas mágicas de Hogwarts, en la generación actual en la que algunos de ustedes están interactuando.
En esta nueva obra se contaran algunos detalles que podrán tener influencia en el futuro con las vivencias de los ahora profesores: Aline, Alexander y Gerard. Y algunos otros que en su momento fueron estudiantes de Hogwarts.
Sin mas, les dejo esta historia, el primer capitulo y el segundo del mismo.
Crónicas de un Mago
Les dejo tambien el segundo capitulo de esta historia
Eso es todo por ahora
PD: La publicación será cada domingo
Como algunos de ustedes lo habrán notado, Yaya publico un adelanto de una nueva historia de mi autoria. Esta obra lleva por nombre "Cronicas de un Mago" y esta planeado ser una serie de pequeñas historias de Gerard Wanderer, el Profesor de cuidado de criaturas mágicas de Hogwarts, en la generación actual en la que algunos de ustedes están interactuando.
En esta nueva obra se contaran algunos detalles que podrán tener influencia en el futuro con las vivencias de los ahora profesores: Aline, Alexander y Gerard. Y algunos otros que en su momento fueron estudiantes de Hogwarts.
Sin mas, les dejo esta historia, el primer capitulo y el segundo del mismo.
Crónicas de un Mago
- Capitulo 1:
- I
La partida
Era su último día del año en el número 113 de River Drive. Hoy por la noche viajaría a Londres y entraría a la estación 9 ¾ para tomar el expresó hacia Hogwarts por sexto año consecutivo. Era un año que prometía muchos desafíos y que, por lo tanto, no tendría una temporada tranquila en meses, razón por la cual debía aprovechar al máximo este día. Tenía todo planeado: Levantarse temprano y tener un desayuno continental improvisado con lo que hubiera en la despensa, lo cual, dada la situación de su padre, no sería mucho.
Su padre Conrad, era un muggle que trabajaba arduamente como oficinista, pero recientemente había perdido su trabajo por una jugarreta desleal de un viejo compañero y actualmente se dedicaba a trabajos eventuales. Su madre era una gran bruja, pero mucho de su trabajo era caritativo y no obtenía un sueldo decente por ello. Gerard no podía esperar el día en que se graduarse y dedicarse a ser un verdadero Auror.
-Hoy será un gran día!
El día fue perfecto, al menos, al grado de sus posibilidades. Disfrutando cada momento de él, su desayuno improvisado, su ida con los amigos al parque durante la mañana, su tranquilo paseo por la tarde con su madre a través de la vereda al lado del río y su gratificante charla con su padre. Todo había salido hasta el momento de la despedida. El joven tomó todas sus pertenencias: Sus libros de segunda mano guardados en su mochila de siempre, una vieja revista sin terminar de The Wizzards, su fiel varita a la que llamaba colmillo, su collar de plata con su dije de Dragón, unas golosinas para el camino y un frasco de tinta invisible que había ganado.
Apresurado, todo su equipaje lo metió en una maleta vacía, independiente de aquella donde guardaba su ropa y artículos de aseo personal. Cuando hubo terminado, Gerard bajo las escaleras pausadamente, cruzó la Sala de estar y se paró frente a la puerta. Su padre y madre ya lo esperaban encima del coche encendido.
Durante el trayecto desde River Drive a la estación de autobuses, Gerard no intentaba entablar una conversación, se limitaba únicamente a asentir o negar lo que sus padres le decían
-llegamos -Anunció su padre al arribar a su destino
Gerard respiró profundamente y bajo del coche, pensando en su futuro y por primera vez, dudo. Bajó sus maletas colocándolos suavemente a sus costados y miro fijamente a sus padres que habían descendido también.
-Nunca he pasado tanto tiempo que este lejos de ustedes -Gerard había desviado su mirada
Sus padres se voltearon a ver casi instintivamente y sin decirse una sola palabra, sin dirigirse un solo gesto, solo con el cruzar de sus miradas, comprendieron el nudo de idea que entraban en conflicto con los sentimientos de su hijo.
-Hijo -comento su padre al momento que le ponía su palma sobre el hombre a su descendiente -No podríamos estar más felices y orgullosos por ti. Quizá tu padre no entienda mucho del mundo mágico, pero la manera en que el rostro de tu madre brilla mientras nos cuentas tus hazañas y logros, me hace entender que lo que sea que logras, es grandioso
-Además
Su madre le abrazo fuertemente mientras suprimió el sentimiento de la prolongada despedida que se acercaba.
-Nos haz enseñado a confiar en tus decisiones, aunque sabes que soy tu madre y siempre te reprenderé las que suenan arriesgadas. Pero siempre apoyare las que te llevarán lejos en tu vida
-Y aunque decidas ser Aror
-Auror cariño -le corrigió su esposa
-“Auror” -corrigió en tono cantarín -o sigas tu otra pasión, estaremos a tu lado apoyándote
-Serán tres años mamá y papá …
-Sigue tus sueños -dijeron ambos -nosotros te estaremos esperando
El joven Gerard río un poco y los miro fijamente y entonces lo sintió, sintió orgullo y amor provenientes de aquellas dos personas que lo habían criado. Reprendiéndolo cuando se equivocaba, aconsejándolo cuando lo necesitaba y sacrificando mucho por él.
-Míralo de esta forma -agregó su padre -descansaremos un tiempo de tu música ruidosa
-CONRAD
-Tranquila May, estoy bromeando
-Gracias… por todo
Sus manos empuñaron las maletas y las levanto despidiéndose con una sonrisa y caminando hacia la central de autobuses. Mientras caminaba y se perdía en sus recuerdos, escucho a su madre gritar
-Salúdanos a la chica -Gerard volteo sorprendido -Si, siempre lo he sabido
Su madre sonrió e incluso su padre se sorprendió, pero también sonrió y ambos se despidieron con un ademán y caminaron hacia el coche. “Nunca podré esconderte nada mamá” pensó el chico y continuó caminando hacia el edificio. Compró de manera habitual un boleto a Londres y emprendió un viaje que lo llevaría a tomar el Expresó hacia Hogwarts, comenzando una nueva aventura.
Cómo cada año, Gerard llegaba casi veinte minutos tarde y al igual que cada año, veía rostros nuevos. Le parecía gracioso y lógico que la mayoría de las veces eran los nuevos los primeros en llegar. A Gerard le encantaba verlos llegar y tenía un juego personal. Los miraba atento, los evaluaba y comenzaba el juego que llamaba Gerard el seleccionador e intentaba adivinar a que casa de Hogwarts sería asignado cada uno de ellos. Normalmente le atinaba a 3 de 10, pero estaba seguro que este año le atinaría al doble
-¡Gerard!
La voz de un amigo lo distrajo, se trataba de Evan Proud. Alguien a quien consideraba casi su hermano.
-Tus padres no pudieron venir? -Evan también venia solo -Eso es raro, el año pasado eras el único de quinto que venía solo.
-Me tarde un año en madurar jeje
-¿Entonces, abordamos?
-Un segundo -Gerard miro a otros dos chicos -Listo!
Evan miro a los chicos, un varón de cabello castaño y bastante energético y una dulce chica de larga y negra cabellera, ojos marrones y una enorme sonrisa.
-¿Cuál es tu veredicto?
-El Ravenclaw y ella Gryffindor, pero algo me dice que ambos terminarán juntos
-No me parece y no te molestes, pero no confío en tus predicciones. Sacaste “I” en Adivinación
Ambos abordaron el tren y dentro intentaron avanzar a empujones hasta el mismo vagón que habían usado por cuatro años consecutivos. Dándose a la sorpresa de que ya estaba ahí la que, para Gerard, era la chica más inteligente y amable del todo colegia, la que ante su mirada era la más hermosa mujer que pudiera haber conocido antes.
-Este año si te gané -dijo en tono eufórico la chica -jaja ¡Ahora cómprame un chocolate en forma de recompensa, anda!
Gerard sonrió, se sentó a lado de ella con Evan al frente mientras este miraba por la ventana. Conversando los tres de sus vacaciones hasta que el expreso comenzó a andar.
Les dejo tambien el segundo capitulo de esta historia
- Capitulo 2:
- II
El T.I.C.Q
Tal como ocurría cada año en la más grande escuela de magia y hechicería del Europa. El gran salón comedor se encontraba repleto de estudiantes alegres y entusiasmados de las cuatro casas de Hogwarts.: Slytherin, Ravenclaw, Hufflepuf y Gryffindor.
-¡Bienvenidos a Hogwarts!
Como cada año, el director de la Escuela se había levantado de su asiento, sonriendo y al mismo tiempo, con un temple solemne que infundía respeto a cada miembro de los docentes, alumnos y todo aquel que habitara la escuela.
-Antes de comenzar con la ceremonia de selección de las cuatro casas, la directora y el profesor de artes oscuras me pidieron hacerles un anuncio… Este año, queda totalmente prohibido acercarse las instalaciones de la torre de astronomía sin compañía de un instructor. Y además…
Un estruendoso estallido se había escuchado afuera del gran comedor, afuera incluso del castillo de Hogwarts.
-Ya están aquí -pronuncio el director de Hogwarts -Llegaron mucho antes de lo esperado.
Aline se mostraba bastante intrigada en lo que sucedía, desde que la conocían, Aline había demostrado ser una chica bastante inquieta y curiosa, pero el desconocimiento de las cosas le provocaba una desesperación interna que se volvía evidente con facilidad. Las manos las movía constantemente y comenzaba a tener algunas expresiones bastante divertidas que hacían reír a Evan y Gerard.
Gerard y su viejo amigo sabían que ocurría y algunos selectos lo sabían también: Jessica Brown y su hermana Joane Brown de Slytherin; Oliver Bolt y Jake Wilson de Hufflepuff y también Siena Gunn de Ravenclaw. Todos ellos compartían algo en común, y hace meses, casi después de haber abandonado el curso anterior de Hogwarts, habían sido citados fuera de la escuela para proponerles un desafío a la altura de cada uno de ellos.
-¡Estudiantes!
Pronunció el director con una poderosa voz que opacara el ruido provocado por todos los murmullos de la sala comedor.
-Por favor, guarden silencio. Lo que acaba de ocurrir fue un pequeño desliz de algo que ocurrirá más adelante. Y espero que su profesora Elizabeth Belladona tiene todo bajo control
La profesora, una mujer de pelirroja cabellera, dulce sonrisa y unos bellos ojos verde esmeralda que ocultaba tras sus alargadas gafas, se limitó a solo sonreír culposamente desde un sitio junto al jefe del colegio, quedándose quieta e intentando no girarse en dirección al director, sin embargo, ella sentía su mirada acusadora.
- ¿Profesora?
-P-Pero me perderé la selección…
Todos los profesores voltearon a verla, incluyendo al director, que, pese a no hacerlo de manera molesta, si le daba a entender que lo que pasaba era importante
-S-Si.., voy…
La hermosa mujer se levantó de su asiento torpemente, tumbado algunas cosas de la mesa y casi cae al suelo cuando su largo vestido se atoro con la pata de la silla del mismo director
-L-lo siento…
-Puede… darse prisa profesora Belladona
-S-si…
Beth, como era conocida la profesora, atravesó el salón, recogiéndose parte de su prenda hasta salir del gran salón comedor.
-¿Qué estará pasando?
Aline volteo hacia su mesa para observar de frente a todos sus amigos. Incluyendo a Alexander que, como muchas ocasiones, terminaba sentándose muy cerca del trio de amigos. Gerard por su parte jugueteaba con su varita con uno de sus dedos, totalmente desentendido, pero logro observar como Evan sonreía maliciosamente
-Yo se que sucede -dijo burlonamente Evan -Pero no puedo decirte, asuntos del colegio… de hecho… -Gerard dejo caer su varita sobre la mesa – Gerard también lo sabe.
La chica estaba por reprender al chico, pero antes de pronunciar palabra alguna. Las puertas del salón comedor fueron abiertas de par en par y tres filas de estudiantes avanzaron detrás de un profesor que Aline o el resto de sus amigos no conocía. Era de tez negra, aparentaba una gran estatura y mucha serenidad. El docente guio a los alumnos hasta justo delante de un banquillo solitario que tenía un extraño sombrero de hechicero encima.
-Esperen aquí – Pronunció con un inglés algo extraño -Esto chicos, es el “Sombrero seleccionador”. Parte de una antigua tradición de Hogwarts. Este articulo los analizará y decidirá a cuál de las cuatro casas de esta institución pertenecen. Cada casa se convertirá en su familia a partir del momento de que el sombrero los ubique.
El director, que aún se encontraba de pie volvió a levantar la voz.
-Jóvenes. El colegio Hogwarts de magia y hechicería tiene una larga tradición de enseñanza en Europa- Muchos de los grandes magos del mundo cursaron por este edificio y estuvieron en sentados justo donde ustedes lo están ahora. Grandes aurores, integrantes del Ministerio de Magia y activistas del Hospital San Mungo por mencionar también a grandes maestros en los cuales ustedes podrían ser los siguientes.
Nuevamente en la mesa de Gryffindor comenzó el murmullo. Gerard y Evan parecían reír disimuladamente.
-¿Maestros? – Volvió a reír Gerard -Yo tengo mis propios planes y no involucran volver a Hogwarts.
-Estoy de acuerdo -respondía Evan
-Muchachos, por favor, algunos queremos escuchar. Por otro lado, que tiene de malo ser docente, yo lo veo como una profesión noble.
Alexander pocas veces interactuaba con los chicos, la mayor parte del tiempo solo le diría la palabra Aline, pues las actitudes de los otros dos, a veces caían en la fanfarronería y la indisciplina. Sin embargo, sentía algo de admiración por ellos, pues no podía negar la gran habilidad que presentaban en el Quidditch y la admirable dedicación con la que se comprometían en sus asignaturas favoritas.
-A mí me gustaría serlo -termino de agregar
-Yo no -respondió rápidamente Gerard- Yo seré Auror y Evan será profesional del Quidditch. Aline será Ministro de Magia y si volvemos a Hogwarts será por otra razón, menos la docencia.
-Aun asi -replico Aline -Beth lo dice siempre, el futuro a veces da giros inesperados.
Gerard guardó silencio un momento, provocando en Aline un aire de triunfo. Pero Evan sabía bien por su amigo no había decidido continuar con una discusión, y no eran las razones que Aline sospechaba. Justo al frente del sombrero se encontraban los dos muchachos que Gerard había elegido para su crédulo juego.
El sombrero seleccionador comenzó a murmurar mientras estaba sobre la cabeza del chico y grito casi al instante: Ravenclaw. Con señas Gerard le hizo saber a su amigo que había acertado tres veces hasta ahora. Una más y rompería su récord. El turno de la muchacha llego y el nuevo profesor apenas había levantado el sombrero sobre la cabeza de la chica, cuando este grito: Slytherin.
-¡Que! ¡Por las barbas de Merlin!
Aline le tiro tremendo pellizco a Gerard al momento que le hacía señas con la otra mano de que guardara silencio. Todo el salón comedor giro para mirar a Gerard que manoteaba por haber perdido otra vez su juego. El chico en cambio volteo a mirar al sombrero y le hizo señas con sus dos dedos para hacerle entender al sombrero que lo estaba observando y que sabía lo que el tramaba. No dejarlo ganar. A Gerard le pareció que el sombrero se rio de él.
-Gryffindor. Guarden compostura en su mesa – Grito el director -No quiero restarles puntos cuando el sombrero aun no acaba
-Ya termino director -dijo el profesor encargado de la ceremonia
-20 puntos menos para Gryffindor y restare más si vuelven a hacer ruido.
La profesora Elizabeth volvió a entrar al salón justo después de la reprochable actuación de uno de sus alumnos
-Están listos director
-Buen trabajo profesora Belladona
El director levanto su varita y el cielo nocturno se despejo. El embrujo que cubría el techo y lo hacía parecer el exterior asi lo demostraba. La noche era bellísima y la luna brillaba con un fulgor encantador.
-Primero y después de darles la bienvenida a todos. Quiero hablarles sobre Hogwarts. Nuestro colegio lleva el título de ser el mejor para la enseñanza de Magia y Hechicería por siglos. Sin embargo, no es el único, como podrán adivinar, que enseña estas artes arcanas para el resto del mundo. Un ejemplo de esto, es el Profesor Abdiel.
Abdiel hizo media reverencia y soltó un ademan amistoso a todos los estudiantes.
-Pese a su juventud, es un profesor bastante hábil y tomara el cargo de Posiciones. Él proviene de la Escuela Ilvermorny, localizada en Norte América a miles de kilómetros de Hogwarts. Pero este año, este año especial…
Nuevamente se escuchó un estallido, pero esta vez, a través del techo encantado, se veían fuegos artificiales.
-Lo siento Aline, tengo que retirarme
-Yo también me retiro
Aline y Alexander observaron como ambos, incluyendo a los estudiantes Jessica, Joane, Oliver, Jake y Siena, abandonaron el salón mientras todos observaban absortos los fuegos mágicos artificiales que brillaban con cada estallido en el cielo. De pronto, la música ordinaria del gran comedor cambio su ritmo, sonaban como tambores africanos y las ventanas del gran comedor se despedazaron, reventando en miles de vidrios que desaparecieron casi al instante.
Algunos que no se giraron para cubrirse notaron algunas sombras que entraban por las ventanas.
-Jovenes, una bienvenida a los estudiantes de la Escuela de Magia de Uagadou.
Nuevamente la música cambio, se escuchaba un sonido de flauta, Aline lo reconocía como oriental y de pronto, con un estallido proveniente desde la entrada del salón, siete magos entraron a toda velocidad dejando tras de si, un rastro de flores de cerezo.
-Ahora están con nosotros, los estudiantes de la Academia Mahoutokoro.
Una vez mas, la música cambiaba, no les daba tiempo de admirar a ningún estudiante en particular, esta vez la música era bastante mas poderosa, parecían golpes mas que música pero con cierto sentimiento celtico. Y estos aparecían de la nada con pequeños estallidos sobre cada uno.
-Con nosotros, los estudiantes del Instituto Durmstrang.
Alexander los veía descender a todos y formarse en filas delante de los profesores. Cuando una vez la música cambio, una más elegante y sofisticada. Los jinetes de escobas caían precipitadamente, saliendo desde el techo, surcando todas las mesas con suma elegancia.
-No podían faltar, los estudiantes de la Academia Beauxbatons.
Nuevamente la música cambiaba, un ritmo mucho más rápido y más alegre embriagaba a los estudiantes. Los adoquines del centro del salón se movieron para dejar salir a otro grupo de estudiantes que por lo que se podía hacer, lo hacían con menor seriedad, pero mayor alegría que todos los anteriores.
-Los estudiantes de Castelbruxo han llegado! Y finalmente….
Se escuchó un gran rugido y la música volvió a la clásica tonada de los himnos de Hogwarts. Por la entrada principal a gran velocidad entraron los últimos estudiantes montando escobas dejando tras de si estallidos de colores, los cuatro colores que representaban los estandartes de las cuatro casas de Hogwarts.
-Tenemos a los representantes de Hogwarts!!!
El director observo a todos los estudiantes hacerse preguntas entre ellos.
-Sé que tienen dudas, pero como les decía, Hogwarts no es el único instituto de mágico del mundo, hay al menos ocho, claro, el colegio ruso tardará en llegar, pero estará con nosotros. Cada doce años, se lleva a cabo una sana competencia deportiva entre colegios, este es el Torneo Internacional y Colegial de Quidditch.
El salón se lleno de expectación ante las palabras de su director.
-Este año, la cede fue Hogwarts y recibiremos a un equipo de Quidditch de cada escuela para llevar a cabo el torneo. Les pido que por favor, les den un aplauso a cada colegio y comencemos con el banquete. Y mañana, al medio día, se suspenderán las clases para hacer la presentación de los equipos y el sorteo del torneo. Todos deberán asistir. ¡¡Buen festín y bienvenidos a Hogwarts!!
Eso es todo por ahora
PD: La publicación será cada domingo
Capitulo 3
Buenos dias chicos,
Pues lo prometido es deuda, es domingo y aqui les traigo el siguiente capitulo de Cronicas de un Mago, espero lo disfruten.
Pues lo prometido es deuda, es domingo y aqui les traigo el siguiente capitulo de Cronicas de un Mago, espero lo disfruten.
- Capitulo 3:
- III
Amigos y Rivales
Un libro golpeó la mesa delante del muchacho de Gryffindor, quien de inmediato presto atención al volumen recién extraído de la biblioteca, el enorme texto tenía un austero acabado de piel marrón, decorado muchos símbolos extraños e inquietantes, que, a juzgar por la posición, parecían ser alguna clase de letras extrañas, pero en su lomo se lograban leer unas modestas palabras que decían el nombre del libro
- Pársel, El secreto de Salazar Slytherin?
Preguntó Gerard inquieto al momento que tomaba el libro entre sus manos, inquieto por el origen y la temática de dicho documento. Otro joven que había decidido pasar el día en la Sala común de Gryffindor también parecía tener curiosidad, el adolescente era Gabriel, un joven inteligente que no solía destacar mucho, recurrentemente se sentaba en el mismo sitio y escribía notas en un cuaderno mientras bebía algo parecido a cocoa caliente.
- Bueno, creí que te gustaría – respondió amablemente Aline – Pársel es la lengua de las serpientes, aunque se dice que muchos reptiles pueden entenderlo. Probablemente incluidos los dragones
- Lo sé -interrumpió Gerard -sin embargo, tenía entendido que es una lengua que solo puede ser heredada
- Sí – afirmo rápidamente - pero hay casos de gente que, aunque no pueda hablarlo ni remotamente, puede entenderla
Aline tomo el libro de las manos del chico y lo sostuvo con una mano, mientras con el mismo apuntaba a su novio con un poco de indiferencia
- Pero si no quieres leerlo – lo reprendió – por mi está bien. Yo solo estaba pensando que con esto del Torneo de Quidditch, quizá querrías hacer algunos créditos extra. Ya que no tendrás tiempo para asistir a tus estudios y eso.
La mirada que tenía la chica era bastante aterradora, en un sentido extraño de la palabra, Gerard se sintió acorralado por un momento, mientras su mente se ofuscaba por no encontrar una respuesta rápida.
- Espera, espera, no quise decir eso – Protestó – solo que me sorprendió, además es un libro que de alguna manera me interesa
- ¿Entonces lo leerás?
Gerard la miro y le sonrió, de alguna manera había salido del embrollo, sin embargo, era momentáneo. Como le haría para cumplir con los entrenamientos del equipo de Quidditch, los deberes de las clases y los exámenes de cada periodo, dedicarles tiempo a sus amigos, descansar y además prepararse para las vacaciones de diciembre, mientras le agregaba leer un libro que parecía ser más importante para Aline, que para el mismo.
- ¡Trataré! – dijo mientras sabía que se había colocado accidentalmente la soga al cuello
La brillante joven entendía que quizá Gerard no lo haría, pero no le molestaba, al principio si, pero al ver la mirada de su pareja bastante perdida, sabía que, si Gerard le decía que trataría, es porque de verdad intentaría hacerlo, lo conocía bien. Y ella prefería esa respuesta a recibir un simple y falso “lo haré”, que terminaría siendo una mentira. Aline sabia cuando él le mentía y también sabia cuando era honesto, siempre sonreía cuando decía la verdad.
- Con tus habilidades de duelista tendrás algunos puntos extras como siempre, pero tu perturbadora afinidad a la clase de Defensa contra las artes oscuras está siendo desaprovechada, el Pársel es una lengua que se dice pertenece a los magos oscuros...
Gabriel coloco su plumilla en la oreja y cerró su cuaderno al momento que dirigía su mirada a los dos jóvenes estudiantes de Gryffindor intentando llamar su atención.
-Ejem -el chico carraspeo – no me gustaría interrumpir, pero el sorteo será en unos quince minutos. No deberías ir a alistarse ya Gerard
- ¿Eh? -Gerard miro un reloj deteriorado que siempre guardaba en su bolsillo -Si, tienes razón. ¡Gracias!
- Perdón – exclamó Aline – no quería distraerte… mucho, nos vemos
Aline se inclinó delante de Gerard y se despidió de él regalándole un beso en los labios, Gerard intento detenerla, pero ella se retiró rápidamente y comenzó a caminar hacia afuera de la habitación con prisa, un poco sonrojada y riendo a la vez.
- No puedo creer la suerte que tuviste con ella Gerard… o quizá al revés, no lo se
Un viendo cálido soplo a través de una ventana abierta localizada en las escaleras que conducían hacia las habitaciones. Gabriel se levantó del sofá y su cuadernillo en sus pantalones, debajo de su túnica en la espalda. Gerard estiro los brazos y respiro hondo.
- ¿A qué te refieres con eso?
- -Vamos Gerard -dijo sin siquiera mirarlo mientras caminaba hacia la salida -ella es una de las chicas más brillantes de Hogwarts, solo superada quizá por esa chica de Ravenclaw
El chico se detuvo unos segundos y continuo, al darse cuenta de que Gerard no emitirá respuesta alguna
- Tu por tu parte, tienes muchos talentos naturales. Es una pena que lo desaproveches perdiendo el tiempo a menudo. Lo sé, tú y ella son un dúo que adoraría ver en acción en alguna clase de prueba, vamos, incluso lo que paso el año pasado fue…
- Cuidado Gabriel, acordamos que nadie mencionaría eso.
El temple de Gabriel se puso sereno por un momento y observo a Gerard con incredulidad.
- Toda la escuela lo sabe a estas alturas. Eres el único que no quiere comentarlo. Un joven mago oscuro en Hogwarts, un profesor asesinado y dos estudiantes que lo detuvieron en un duelo tan…
El chico volvió a detenerse, Gabriel no sabía cómo ni en qué momento, pero Gerard había sacado su varita y la tenía un ángulo bastante favorable para un encantamiento, y bastante desfavorable para Gabriel.
- Sabes, por esto es que realmente no le caes a muchos en Hogwarts – comento Gabriel intentando no hacer algún movimiento que lo provocara mas – Muchas personas aquí te admiran, no por que seas un prodigio, sino porque sabemos lo mucho que te esforzaste para llegar a ser quien eres, pero en el camino ofendiste a muchos, sabes cómo te llaman Gerard…
Gerard no espero más para continuar escuchando a Gabriel y camino junto a él empujándolo con el hombro.
- Tengo prisa
- Deberías aprender a ser más amable… algún día podrías necesitar serlo
Aunque lo había escuchado, lo ignoro por completo y siguió andando con un poco de enojo, pero su rabieta duro poco cuando recordó que olvido su escoba en su habitación. Sin embargo, no quería regresar por el mismo camino donde se encontraría de nuevo con su compañero y terminara haciendo un ridículo que no estaba dispuesto a soportar.
Gerard camino ignorando a casi todos hasta llegar a las afueras del castillo, hacia un jardín que él recordaba muy bien con nostalgia, hacia tan solo unos años había llegado hasta ahí con bastante inquietud y temeroso. Él de pequeño había tenido un incidente con una escoba y tenía un poco de miedo a volar, pero ese día, alguien lo obligo a volar, lo enseño y con su ayuda aprendió a superar su inseguridad.
- ¡Hey Gerard!, ¡Por acá!
- ¡Evan!
Justo asi había comenzado ese día, justo como ahora. Gerard se había acercado a la clase, y una estricta profesora de vuelo los había alineado uno junto a otro para emprender su primero vuelo. Sin embargo, la inseguridad de Gerard no le permitía lograr que su escoba le obedeciese. Un chico junto a él, lo había notado “Calma amigo, solo tienes que calmarte, no es tan difícil”.
Aquella ocasión, Gerard no había logrado hacer levantar su escoba, pero ese chico se quedó toda la clase y después de esta ayudándole a levantar la escoba, y sin saberlo, habían olvidado que realmente estaban ahí por eso. Evan termino charlando con él, diciéndole que su hermano había sido campeón de Hufflepuff en Quidditch dos años seguidos, un padre también, pero con Ravenclaw y que él tenía el sueño de seguir sus logros y además, ser jugador profesional.
Evan tenía una manera muy fácil de hacerse amigo de las personas, era un chico bastante amable y de alguna forma, su conversación logro calmar la inseguridad de Gerard y al tercer dia, Gerard logro volver a volar en escoba. Hoy lo recordaba con nostalgia, pues fue ese el dia en que ambos se convirtieron casi en hermanos. Y algunos años después, ambos había sido campeones de Quidditch del colegio y estaban por disputar el Torneo Internacional y Colegial de Quidditch.
- ACCIO SKY DRAKE
Una escoba voladora surcó los cielos a gran velocidad hasta llegar a las manos de su dueño, Gerard. El joven mago estaba tan ensimismado en sus recuerdos que había olvidado por completo llamar a su escoba y también había ignorado el importante evento por el que había salido del Castillo.
La explanada del jardín se había llenado de gente. Jóvenes aprendices de Mago de Hogwarts y otras escuelas alrededor del mundo estaban aquí, unidos por la pasión al deporte conocido como Quidditch. En el centro del jardín, estaba un enorme estrado a tres niveles. En el primero, el más extenso, había una serie de filas, una por cada equipo competidor y enfrente de cada fila, había un estandarte de la escuela que representaban.
En el segundo nivel, igualmente grande pero la mitad del tamaño que el primero, elevado a una altura de treinta centímetros, se encontraba una larga mesa con sus respectivas sillas, cada una con un nombre inscrito, ahí estarían sentados los profesores de Hogwarts. Evan contó en voz alta el número de sillas y dedujo al notar que sobraban, que debía haber profesores de cada colegio.
Los profesores comenzaron a subir al segundo nivel, sentándose en fila para ver a los alumnos. Fue entonces cuando Gerard se giró instintivamente hacia las puertas que daban del jardín hacia dentro del colegio y se tomó con cada uno de los profesores representantes de cada colegio, todos estaban ahí, excepto nuevamente el colegio ruso. Enseguida de ellos, venía el equipo de Quidditch de cada sitio.
El director de la escuela subió entonces al tercer nivel y espero paciente a que todos tomarán sus lugares.
- Vamos, ustedes también
Hizo un ademán para indicarles a los participantes que se formarán delante de cada estandarte
- Los capitanes al frente, gracias.
El equipo de Hogwarts fue el primer en alinearse, dejando adelante a Gerard, capitán activo y considerado el mejor jugador de Gryffindor en muchos años. Lleno de orgullo y emoción subió se colocó al frente, abrió ligeramente las piernas y coloco sus manos detrás de él, en posición marcial. El siguiente equipo en subir fue el equipo de Ivelmorny. Todo marchaba bien, hasta que se colocó al frente su capitán: Joe Gardner, la bestia del cielo.
- Oh, aquí… a lado de los de Gryffindor…
- ¿Qué quieres decir con eso?
- Ah, perdón. Estabas escuchando.
La voz altanera e insolente del capitán de Ilvermorny llamo rápidamente la atención del impulsivo Gerard, quien solo necesitaba una chispa más para reaccionar violentamente en contra de Joe.
- Cálmate “Gray” - le susurro Jessica Brown con un inglés bastante suave – no caigas en sus provocaciones
Joe Gardner era un tipo corpulento, alto y bastante impresionante quien miraba a Gerard con recelo. El tipo siempre estaba rapado y tenía una enorme cicatriz que cruzaba sus labios, una marca y lo único que el sujeto preservaba como recuerdo de su odiado padre.
- Así que tú eres El Dragon del Cielo. El coach dice que eres lo único que podría ser considerado peligroso del equipo de perdedores de Hogwarts.
- Y tú eres el más rudo y violento de los golpeadores de Ivermorny
- Eso lo consideraría un alago, de no ser por que proviene de un equipo que tiene un par de niñas como golpeadoras
Gerard perdió la compostura y encaro de frente a la burlona expresión de Joe, amos cruzaron una violenta mirada.
- No te atrevas a ofender a mi equipo
- Tu equipo está formado de una larga historia de derrotas
- Las derrotas del pasado no demuestran quien eres ahora.
Joe comenzó a reír fuertemente sin dar pie al pequeño enfrentamiento que tenía contra el capitán de Hogwarts.
- ¡Escúchame dragoncito, esta bestia cenara lagartija cuando tu equipo enfrente al mío, te derribare de tan alto, con tanta fuerza, con tanta brutalidad, que las alas del Dragon no volverán a levantarse jamás!
- Caballeros, orden por favor
El director de Hogwarts los miro recriminándolos por el tan vergonzoso acto de indisciplina.
- ¡Te reto!
- Así será
Todos los participantes ya se encontraban en la explanada, mientras que el sitio estaba completamente rodeado de alumnos de Hogwarts que miraban con inquietud el sorteo de los equipos. Gerard deseaba con todas sus fuerzas enfrentarse al equipo de Ilvermorny.
- Es un gran placer para Hogwarts recibir a los equipos de Qudditch de tantas instituciones de magia. Es una pena que el equipo de Koldovstoretz no se nos haya podido unir debido a las condiciones climatológicas de su país.
La profesora Elizabeth y el profesor de defensa contra las artes oscuras llegaron con un enorme pedestal y algo cubierto por un manto negro. Elizabeth miro al profesor y al recibir autorización revelo una enorme bola de cristal con grabados tales que parecía una snitch de cristal gigante.
- Este es el Orbe de la Contienda. Un objeto de singular contexto. Pues aparte de ser el premio para los ganadores del torneo. Es un objeto que puede revelarte tu futura en forma de profecía a alguna pregunta que una persona realice. Lo segundo, es también quien decidirá en qué orden se llevarán a cabo los duelos.
- Por otro lado - Interrumpió la directora - Se dice que quien gane el torneo, está destinado a una vida de gloria y honor, de recompensas y sobre todo, de pasar a ser parte del legado mágico de este magnífico deporte.
De uno en uno, el director hizo pasar a los capitanes, dándoles la indicación de decir el nombre de equipo al orbe mientras lo miraban de frente, en cuanto el orbe recibía la información, una llama se encendía sobre el estandarte de los equipos, mostrando un numero de fuego.
-Ilvermory…
Menciono con voz fuerte y clara. Una llama se formó arriba del estandarte
- Numero 1 -grito Joe y todo Ilvermorny aplaudió -esto es la profecía del orbe -señaló
- Durmstrang… Numero 2
- Beauxbatons… Numero 6
- Castelobruxi… Numero 3
- Mahoutokoro… Numero 4
- Uagadou… Numero 5
- Y finalmente, el anfitrión… ¡Hogwarts! En este momento debo aclarar algo -El director aclaro su garganta un poco -El sorteo es el siguiente, con los números que tienen, se llevaran los juegos de la siguiente manera… 1 vs 8, 2 vs 7, 3 vs 6, 4 vs 5. Eso significa que si Hogwarts obtiene el numero 8 enfrentara a Ilvermory y Dumstrang pasaría a la siguiente ronda directo. Pero si Hogwarts obtiene el 7, enfrentaría al colegio Dumstrang y seria Ilvermory quien pasaría a la siguiente ronda.
Gerard avanzo con paso firme y se colocó delante del orbe y respiro profundamente, miró fijamente el cristal del orbe y podía ver a Joe mirándolo a través del reflejo “Que sea contra Ilvermorny” pensaba.
- Hogwarts! -Dijo con aplomo
El orbe brillo y Gerard logro escuchar un chasquido, el chico se giró instintivamente hacia el estandarte de su colegio y lo vio, la gran llama blanca comenzaba a dibujar el número que decidiría el destino del siguiente enfrentamiento:
- ¡Número siete! -grito el director
El público aplaudió eufóricamente por la selección y sorteo del enfrentamiento, pero Gerard y Joe solo se observaron, el chico de Hogwarts regreso a su puesto decepcionado, indignado.
- Eres un afortunado… -se burló Joe
Re: Cronicas de un Mago I
Buenas tardes chicos,
Continuo publicando mas de este fic, otro domingo, capitulo nuevo.
Continuo publicando mas de este fic, otro domingo, capitulo nuevo.
- Capitulo 4:
- IV
La clase de duelo
La larga cabellera negra de la chica ondeo salvajemente con la fuerza del viento fresco de septiembre.
- ¿Estás bien?
Pregunto la chica con credulidad mientras inclinaba la cabeza hacia el rostro de su acompañante, pues sabía que no lo estaba, pero esperaba una respuesta propia del chico que la acompañaba. Ella había notado con perspicacia el pequeño conflicto que se había originado entre los jóvenes capitanes de Quidditch de Ilvermorny y Hogwarts.
- Pues sí, físicamente estoy de buena salud. Dormí bien y desayuné bastante este día la verdad. Sabes, hoy sirvieron…
- Hum…
La chica hizo un pequeño puchero y recobro la compostura, cerrando levemente los ojos y poniendo la frente en alto bastante seria.
- Oh… te referías a eso – Gerard rio un poco – No te preocupes, es normal entre equipos o deportistas que haya ciertos “conflictos”
- ¿Por qué? -pregunta intrigada - ¿No es mejor un ambiente de sana competencia? Es decir, así podrían exhibir mejor sus habilidades sin tener las mentes ocupadas por rivalidades innecesarias, solo pensando en el deporte y el objetivo mismo
- Je…
El aprendiz de mago se llevó la mano a la nuca rascando ligeramente su cabellera
- No es así como funciona – Le sonrió – No es así como piensan los hombres
- Pues no lo entiendo…
- Recuerdas cuando competiste contra… esa chica de Ravenclaw… ¿Cómo se llamaba?
- No importa -contesto un poco seca - ¿Qué hay con eso?
Aline acomodo su túnica que se hacía amontonado justo por encima de los libros que llevaba abrazados por frente suyo.
- Recuerdas como te ensimismaste en tus estudios, casi no convivías con las personas y más que pensar en la competencia, pensabas en que podrías vencerla
- Pues lo recuerdo levemente, la verdad me hundí en ese enfrentamiento…
- Ese es el caso conmigo -Gerard estiro oportunamente el brazo para detener un libro que estaba por caer -Pero finalmente y la mayoría de las ocasiones, estas situaciones solo duran mientras exista la competencia.
La chica se detuvo en el pasillo y dejando los libros a un lado, se sentó en uno de los arcos que daban hacia un pequeño jardín dentro de Hogwarts, donde había un árbol viejo que daba suficiente sombra a los estudiantes en el jardín a cualquier hora del día.
- Bueno, creo que no importa entonces. Solo no te excedas, te conozco y se cómo eres cuando te emocionas
- ¿Lo sabes?
- Tonto
Si algo divertía a Gerard, era cambiar el tema o romper conversaciones serias con alguna clase de broma, que en ocasiones solo los dos entendían.
- En fin - continuo Aline - ¿Cuál es tu siguiente clase?
- No lo sé, no lo recuerdo – Contesto el chico mientras metía su mano en los pantalones
- Sabes, tú necesitas una recordadora “extrema”
- No me gustan las recordadoras – Gerard saco un papel – aquí esta
Aline básicamente le arrebato el pedazo de papel de las manos a su novio y comenzó a leerlo pausadamente.
- Estas muy enfocado este año en tu sueño verdad
- Ciertamente, tú me regañaste bastante feo el año pasado por no hacerlo
- Es que vamos, tu siempre… oh, espera… ¿Qué es esto?
Gerard se inclinó hacia Aline para intentar leer lo que decía
- Anotaste dos veces Astronomía en el papel
- Ah, si… “lo anote”
- Jajaja, no me digas que, jajaja, te inscribiste dos veces en la misma materia. ¿Siquiera eso es posible?
Con rapidez le arrebato el papel de las manos y se levantó.
- No es mi culpa. Es culpa del sistema… además tengo mi siguiente clase pronto, me adelantare pues es al otro lado del castillo
- Jajaja, claro. ¿Cuál es? ¿Astronomia de nuevo?
- Es duelo, clases particulares…
La chica enmudeció entonces, sabía que Gerard tomaría ese curso este año. Pero le preocupaba que saliera lastimado, ya no era la típica clase con hechizos para incapacitar o desarmar, no, ahora eran hechizos bastante agresivos con el objetivo de herir a tu adversario. Ella no estaba del todo de acuerdo con el sueño de Gerard de ser Auror, pero sabía que, si lo era, debía apoyarle, eso hacían las personas que te quieren por ti.
- Ten cuidado por favor. Reafirmo lo que digo, se cómo eres cuando te emocionas.
- Descuida… además, si me lastimo, te regalare un chocolate
- ¡Trato!
Afortunadamente Gerard aun traía su escoba consigo, cuestionándose por que la había traído en primer lugar. Solo sirvió como adorno durante el sorteo, pero ahora la usaría para llegar rápido al otro lado del castillo.
Gerard sobrevoló los terrenos el castillo, esperando que su profesora de vuelo no lo viera infringiendo la regla de no volar dentro de los terrenos del edificio. Por suerte no fue así, y logro llegar hasta la torre astronomía.
- Me gustaría no volver entrar a este lugar de nuevo
- Y aun así te inscribiste dos veces Gerard
La voz de una mujer joven lo hizo voltear, se trataba de la sub-directora de Hogwarts en persona.
- Usted también sub-directora
- Jaja, es que vamos Gerard. ¿Cómo puede alguien hacer algo como eso? Nunca, ningún profesor hubiera esperado eso.
El chico bajo la cara un segundo por la vergüenza, para luego recuperar la compostura y mirar los ojos de directora. Eran unos ojos bellísimos y bastante enigmáticos, negros como la noche, brillantes como la luna
- Gerard, presta atención quieres
- ¿Eh?
- ¡Expulso!
El hechizo proveniente de su superiora lo golpeo de frente, haciéndolo volar lejos de su posición poco más de un metro y medio. Mientras yacía en el suelo, Gerard se sofocaba mientras cómo podía se ponía de pie. Él tenía el conocimiento suficiente de duelos para saber que los efectos del encantamiento lanzados con tan poca fuerza no podían provocar ese efecto, sino más bien el punto exacto donde había golpeado, su abdomen. El joven finalmente y tras vomitar se levantó.
- No te distraigas de nuevo Gerard. O no seré tan dulce la próxima vez.
- L-lo recordare… profesora.
La directora se colocó de pie delante de Gerard y lo reprendió
- ¿Puedes recordar cual es la primera regla que te enseñé en la clase de duelo Gerard?
- Si. Estar atento en todo momento… o algo así.
- Veras Gerard – decía en un tono más serio aun – Estoy dispuesta a invertir valioso tiempo contigo en estas sesiones privadas para prepararte para ser un verdadero Auror. Y no pienso malgastarlo si no le das la seriedad que merece – la maestra suspiro – sé que tienes el talento, lo he visto, eres mi mejor alumno en varias generaciones, atrevido, audaz y creativo. Pero también eres bastante descuidado y en eso vamos a trabajar hoy
- De acuerdo, dígame que hacer
Aquella mujer de ojos hermosos comenzó a caminar varios pasos hacia atrás
- Dime Gerard, cuantos pasos deben darse para definir la distancia
- Diez entre persona y persona, veinte en total
- Uno, dos, tres, cuatro… ¡Rictusempra!
- ¡Repello…!
- ¡¡Expulso!!
Nuevamente Gerard salió despendido por los aires, impactando con mayor fuerza en el suelo.
- ¡Por Merlín! ¡Gerard!, Capitulo VII de nuestro curso. No uses hechizos complicados o de larga pronunciación si te encuentras a tan poca distancia de tu objetivo.
- Creo que estoy nervioso
- De nuevo
Gerard se levantó y considerando que tenía la distancia adecuada a un duelo observo a la profesora y atacó
- ¡Expeliarmo! – La varita de la profesora salió despedida
- Bien Gerard, bien. Me tomaste desprevenida, pero… creo que la clase tendrá que terminar temprano.
Unos hombres salieron de la Torre de Astronomía y caminaban hacia los dos, acompañados por el director de la escuela.
- Adam Baines, ¿Qué trae al más renombrado Auror del Ministerio de Magia a Hogwarts?
Adam Baines era un hombre delgado de cabello castaño y singular nariz, parecía un ave de presa que analizaba todo lo que ocurría a su alrededor a través de esos enormes ojos que parecían querer salirse de esas cuencas esqueléticas que rodeaban sus ojos. El hombre se quitó los anteojos, tomo la mano de la sub-directora y la beso en ella para mostrar respeto.
- No sé, si deberíamos tratar de este asunto frente a un alumno
- Amigo Baines, te presento a Gerard Wanderer, único testigo presencial del evento.
- Oh, eso es interesante.
-
Baines se encorvó y observo a Gerard, escudriñando su ropa, su postura, su semblante y sus ojos. El hombre recupero su postura habitual y observo a los jefes del colegio.
- ¿Puedo hacerle unas preguntas con su autorización?
- ¿Estás de acuerdo Gerard? – Pregunto la sub-directora
- No lo sé, supongo…
- En ese caso, ¿Estas interesado en ser Auror?
La pregunta sorprendió bastante al alumno de Gryffindor, esperaba preguntas que le mostraran más el motivo de la visita del Auror en el colegio. Pero no, había formulado una pregunta bastante interesante y que, aunque le había sorprendido, lo había entusiasmado.
- Si – contesto eufórico
- ¿Entonces por qué borraste la evidencia de una escena del crimen…? – Los ojos del sujeto se había convertido en armas que penetraban su alma – Una repetidora cuya última escena observada fue borrada, un alumno que es el único testigo del evento… no es difícil atar los cabos…
Capitulo 5
Buenas noches!
Les entrego un capitulo mas de esta historia, en esta ocasión regresamos al tema principal, el Torneo de Quidditch.
Les entrego un capitulo mas de esta historia, en esta ocasión regresamos al tema principal, el Torneo de Quidditch.
- Capitulo 5:
- Durmstrang vs Hogwarts
Gerard no podía evitar estar pensando en su encuentro con el Auror Baines, un hombre de cuarenta y ocho años, pero aparentaba al menos una década y media más. Experto en interrogatorio, un investigador nato y miembro honorario de los inefables. Era un hombre digno de tener su propia novela, pensó Gerard, quien asumía que era más que astuto, un hombre de bastante experiencia y habilidad, investigando sobre él con la sub-directora, Gerard se enteró que le llamaban “El Duelista Elegante”.
Sin embargo, por ahora al menos, no podía dejar que aquel pensamiento se entrometiera y rompiera su concentración. Baines había dejado en claro que habia obrado mal en sus actos y que cualquier sospecha, lo llevaria de vuelta con él. Dos semanas habían pasado de aquello y debía estar listo para el enfrentamiento de Quidditch.
Desde donde estaba, metido en una carpa cuyas proporciones eran inexplicables, el joven atleta podía escuchar con claridad algunas trompetas que sonaban desde el campo de Quidditch. En este momento, se disputaba el enfrentamiento entre Castlebruxi y Beauxbatons.
- Yo creo que ganar Castlebruxi
- ¿Qué te hace pensar eso Siena? – Le pregunto Evan a su compañera, una chica bastante linda que se colocaba su equipo para el encuentro – No deberías apoyar a Beauxbatons, digo, en su mayoría son mujeres y todos conocemos tus ideales feministas
- Me molesta un poco que creas o hagas esos comentarios Evan, solo por venir de una familia como la mía, no significa…
- Basta por favor
Gerard se puso de pie frente a su amigo Evan Proud y Siena Gunn, la mejor cazadora de Ravenclaw.
- Amigos, en este momento hay que recordar una cosa. Ya no somos Gryffindor – comento mientras observaba y reprendía con la mirada a Evan – O Slytherin, Hufflepuff, ni Ravenclaw. ¡No! ¡Somos Hogwarts!
Cerrando su puño con firmeza, Gerard los observo a todos los miembros de su equipo, su mirada se volvió fuerte, su semblante autoritario y su aura inspirada y rodeada con una fuerte convicción
- Estamos ahora defendiendo nuestros sueños como atletas del Quidditch. Estamos luchado por la fe que nos tiene todo el colegio dentro del estadio. Estamos demostrando que Hogwarts es más que solo una escuela de Magia y Hechicería. Estamos demostrando que estamos aquí, que en esta escuela hay muchos talentos y que más allá de los colores que nos distinguen, estamos demostrando que esa diversidad no hace fuertes individualmente, pero juntos, somos una fuerza imparable, somos una familia, somos los mejores.
Joane Brown miro a su hermana y ambas asintieron con la cabeza, Joane se giró hacia Evan y este le respondió la mirada con una sonrisa. El chico se disculpó con Siena y le extendió la mano para ofrecerle su amistad. Oliver y Jake se limitaron a asentir y acercarse a Gerard para decirle que lo apoyarían a él y al equipo, tanto como lo hacían en sus propios equipos.
- Bueno “Gray”, ahora que nos haz inspirado, ¿Qué sigue?
- Ponerse sus uniformes, obviamente.
La profesora belladona entraba por la parte de enfrente de la tienda, acompañada de Aline y otro chico de Gryffindor, un novato de primer año que, según él, era demasiado empalagoso.
- Me tome la libertad de preparar yo misma los uniformes que usaran este día. Pedí autorización del director de renovarlos y no usar el tradicional esquema de siempre. Al principio no quería, pero la sub-directora tiene “métodos” para convencerlo.
- Leí un poco sobre la historia de Hogwarts – comento Aline – Y colocamos algunos detalles que reflejan la personalidad de cada casa de Hogwarts
La chica extendió uno de los uniformes y le pidió al otro chico que lo detuviera mientras con su barita señalaba cada detalle
- Una corona de laurel tejida de hilo de plata que serpentea por el pecho y la espalda, que representa la ambición de Slytherin del éxito – comentaba mientras señalaba la marca – Los jóvenes de Hufflepuff reconocerán los pequeños tallados a mano sobre los adornos de madera, son hojas como las de su uniforme, la madera representa la humildad y el tallado a mano su esmero en el trabajo duro.
Aline sonrió al ver las caras de las chicas de Slytherin y los caballeros de Hufflepuff
- Elegante – dijeron ellas
- Nos gusta – comentaron ellos
- La tela aparenta tener plumas de águila y tener un exquisito tono azul, el ave que representa la tenacidad de Ravenclaw para los desafíos y el característico azul que puede representar nobleza, fortaleza y adaptación. Por último, tenemos la figura del león que representa todo lo que Gryffindor espera de sus alumnos: Fuerza, tenacidad y orgullo. Pueden ver de igual manera, en diferentes partes del traje, varios detalles coloridos de casa.
Hubo un ligero silencio, Aline esperaba ansiosa los comentarios de sus compañeros de colegio, esperaba que les gustara a todos y que portaran orgullosos el uniforme que habían creado para ellos.
- Fantástico – grito jubiloso Evan – El diseño es muy bueno
- La tela es fantástica – agrego Siena
- Y los acabados y el bordado son sublimes – Termino por juzgar Joane
- Gracias por esto – dijo Gerard
- Pórtenlo con orgullo… Alumnos de Hogwarts – sentencio Beth
Las trompetas se escuchaban desde el campo de Quidditch, indicaba el fin del enfrentamiento entre el colegio frances y el proveniente del continente americano. Rápidamente los jugadores de Hogwarts se alistaron con su uniforme y parte del equipo de protección faltante.
En el estadio, Dylan Connor, un miembro de Ilvermorny, era el asignado a narrar los partidos de Quidditch, tenía un talento natural para estas cosas y su voz emocionada a los espectadores.
- Así es como termina el encuentro de estos dos titanes, demos un gran aplauso a ambos, que demostraron una gran habilidad y mucha destreza. Y felicitemos al equipo de Castlebruxo por su victoria.
- Escuchaste eso Gerard – decía Evan mientras se introducían por un corredor que daba hacia el estadio – Yo creería que ganaría Beauxbatons, ellos eran más fuertes y veloces
- El equipo Castlebruxo tiene una gran estrategia y espiritu, por lo que he escuchado – dijo Siena – En fin, revisión de equipo, ahora.
Dylan continuaba charlando, cuando ambos equipos, Hogwarts y Durmstrang salieron de dos extremos opuestos
- Silencio en las gradas. Demos un gran aplauso a los siguientes y últimos equipos de la primera ronda: ¡Durmstrang y Hogwarts!
El público aplaudió efusivamente a los dos que marcharon hasta encontrarse todos de frente, Gerard término parado frente al Guardián de Durmstrang. Su nombre, si mal no recordaba, era Ivan Dolohov, estudiante modelo y jugador con excelentes habilidades, el capitán de Durmstrang y posiblemente el desafío más grande que iba a tener este año Gerard para anotar en los aros aéreos.
- Nunca había visto una Sky Drake – comento el capitán, observando la escoba de Gerard – tiene un gran diseño
- Solo las hacen en Alemania y mucha gente no las compra – Gerard miro su propia escoba – Son bastante celosas y caprichosas
- Aun así, me gusta
- ¿Están listos? – Elvira Sprout, la profesora de vuelo se colocó delante de ambos capitanes – Si es así, adelante, quiero un juego limpio. No se olviden Hogwarts, somos los anfitriones demos el ejemplo. Durmstrang… no me den un motivo para aplicar las normas.
Todos los jugadores montaron en sus escobas y comenzaron a volar alrededor del campo, para tomar posiciones. El uniforme de Durmstrang a diferencia del equipo de Quidditch de Hogwarts, se veía con un diseño bastante antiguo que se veía bastante opacado por el uniforme del equipo local.
Ambos equipos se prepararon en sus posiciones. Elvira Sprout se colocó en medio del campo con una pesada caja de piel y ornamentales metálicos en el suelo. Los miro, los evaluó y sonrió.
- Adoro este deporte
Dio una patada a la caja y esta se abrió. De inmediato dos bludgers salieron despedidas hacia el cielo. Joane y Jessica se miraron sonriendo, casi como dándose indicaciones con tan solo verse. Elvira se inclinó y abrió una diminuta compuerta y la snitch dorada salió disparada como una bala lejos. Evan y el buscador del equipo contrario intentaron identificarla, pero había desaparecido de su campo de visión. Finalmente, la profesora de vuelo cogió la quaffle y la lanzo al centro del capo.
El lanzamiento de esta pelota indicaba que el encuentro comenzaba, Gerard salió hecho un bólido hacia este objeto e inclinándose sobre su escoba gano velocidad necesaria para ganarle la pelota al otro cazador de Durmstrang.
- Muy lento muchacho
Gerard salió disparado hacia los arcos enemigos, cuando un zumbido cercano le advirtió que una bludger se acercaba
- ¡Es mia Gray, tu sigue!
Jessica se adelantó rápido y golpeo la bludger hacia el cazador más próximo de Gerard, pero este logro evadir la agresión mientras este se acercaba velozmente a la zona de anotación. El chico de Gryffindor sintió como comenzaba a cerrarle el camino y estiro su brazo con la quaffle hacia un lado por unos segundos, los cazadores de Durmstrang creyeron tener una oportunidad y se lanzaron hacia el lado derecho de Gerard, pero este con un movimiento de muñeca lazo la pelota hacia su extremo derecho y con un puñetazo, disparo la bola hacia Oliver Bolt, quien sin siquiera recibirla la pateo hacia Siena quien la tomo y en fracción de segundos la lanzo hacia el arco más alejado de Ivan.
Ivan emprendió el vuelo hacia la quaffle, estaba seguro de llegar, su escoba era una de las más veloces en el mundo mágico, solo superada por algunas de uso profesional, sin embargo, cuando más cerca estaba de de su objetivo, un grito lo hizo retroceder.
- ¡Cuidado Ivan!
Una bludger dirigida por Joane paso justo enfrente de él, frenando su camino y permitiendo a Hogwarts anotar.
- ¡Pero qué demonios! -grito Ivan a su equipo – Mas atención equipo. Nos ganaron la primera, remontemos esto.
Siena observo a todo el equipo de Durmstrang y le grito a Gerard
- Posiblemente intenten una formación en flecha
- ¡Ya oyeron equipo, detengamos una flecha!
No paso mucho tiempo antes de Durmstrang intentara avanzar hacia los aros de Hogwarts, pero más rápido de lo que esperaban Joane y Jake se colocaron lado a lado del portado de la quaffle
- Hola cariño – le dijo Joane
- Aléjense
Durante la distracción, Jessica paso por debajo y con el bastón del con el que contenían las bludger golpeo la quaffle, quitándosela de las manos y disparándola hacia el aire, donde Siena la cogió rápidamente. Los dos golpeadores enviaron las dos bludger hacia Siena
- Oh fuck
- Te respaldo – grito Gerard y Siena lanzo la quaffle más arriba y fue capturada a gran velocidad por Gerard
- ¡La tengo!
- Detenganlo - grito Ivan
El Guardian de Durmstrang observaba todo el campo, incluso logro mirar como una de las bludger golpeaba la escoba de Siena y esta perdía el control. Lograba ver como los golpeadores intentaban inútilmente dar la vuelta para regresar y defender. Incluso, observo la mirada triunfante de Gerard que levanto para lanzar la quaffle hacia el mismo aro en el que habían anotado la última vez.
- No esta vez Gerard… no hay bludgers que me detengan
Gerard lanzo la quaffle e Ivan inclino su escoba para dirigerse en la dirección que estaba siendo disparada la pelota, pero entonces lo observo, la sonrisa burla de Gerard cuando este, con su otro puño golpeaba la quaffle y cambiaba repentinamente la dirección de la pelota y esta se dirigía al puesto contrario al que Ivan había supuesto. Y aunque lo intento, no pudo girar su escoba para ir por ella.
Dylan, que continuaba narrando lo entendió, Hogwarts dominaría este encuentro en cuanto al juego de anotaciones y lo peor es que Ivan también lo comprendía, solo les quedaba atrapar la snitch y así poder vencer, pero Dylan, después de los veinte minutos de juego y una puntuación de 30-10, sentencio el partido.
- Evan va tras las snitch -narraba – ha superado a su competidor, su escoba supera a la de su rival, la misma escoba del Guardian de Durmstrang; Una Cometa Nocturna… se acerca, la tiene ¡¡¡OH DIOS MIO!!! ¡Jessica Brown salió de la nada y recibió con su bate una bludger! Creo que se lastimo la muñeca, pero ha salvado a Evan. ¡¡¡EVAN HA CAPTURADO LA SNITCH DORADA!!!
- Diablos – expreso Ivan
- Tiempo récord para esta competencia, Gryffindor gana el encuentro contra Durmstrang y pasa a la semifinal. Para enfrentar a Ilvermorny.
Gerard bajo hacia el campo mientras los bateadores y la profesora Elvira cogían unas redes para atrapar las bludgers en el aire. Ivan camino hacia Gerard que estaba de espaldas hacia el, sus pasos eran firmes y con una fuerza. Sus compañeros, de ambos individuos observaron a los chicos con preocupación. Ivan llego hasta Gerard, lo tomo del hombro, lo miro con intensidad, lo giro para que ambos quedaran de frente, levanto su brazo y estrecho con fuerza la mano del cazador de Gryffindor.
- Me han dejado en ridículo – dijo enojado a Gerard – Nunca me enfrente a un equipo tan organizado. Bien jugado.
- Me asustas hombre y me alagas – contesto Gerard – Nos hemos enfrentado tantas veces que nos conocemos bien, practicamos mucho. Pero, si no te molesta que te lo diga. Necesitas cambiar de escoba
- Ya me lo había dicho mi profesor -dijo observando su escoba que estaba tirada algunos metros atrás – Pero en Durmstrang los juegos no son tan tácticos, requieren mas velocidad que destreza. Con otra escoba hubiera logrado girar y detener uno una, si nos de sus quaffles
- Eso me recuerda…
Gerard levanto su escoba y observo a Ivan
- Te mostraste interesado en la Sky Dragon. ¿Hay alguna razón en particular?
- Simplemente es extraño observar una. Y si, conozco lo que dicen. Esas escobas se vuelven fieles a sus dueños. Es difícil que un desconocido intente montarlas, solo personas con una gran amistad hacia el dueño pueden hacerlo, pero aun asi es raro que lo consigan.
- Además, son difíciles de adquirir, solo un hombre las fabrica. Mi madre le hizo un favor a su hija, básicamente el curo de una enfermedad grave a la chica y el en agradecimiento me la dio. Según ella, solo hay muy pocas en el mundo y es difícil que alguien logre repararlas, por lo que cuando una se rompe, quedan menos.
- Fue un placer este duelo. Pero cuídate de Joe. Hasta luego Gerard.
- Hasta luego Ivan
Dylan continuaba narrando algunos momentos de este y el anterior juego. Gerard se encogió en hombros al recordar también, que el hombre que había fabricado su escoba nunca más volvió a fabricar otra debido a su edad, temiendo el dia en que su escoba pudiera llegar a dañarse.
- Una victoria más vieja amiga.
Re: Cronicas de un Mago I
Buen domingo para todos!
Seguimos aquí, como cada domingo, con la responsabilidad de traerles un capitulo mas de este spin-off sobre las vivencias de Gerard cuando era estudiante. Después del encuentro del torneo, regresamos a las actividades cotidianas del colegio, pero eso no significa que las cosas se hayan puesto tan tranquilas para ellos.
Seguimos aquí, como cada domingo, con la responsabilidad de traerles un capitulo mas de este spin-off sobre las vivencias de Gerard cuando era estudiante. Después del encuentro del torneo, regresamos a las actividades cotidianas del colegio, pero eso no significa que las cosas se hayan puesto tan tranquilas para ellos.
- Capitulo 6:
- VI
Defensa contra las Artes Oscuras
Un pequeño golpe en el hombro distrajo a Gerard, una chica de cabello cobrizo, largo pero ondulado estaba junto a él. Vestía la túnica de Slytherin y un pendiente en su oreja izquierda, una runa heredada de su abuelo para la serenidad. Su nombre era Jessica Brown y tenía una sonrisa de oreja a oreja revelando su perfecta y blanca dentadura.
- ¡Que tal Gray! ¿Cómo estás?
- Oh, Jessica – le respondió Gerard – Estoy bien, aun cansado por el fin de semana, sabes, el sábado después del Quidditch fui a Hogsmade con Aline y el domingo estuve en práctica de duelo y todas las tareas me tienen agotadísimo.
- Supongo – Jessica lo miro aun sonriendo – que cuando uno persigue más de un sueño a la vez. Tiene sacrificios que hacer. La verdad es que yo en tu situación me hubiera rendido a alguna actividad.
Ambos comenzaron a caminar juntos hacia la torre de Hogwarts con la enorme escalera de caracol que los llevaría al aula de Defensa contra las Artes Oscuras. La chica se dio un danzarín giro para comenzar a seguir su camino, andando de espaldas, tratando de ver a sus alrededores
- ¿Y Aline? – Jessica regreso a recobrar la compostura - ¿No viene contigo siempre a esta clase?
- Si, fui a buscarla a la banca donde siempre me espera. Pero creo que hoy llego varios minutos más tarde. Igual yo creo que se molestó un poco y se adelantó.
- Ella es una adicta de la puntualidad ¿No es así?
- Y que lo digas
Gerard y Jessica rieron un poco, atrayendo la mirada de varios estudiantes que los seguían mientras ambos comenzaban a recitar frases burlonas sobre el llegar a tiempo, parodiando frases célebres. A diferencia de Aline, Gerard y sobre todo Jessica, eran maestros del llegar tarde, excepto cuando se trataba de llegar al Expresop hacia Hogwarts. Muchas ocasiones en años anteriores, Gerard le había costado puntos a Gryffindor por lo mismo, de igual manera Jessica.
- Aunque sabes – comento Jessica – Llegar a tiempo de vez en cuando no está mal.
- No me digas que la Rebelde Jessy está planteándose un futuro apegada a las normas
- Woo woo woooooo – dijo haciendo sus manos hacia el frente y hacia atrás repetidas ocasiones sostenido su libro entre su brazo y cadera- no nos precipitemos
Nuevamente ambos comenzaron a reír. Los estudiantes que caminaban a su alrededor los observan, algunos con recelo. Un estudiante de Gryffindor y uno de Slytherin, caminando junto por los corredores, era algo inusual. Si bien, la relación entre ambas casas ya no era tan aspera como en otros tiempos, tampoco es que fuera común que ambas casas se llevaran del todo bien. Aun eran bastante competitivos por culpa del Quidditch y la Copa de las Casas.
- La última vez Vicenzio estaba enojado – interrumpió Jessy las risas – crees que hoy venga de mejor humor
- No se – dijo Gerard mientras se detenían delante de la puerta del aula – Pero espero que si o le saldrán más canas a ese señor
De pronto la puerta de abrió de golpe delante de ellos, un hombre de cabello gris estaba frente a ellos en el extremo opuesto del salón. Su alargada túnica negro y verde era vieja pero bastante elegante y sus diseños góticos intimidantes. Escondido tras unas gafas cuadradas, el profesor contra las artes oscuras se limitó a ignorarlos indicándoles que tomaran asiento.
- Jóvenes – comenzó – recién cumplimos el primer mes de clases de este periodo académico. Por lo que saben, que su primer examen está cerca. Y quiero recomendarles esta lectura – Vicencio cogió un libro de entre su escritorio y lo mostro a la clase – “La Verdad de la Magia Defensiva Vol. IV” esta versión es bastante novedosa, trae algunas teorías que se contraponen contra preceptos que se creen arcaicos
- Como su túnica – le susurro Jessica a Gerard mientras tomaban asiento
- Si señorita Brown, mi túnica no solo parece vieja, es arcaica, con un arte gotico de comienzos del nacimiento de este arte durante el Siglo XIII. Pero es parte de mi cultura y que me recuerda a mi lugar de origen, por lo que le pediré que se abstenga de sus comentarios. Lo mismo va para usted señor Wanderer y mi apariencia personal. Apresúrense a tomar sus asientos.
Ambos guardaron silencio y continuaron. Gerard se sentía un poco incomodo por la reprimenda sutil de Vizencio, pero su atención fue cubierta por algo a lo que él le presto mayor interés. Aline no estaba en el asiento de siempre, ni sus cosas o evidencia de que ese día hubiera estado cerca de ahí.
- Este libro, como estaba diciendo es nuevo, primera edición y lo pondré a su disposición para quien lo quiera consultar, fue un regalo de mi mejor estudiante y orgulloso participante de la copa de los tres magos Theodore Eddmond Tiggr y… sucede algo Gerard ¿Por qué no toma asiento?
- Perdón profesor…
- Siempre tiene un mejor estudiante en cada generación – interrumpió Alexander – Apuesto a que Gerard es incluso mejor en Artes Oscuras que él
- Señor Black, conozco la afinidad de su familia para reconocer este tipo de condiciones en la gente, pero le aseguro, que, aunque el joven Wanderer es un habilidoso estudiante, carece de la disciplina, el conocimiento teórico y la sensatez de poner atención en clases. Considero la disciplina, la cuna de los grandes magos de nuestra especie.
- El próximo Gerard podrá demostrarlo profesor – agrego Gabriel
- El próximo será otra historia – comentó algo irritado el profesor – y conociendo la inepta habilidad de Gerard en adivinación, no creo que el mismo pueda asegurar eso. Sin ofender señor Wanderer, pero creo que su club de seguidores lo sobre estiman.
Gerard estuvo a punto de contestar a esos argumentos, pero Jessica lo detuvo y lo sentó junto a ella de una buena vez.
- No tiene caso Gerard. Todos sabemos los favoritismos y el desdén que puede mostrar el profesor por los alumnos que le agradan o no. Déjalo así y terminemos la clase.
- Saben, perdí el entusiasmo para dar esta clase hoy – sentencio Illia – Pensaba darles algunos consejos para examen de este periodo, pero, en fin. Tomen sus libros, abran el capítulo VIII y lean en silencio. Cualquier pregunta, levanten la mano.
El profesor Vicenzio Illia, era tal y como lo describía Jessica o peor. Era elitista y fácilmente irritable, uno de los hombres que aun expresaba libremente su desprecio por la sangre no pura de los magos y sobre todo, su total asco por los squibs. Sin embargo, la razón de que un hombre así impartiera la docencia en Hogwarts, se debía a su trayectoria, graduado con honores, diez años como auror activo, cinco como jefe de los mismos y ocho como profesor de la materia en Beauxbaton y cinco en Hogwarts.
- Joven Wanderer
- Si profesor Vicenzio – contesto rápidamente Gerard
- ¿Sabe la razón por la cual, su compañera McGrowell no nos honra con su presencia este día?
- Lo desconozco
- Bien, entiendo. Puede decirle que, aunque la respeto mucho como mi estudiante ejemplar hasta hoy, no hay excepciones. Debe presentar un resumen completo del capítulo VIII, IX, X y XI del libro Teoría de la Magia Defensiva para nuestra próxima clase, explicando la relación entre los tres capítulos y porque está mal. Sin excepción. Ese libro lo encontrara en alguna parte de la basura de la Biblioteca.
La clase continuo, bastante monótona, Jessica durante un momento se había quedado dormida y Gerard había tenido que despertarla picándole las costillas. Incluso Vizencio se había quedado dormido en su silla hasta el final de clase cuando un alumno de Slytherin se acercó para despertarlo. Entre risas suprimidas el profesor se despertó y dio por concluida la clase. Gerard y su amiga caminaron hacia la salida cuando Vicenzio lo detuvo hasta que todos los alumnos hayan salido de la clase.
- Lamento mi comportamiento señor Wanderer.
- Lo se profesor, tiene una reputación que mantener, aunque igual estuve a punto de contestarle
- Entiendo y me alegra no fuera así. Toma – Vicenzio le dio un cuaderno maltratado a Gerard – Este es el viejo cuaderno de mi alumno Theodore. Sácale provecho, pese a su reputación, igual que tú, él también era un buen estudiante cuando la situación lo requería, aunque más disciplinado. Se que ahora estas ahogado con lo del Quidditch y las clases particulares de la sub-directora y Belladona. Yo no puedo dar clases particulares, pero te puedo dar esto, que es muy parecido.
Gerard le agradeció, se despidió y salió de su clase. Encontrándose con Jessica
- ¿Todo bien Gray?
- Si, lo me regaño como siempre.
- Supongo que iras a buscar a Aline. ¿Quieres que te acompañe?
- No hará falta, tú también debes tener tus clases.
- Si, pero igual eres mi amigo y te ayudare si lo necesitas. Puedo incluso hablar con mi hermana y algunos chicos de Slytherin si es que hay problemas.
- Tu pidiendo ayuda, es algo que no puedo imaginar.
- Oye, puedo tomar el rol de “doncella en apuros” si me conviene jaja
Los dos chicos bajaron la escalera de caracol y salieron hasta la explanada, platicando jovialmente, caminaron hacia uno de los jardines y ahí, en la puerta, la observo, se trataba de Aline, tenía su ropa sucia, el cabello revuelto y su cuaderno deshojado. Gerard estuvo a punto de correr hacia ella, pero Jessica lo detuvo del brazo.
- No Gerard, con calma, no creo que quiera que hagas evidente lo que pasa.
- Si…
Gerard se adelantó y avanzo rápidamente hacia Aline que tenía algunas lágrimas en el rostro. Él le tomo con sus manos y le seco las mismas con sus dedos y un pañuelo que saco de su gabardina. La chica tembló un poco de dolor cuando el paso su áspero pañuelo por un raspón que tenía en la cara.
- ¿Qué ocurrió?
- N-no importa…
- A mí me importa. Ahora dime Aline, ¿Qué ocurrió?
Aline le miro a la cara y no pudo contener un pequeño llanto, se apoyó sobre la túnica de Gerard y le dijo lo que había pasado. Antes de que Gerard llegara, antes incluso de la hora prevista, Alexia Noir, una despreciable estudiante de Ravenclaw se acercó a ella rodeada de un grupo de dos amigas. La apartaron del camino y le reclamaron cosas que ella no quiso revelarle a Gerard, entonces la amenazaron con su varita y Alexia la desafío a un duelo.
Gerard era consiente que el conocimiento de Aline era superior al de casi todo el colegio, sin embargo. Su habilidad en un duelo era bastante pobre, ya que ella prefería evitar los conflictos, pese a la insistencia de Gerard por enseñarle. Alexia, obviamente había salido triunfante y en parte por las dudas que tenía Aline, la intimidación que provocaban las compañeras de Alexia y el hecho de que esta, era junto a Gerard, la mejor duelista de todo Hogwarts, exceptuando por algunos maestros.
Lleno de furia, el intentó levantarse e ir tras Alexia, pero Aline le tomo de la túnica y no le soltó, la chica callo de rodillas y no dijo una sola palabra.
- Aline…
- Si aun tienes honor Gerard, y sé que aún lo tienes, no les des la razón y no vayas tras ella…
Gerard la abrazo fuertemente, la ayudo a levantarse y caminaron hacia la sala común de Gryffindor. La tarde paso y por fin Aline se retiró a dormir, mientras que Gerard bajo las escaleras y salió de la sala común y camino a dar un habitual paseo nocturno.
- Sabía que te encontraría aquí
Nuevamente era Jessica, con la misma sonrisa de oreja a oreja que en la mañana. Pero esta vez su singular ropa debajo de la túnica estaba desalineada y sucia.
- Sabes – dijo ella sobándose los nudillos – vengo de tener una charla con alguien
Los nudillos de Jessica estaban morados y sus dedos bastante tensos y le temblaban
- ¿Qué hiciste Jessy?
- Veras Gray, escuche lo que la puta esa hizo. Y a mí también me tenía colmada de la paciencia. Además, sé que ella no te dejaría hacer nada, pero a mí no puede detenerme.
- ¿Y retaste a un duelo a Alexia?
- Oh por Merlin, no Gray – lo miro extrañada – Nunca podría derrotarla en duelo, así que me acerque a ella y le dije algo como “NO TE ACERQUES A MIS AMIGOS PERRA” le solté un puñetazo y la derribe. Ella saco su varita, yo la mía, la desarme y recuerdo que me dijo mientras le apuntaba con la mí varita “Así que atacaras a una bruja desarmada” tire mi varita y le dije “si pequeña puta, pero no será mi varita quien se ensucie contigo”
- Estas loca sabes
- Quizá, pero tu hiciste algo parecido por mí en Hogsmade, inclusive te llevaron al Ministerio de Magia por magia imprudencial. Y lo que hiciste no llega ni a los talones.
Jessy se tomó el vientre y suspiro
- Solo vine a decirte… que le dejé claro algunas cosas. Si no quiere tener problemas con Gryffindor y Slytherin, que se dejara de estupideces
- Gracias Jessy.
- Buenas noches Gray – la chica le lanzo un beso juguetón y se despidió
Gerard la observo partir y perderse entre la oscuridad, se dio la vuelta y regreso a su dormitorio.
Capitulo 7
Buenas noches!!!
El dia aun no acaba y aqui tenemos el capitulo siete de las cronicas de un mago, las aventuras de Gerard no se detienen. Sin embargo, un poco de calma para empezar
El dia aun no acaba y aqui tenemos el capitulo siete de las cronicas de un mago, las aventuras de Gerard no se detienen. Sin embargo, un poco de calma para empezar
- Capitulo 7:
- VII
El invierno en Hogwarts
Una lechuza revoloteo y se colocó sobre un árbol detrás de la sub-directora, quien hasta entonces y mirando la posición del sol, noto que la tarde comenzaría a caer en breve. Con esto en mente, le hizo una seña a su alumno Gerard y dio por finalizada la clase. La mujer le dio la espalda y con una sonrisa llena de orgullo se alejó de él, sacudiéndose los jeans que traía puesto.
- Haz mejorado bastante – le contesto mientras se inclinaba hacia el frente para recoger un saco – pronto no tendré nada más que enseñarte
- Yo aún creo que… - Gerard estaba distraído después de tirarse al suelo completamente exhausto y hasta ese momento notó la pose sugerente de la sub-directora – Yo creo que aún hay cosas… es decir, creo que aun puedo mejorar – dijo al desviar la mirada
- Ah, eso sin duda – la docente se levantó y se giró hacia el -Te faltan algunos años para estar a mi nivel – sonrió -Pero haz avanzado igual de rápido que mi mejor aprendiz o quizá mas
Gerard se mostró curioso por la afirmación y de alguna manera, un tanto desconcertado, a quien se refería con su mejor aprendiz, el tono de su voz lo hacía notar que no era una persona a quien hubiera instruido recientemente, parecía hablar de otra persona. Aun así, Gerard intentó probar suerte.
- ¿Habla de Alexia?
- Jaja, no – lo miro triunfante – A ti y a Alexia, en este momento, los coloco en el mismo peldaño, aunque, si tuviera que apostar, lo haría por ti sin duda.
- Entonces a quien se refiere.
- En realidad, tú conoces a mi mejor aprendiz, solo que no lo sabes, pero… si ganas la Copa de Quidditch para Hogwarts, te diré quién es.
Una fría ventisca soplo fuertemente, obligando a ambos a abrigarse con su saco y la túnica de estudiante de Gerard. La profesora se acercó a su estudiante y le sonrió.
- Sabes Gerard, no es mentira lo que te digo, avanzas rápido – suspiro – Y es un parte una pena, eso significa que el próximo año no te daré clases, así que, si asistes con el Auror que te recomendé en vacaciones, entra fuertemente con él.
- Lo haré Miss Neko
- Él fue mi mentor y aunque en duelo yo le supero, mi habilidad es grande por él y te hará bien… -La sub-directora comenzó a caminar lejos de él -Ahora date prisa, si aún quieres encontrarte con ella en Hogsmeade, creo que nos pasamos del tiempo.
Esa era la señal para irse y Gerard lo entendía, ambos tenían planes. Gerard disfrutaría de un hermoso viernes en compañía de Aline en Hogsmeade, antes de volver a Hogwarts y terminar su segundo encuentra contra Ilvermorny al día siguiente. El muchacho se devolvió entonces a su habitación para darse una buena ducha de agua caliente. En el camino se encontró con Gabriel, lo saludo fraternalmente y lo dejo atrás mientras se apuraba para alistarse.
- Mucha prisa, Gerard
- Tengo una cita con Aline, no puedo platicar, nos vemos
Si a Gabriel alguien se lo hubiera preguntado, acertadamente diría que Gerard emanaba alegría, era como un aura que lo rodeaba completamente. Gerard prosiguió, se preparó y bajo rápidamente, anduvo hasta llegar a la entrada principal, donde se encontró con ella, la chica a la que amaba.
Algunas personas envidiaban su relación, otros la protegían y unos más creían que era alguna clase de competencia de popularidad, lo cierta era, que simplemente los dos se comprendían, se respetaban y compartían sueños similares, pero a la vez eran tan diferentes, Aline era un chica alegre pero fe igual modo, educada y sería, temerosa a las dificultades pero bastante responsable y dedicada a sus estudios y metas, pero por sobre todo, solía ser competitiva en muchas ocasiones; Gerard por su parte era más jovial, pero presuntuoso en muchos aspectos, siempre deseoso de más y bastante metódico, planeando muchas cosas a futuro, pero impulsivo y arrogante, solía dedicarle mucho tiempo a algo que cautivara su atención.
Otros alumnos lo notaban, y siempre suponían que esos dos no parecían alumnos de Gryffindor, si no de Ravenclaw y Slytherin, respectivamente. Sin embargo, los eventos ocurridos el año anterior, dejaron en claro que tenían dos de las más grandes virtudes de los alumnos de esta casa: Su imprudente valentía y su enorme sentido de proteger a sus compañeros.
Gerard comenzó a recordar el día en que se conocieron, era el primer dia de colegio y tanto Aline McGrowell como Gerard Wanderer no se conocía, ambos pasaron por el sombrero seleccionador, primero fue el, quien camino lentamente, completamente lleno de nervios y se sentó en el taburete para que el sombrero fuera colocado sobre su cabeza, pero este, instintivamente grito “Gryffindor”. El muchacho suspiro y entonces giro por primera vez a ver hacia sus compañeros, entonces la observo, esa chica, de alguna manera, le provoco un sentimiento que jamás ha vuelto a sentir.
No fue, si no hasta la clase de Defensa contra las Artes Oscura, que la volvió observar, él había llegado tarde y Aline muy temprano, tachada de santurrona, algunos de sus compañeros terminaron sentándose en otros lugares, por lo que el último lugar disponible para Gerard, era aquel. Sin molestarse mucho, se colocó a lado de ella, con las manos llenas de lodo, manchando todo y provocando un desagrado total en ella. Sin embargo, fue la única en notar que le temblaba el parpado derecho “¿Estas bien?” Gerard la observo, le sonrió y le contesto “Si prometes no decirle nada a nadie, te regalare un chocolate la próxima vez que nos reunamos”.
Ni Aline, ni Gerard lo sabían en aquel entonces, pero el comienzo de una tradición había iniciado. Aline por un instante discrimino el aspecto desalineado de Gerard, la suciedad que lo cubría, su impuntualidad y su recelo de hablar del asunto. Poco sabia aquel día, que aquel alumno, venia de practicar vuelo cuando no podía hacerlo, se había maldecido a si mismo por no poder lograrlo y aun decepcionado, hizo hasta lo imposible por llegar a la clase que más lo ilusionaba en aquellos días.
Gerard dio una pequeña risita el recordar todo aquello, cosa que a Aline le pareció curioso.
- ¿Qué? – Aline se auto inspeccionó - ¿Tengo algo raro?
- No, recordaba. Cuando nos conocimos por primera vez. ¿Recuerdas que pensabas de mí?
- Que eras un rebelde sin causa, pero había algo lindo en ti, no sé. Había cierta ternura en el muchacho que vestía todo alborotado y sucio, como un niño pequeño que aún no maduraba. Por un lado, no me quería acercar a ti, por el otro, me intrigaba saber por que estabas así y…
- ¿Y que opinas de mi ahora?
- Que sigues sin madurar – Aline le miro a los ojos y le saco la lengua - ¿Y tú, que opinabas de mí?
- Que eras una ñoña jaja - El chico cogió la bolsa de Aline y salió corriendo.
Ambos se alejaron y partieron a Hogsmeade, platicando todo el camino. Gerard hablaba de estupideces, lo que le interesa a todo chico de su edad, deportes, aventuras, héroes, comida. Aline por su parte tenía conversaciones más serias, la situación de Hogwarts, su futuro como magos y la vida social de ambos en la escuela, pero siempre que la conversación de Aline comenzaba a tomar fuerza, Gerard la interrumpía con algún chistorete que molesta a Aline, pero de alguna manera, la hacía reír y ambos amaban eso.
Una vez en Hogsmeade las cosas no cambiaron mucho, visitaron algunos lugares, como siempre, Gerard quería ir a ver La Casa de los Gritos y como cada año, intentaba colarse, pero era detenido por Aline. Después de visitar Honeydukes, sitio obligatorio para ambos, visitaron la casa de las plumas, ahí Gerard no entró al negocio, pero Aline se adentró algunos varios minutos para adquirir una nueva de buena calidad, la cual presumió a Gerard, que a pesar de no entendía ni una pisca de lo que Aline le decía de la pluma, el sabio que era importante para ella. Y estaba seguro, que ella había hecho lo mismo con él, en varias ocasiones.
Su visita siempre terminaba en Las Tres Escobas, donde siempre pedían lo mismo y platicaban hasta casi anochecer, a veces jugaban un poco de ajedrez mágico, donde Aline resulto victoriosa. En realidad, ninguno de los dos era bueno en ese juego y en muchas ocasiones, cambiaban las reglas, una vez Gerard fusiono su Torre con un Caballo, y coloco en el tablero una pieza atada no con magia, si no con el cordel de su zapato, al que llamo El Caballo de Troya, con la habilidad de penetrar sus defensas y atacar al rey.
- Oye Aline
- Dime – Ambos estaban sostenidos de la mano, caminando afuera de la taberna - ¿Pasa algo?
- Podemos volver al sitio donde te me declaraste por primera cuando acabe el invierno. Tengo algo especial para ti. Quería que fuera una sorpresa, pero, aun así, tenía que avisarte para evitar que algo pudiera interferir
- Descuida, volveremos – Gerard miro a la luna
Aline tomo la mano de Gerard y la coloco en su cintura, Gerard comenzó a tararear y ambos bailaron un poco, cobijados por la plateada luz del astro nocturno, calentados por la pasión de sus corazones ante la invernal noche. Ambos se miraban a los ojos, ojos llenos de vida, de inexperiencia, de amor. Aline cerro lo ojos para pensar y Gerard le robo un beso, ambos se detuvieron, se abrazaron fuertemente y durante un largo instante, el universo entero se redujo a Aline y Gerard.
- Ejem
La profesora Belladona había caminado hasta una distancia prudente y anque durante un tiempo quería seguir observando a los dos tortolitos, el profesor Abdiel había instigado a la Jefa de Gryffindor a hacerse cargo de sus “niños” y llevarlos de vuelta al colegio.
- P-p-profesora Beth
Aline se sonrojó más de lo que su maestra hubiera esperado, Gerard, aunque también se había puesto incomodo, pronto olvido ese detalle al observar como Aline intentaba esconder su rostro en la gabardina que cuello alto que llevaba esa noche, dejando ver apenas sus ojos a través y el rubor de la vergüenza que sentía.
- Calma, calma Aline – la profesora la abrazo como si fuera su madre – Somos jóvenes y hermosas, es fácil caer enamoradas por alguien igual de joven que nosotros – la maestra le acaricio el cabello – el amor es algo hermoso, es la fuerza que mueve a los seres humanos a hacer grandes cosas, no tienes que apenarte
- Profesora…
- ¿Si Aline?
- No puedo respirar
Beth se alejó de la profesora colocando sus palmas al frente y pidiendo disculpas repetidamente.
- Profesora Beth, puede adelantarse con Aline, olvide algo en las Tres Escobas – argumento Gerard – Iré por ellas, no tardare más de unos minutos, igual creo que quedé a deber algo…
- ¡Ve, ve, anda! -Belladona le hizo señas de que se marchara – Eso, estoy orgullosa de lo nobles que son mis alumnos
Sin embargo, Gerard no entró a las Tres Escobas, en su lugar entro a un callejón en sitio contiguo, ahí, parada sobre una ventana diminuta que daba hacia la cocineta, estaba parada una lechuza que lo observaba con sus enormes ojos con una mirada penetrante y aterradora
- Te vi en Hogwarts, te volví a ver cuándo mire hacia la luna y ahora aquí – La voz de Gerard sonaba desafiante al momento que tomaba su varita – Creo haberte visto muchas veces cuando se repartía el correo, pero nunca entregabas nada, solo revoloteabas por ahí y en repetidas ocasiones, me observabas. ¡Revelate!
La lechuza salto hacia el frente mientras aumentaba desproporcionalmente de tamaño, las plumas se reducían hasta el grado de desaparecer y la piel era cubierta por ropa de un antiguo atuendo inglés, una antigua y deshilachada boina inglesa. Frente a Gerard ahora se encontraba un hombre encorvado que tenía su rostro a escasos centímetros del rostro de Gerard, iluminado de forma macabra por la noche, parecía casi el espectro de la muerte que se colocaba dispuesto a matar.
Repentinamente, el muchacho sintió la varita de aquel animago apuntándole al cuello desde su costado izquierdo, su lado malo. Gerard sintió pavor, aquel sujeto lo miro unos segundos más y se alejó hacia atrás con un suave pero impresionante movimiento, como una sombra.
- Tiene algunos meses que no charlábamos, joven Gerard Wanderer. Sabe, por un lado, es una lástima que no heredara el apellido de su madre… ¿Cuál era?... Drakonus.
A Gerard se le revolvió el estómago el tan solo escuchar el nombre de su linaje por parte de su madre. Creía haber dejado todo eso de lado el año anterior.
- Se todo sobre eso caballero. También he estado observando sus prácticas con mi vieja alumna, tu querida sub-directora, tienes algunos fallos de postura que ella no ha podido corregir. Se también sobre el torneo de Quidditch y tus hazañas como capitán me impresionan. He investigado de igual forma a tu doncella, Aline McGrowell y algunos de tus amigos.
- Espera, usted es Adam Baines, el Auror.
- No es muy perceptivo verdad.
Baines se alejó un poco de las sombras y camino hacia debajo de una farola en la calle, fuera del callejón.
- Gerard Wanderer. He venido para insistir en el cuestionario sobre lo que ocurrió esa noche en donde murió el profesor de Historia de la Magia y el auto nombrado Mago Oscuro – Baines que estaba de espaldas hacia el volteo como un ave de rapiña – Coopere conmigo y puedo dar buenas recomendaciones sobre usted en el Ministerio… porque recordemos, que usted tiene historial delictivo por uso in prudencial de la magia.
- Espere, está tratando de comprar mi declaración
El hombre aspecto aterrador rió y continuo
- Véalo de cualquier forma, yo solo quiero obtener evidencia sobre el paradero del hombre que instruyo a su compañero a la Magia Oscura; por que estará de acuerdo conmigo de que ese muchacho no aprendió ese tipo de magia solo. Y si eso es lo que piensa, usted es algo lento.
- ¿Alguien lo instruyo?
- Usted no deja de sorprenderme, para mal, desafortunadamente. Tengo suficiente experiencia para afirmar que algo puede pasar, si las cosas continúan así. Coopere conmigo – dijo al momento que sacaba su varita – No me haga recurrir a la verdad razón, por la que existen los Aurores.
Gerard trago saliva y asintió, en ese momento, comenzó a escucharse el grito de Belladona que provenía desde fuera de Las Tres Escobas, también lograba escuchar a Abdiel y Aline gritar su nombre repetidas veces con tono de preocupación.
- Pero no ahora… me están esperando
- Lo sé – Baines lo miro fijamente – estaré esperando su llamado, después de todo, sabe que andaré cerca…
Baines volvió a su forma animaga y se alejó volando, mientras que Gerard caminó de vuelta hacia donde sus profesores, bastante asustado, sudando frio. Aline lo miro, pero al ver la seriedad en el rostro de Gerard, no se atrevió a preguntar. Beth por el contrario, lo acogió entre sus brazos, y sin decir más, le susurro.
- Estas aprendiendo muy rápido el lado oscuro del mundo mágico. Este universo es bipolar, hay cosas muy hermosas, pero también hay cosas malas. No sé que te pasó Gerard, pero si tienes problemas llámame e iré a ayudarte. Ahora ve con Aline y trata de no asustarla.
Elizabeth Belladona se quedó ligeramente atrás y desenvaino su varita. Un trozo blanco, de un roble albino, bastante raro, con grabaciones rúnicas y un mango de plata. La empuño con fuerza amenazadoramente sin siquiera levantarla y un fulgor verde ilumino la varita, pero ningún conjuro fue lanzado. La mujer guardo su varita y el Auror, desde su escondrijo, se limitó a observar
Capitulo 8
Buenas noches compañeros,
Continuamos con la publicación semanal, en esta ocasion les traigo el siguiente encuentro de Quidditch! :3
Continuamos con la publicación semanal, en esta ocasion les traigo el siguiente encuentro de Quidditch! :3
- Capitulo VIII:
- VIII
El duelo de capitanes
El día se había nublado de improvisto, las negras nubes cubrieron por completo el campo de Quidditch y los alrededores de Hogwarts. Poco a poco el atronador sonido de truenos comenzaba a preocupar a algunos de los estudiantes. Una tormenta comenzó a surgir con fuerza sobre los campos de juego.
- ¡Esto se está poniendo interesante Gerard!
Evan paso volando muy cerca del capitán de Hogwarts y campeón de Gryffindor. Pero este poco caso le puso pues estaba más atento a la trayectoria de Oliver Bolt que volaba a gran velocidad para intentar acercarse a los arcos, después de un pase enviado por el mismo.
- ¡Bludger!
Grito Joane y Gerard instintivamente esquivo el golpe, solo unos segundos de distracción fueron suficientes para perder la sincronía del juego, para cuando se giró para observar a Oliver, el chico había sido envestido por Joe y la quaffle había sido tomada por uno de los jugadores de Ivelmorny.
- ¡Atento Wilson!
Gerard intento volar detrás del jugador de Ivelmorny, pero Joe lo emparejo rápidamente.
- ¡Que tal Gerard! – exclamo sarcásticamente – ¿Te diviertes?
- No molestes Joe
- Vamos Gerard, inténtalo al menos, están siendo humillados
Los comentarios de Joe eran bastante burlones e irritantes, el score de Hogwarts estaba muy por detrás de Ivelmorny, con una puntuación de 20 puntos contra 70 de Ivelmorny. Pero no significaba que Hogwarts estuviera jugando mal, era solo que el equipo de norte américa era virtualmente superior. Parecía que habían estudiado a la perfección de los chicos del equipo europeo.
- JACK WILSON DETIENE LA QUAFFLE – grito Dylan
- Maldita sea chicos – Joe se alejó de Gerard para acercarse al cazador de Ivelmorny
- ¡Demonios! Tengo que pensar en algo – Gerard se detuvo en el aire y observo a todo su equipo – Siena, ¿Alguna idea?
- No Gerard, no se me ocurre nada
Gerard se giró para mirar a Evan, pero entonces la lluvia comenzó a caer y el fuerte ventarrón comenzó a dificultar el vuelo en escoba. Sabía que no podía contar con un milagro de Evan, pero si existía forma de vencer a Ivelmorny, era que Evan capturase la snitch, con señas, Gerard llamo a Jessica.
- ¿Qué pasa Gray? – Jessica se acercó algo confundida a su compañero - ¿Se te ocurrio algún plan?
- Joe ha estado enfocado en derribarme – Le dijo muy seriamente mientras observaba como Siena ponía todo su espíritu para defender la quaffle
- Disculpa – dijo mientras se quitaba el cabello mojado del rostro sin mirarle a los ojos - he hecho hasta lo imposible para detenerlo y..
- Escúchame Jessica – Gerard la interrumpió con la misma seriedad – Voy a llamar su atención, es un riesgo, pero tengo que hacerlo.
El joven tomo con fuerza su escoba, sin dejar de ver la quaffle y como Ivelmorny se la arrebataba a Hogwarts en un intento de pase de Siena hacia Oliver.
- Pase lo que pase, cuando Joe me persiga la próxima vez, no me defiendas. Tomare esa Quaffle, humillare a su cazador y Joe intentara detenerme.
- No, espera, Joe es demasiado agresivo – La expresión de Jessica se volvió un poco preocupada – El tipo lastimo la muñeca de Joane con el tiro de una quaffle que iba hacia Siena, no imagino que intentaría para detenerte.
- Jessica, escúchame – Gerard se inclinó hacia delante totalmente concentrado – Tienes que derribar al buscador de Ivelmorny, sacarlo del juego, que no pueda competir contra Evan.
- Pero….
- Confió en ti Jessica, ¡Inhabilita a ese jugador!
Gerard despego de su sitio lanzándose a gran velocidad “Vamos Sky Dragon, fuiste creada para competir en campos hostiles” La escoba de Gerard agarro mucha velocidad, aunque Gerard no podía ver casi nada, su vista estaba completamente empapada por el aguacero que caia sobre su rostro, peligrosamente se acercaba al cazador de la escuela rival, cuando fue observado por Joe.
- ¡Oh Gerard! ¡No te dejare! – Grito con una voz potente Joe - ¡Aquí termina tu vuelo!
Joe voló a gran velocidad hacia Gerard, tomando la porra con firmeza, gritándole a su compañero golpeador
- ¡Necesito una bludger, AHORA!
Dylan narraba todo con prontitud, sabía que estaba por observar una jugada bastante peligrosa, asumía la jugada a la desesperación del capitán de Hogwarts por ir perdiendo, y lo llamaba una estupidez. Durante todo el intenso encuentro, ambos estrategas se habían confrontado con inteligencia, había predicho y anticipado cada jugada armada por su rival, pero ahora, no ahora todo era impulsivo y demasiado obvio.
- ¡Deprisa, la bludger!
Gerard finalmente alcanzo a su competidor por el lado derecho, cuando el jugador se dio cuenta de eso, paso la quaffle a su brazo izquierdo observando a quien podía enviar la bola, pero en un giro bastante peligroso por las condiciones climatológicas, Gerard se inclinó, dio un giro sobre su eje y a la vez paso del lado derecho del estudiante de Ivelmorny a estar debajo de él, patear la quaffle y colocarse en su lado izquierdo, volar hacia el frente y tomar la pelota.
Ni Joe, Dylan o nadie ajeno a Hogwarts se creía semejante jugada, por el contrario, todo Hogwarts se colocó de pie, aplaudió y vitoreo con fuerza, pues la escuela ya conocía esa maniobra, anteriormente la había usado para vencer a un equipo de Quidditch local en una final. Sin embargo, la tempestad que estaba sobre el campo, el rival a quien enfrentaba y las condiciones del juego habían convertido a esto, en una hazaña aún más grande.
Sin embargo, pocos notaban lo que realmente había pasado, el movimiento, la lluvia y el hecho de que ahora Gerard solo se podía apoyar con una mano en la escoba le había hecho perder el control del vuelo y aunque parecía que todo estaba planeado, Gerard luchaba por no precipitarse al suelo, sin embargo, sus manos y piernas se resbalaban.
- ¡Joe, aquí tienes!
El compañero de Joe le proporciono una bludger y se la dejo a tiro para que pudiera golpearla con fuerza y enviarla en dirección a Gerard. Joe no midió su fuerza y con un impacto desmedido el esférico fue dirijo hacia el capitán de Hogwarts.
- EVAN HA VISTO LA SNITCH
Joe no presto atención al grito de Dylan, confiaba plenamente en su buscador, solo observaba y prácticamente soltó una sola carcajada cuando la bludger golpeo el hombro izquierdo de Gerard. Derribándolo en una impactante escena que enmudeció al campo entero. El líder de la escuadra de Gerard cayó sobre el césped mojado, patinando algunos metros sobre el lodo que se había generado, el chico había incluso escuchado como uno de sus hombros se dislocaba durante sus repetidos giros en el suelo, gritando fuertemente de dolor.
- Oh si – Gardner levanto sus brazos al cielo en forma triunfante – ¡Eres escurridizo, pero te derribe!
Aline, que observaba desde las gradas se llevó las manos a la boca para evitar soltar un grito de dolor por ver a Gerard caer de forma tan abrupta.
- Gerard…
- Calma Aline –Gabriel la abrazo – Gerard se ve peor de lo que realmente paso.
- Pero fue un impacto letal – Aline lo miro al rostro con una expresión de incertidumbre que reflejaba su preocupacion - ¿Que no hay alguna clase de regla para esto?
- No – agrego Gabriel – Es legal esto en el juego.
- Gerard fue muy inteligente – interrumpió Alexander - Al descender lo más pudo, si Joe lo hubiera derribado de una altura mayor el daño podría haber llegado a ser letal
Aline abrazo fuertemente a Gabriel, mientras observaba como Joe descendía de su escoba y se paraba delante de Gerard.
- Se acabo Gerard – dijo mientras se colocaba en cuclillas – Sin ti, tu equipo queda diezmado, unos cuantos puntos más…
- DOS JUGADORES AL SUELO Y EVAN VA TRAS LA SNITCH – narró Dylan
- ¡Pero que diablos! – exclamo exaltado Joe
- J-je….
- Maldito desgraciado
Joe observo a lo lejos como caía su buscador, tomo la escoba y voló hacia el para detener su caída. Junto a su compañero caían las astillas de su escoba que aparentemente había sido destrozada por una bludger. Joe llego a tiempo y freno el estrepitoso descenso de su aliado, pero sabía, que, si su buscador estaba cayendo, solo era cuestión de tiempo para que lo inevitable sucediera
- OTROS 10 PUNTOS PARA IVELMORNY POR ANOTAR LA QUAFFLE
- Me la haz hecho buena maldito tramposo – grito Joe a un semi inconsciente Gerard
- EVAN SE ACERCA A LA SNITCH
Joe descendió, coloco a su buscador en el suelo y salió disparado hacia Evan
- JOE VUELA PELIGROSAMENTE HACIA EVAN, PERO ESTE CASI LO LOGRA, CASI PUEDE SENTIR LA SNITCH ENTRE SUS DEDOS, LA TIENE… LA TIENE…
- ¡Te voy a detener! – grito Joe, pero Evan lo ignoro
- LA SNITCH DA UN GIRO INESPERADO Y ESCAPA DE EVAN
Joe tomo su pequeño bate con fuerza, pero Joane Brown le cerró el paso obligándolo a tomar otra ruta. Evan seguida en persecución de la snitch, pero el clima no lo ayudaba en nada. Dylan narraba todo lo que acontecía, ambos equipos por momento olvidaron el resto del juego, todos se centraban en Evan y su persecución por la snitch.
- ¡Joe! – grito el otro compañero - ¡Bludger!
El agresivo jugador de Ivelmorny observo a su compañero indicarle que una bludger salvaje se acercaba, el tomo el bate dispuesto a derribar a Joe, sin embargo, Jessica Brown apareció e intercepto la bludger con su antebrazo, gritando de dolor por el impacto. Joe la observo y esta le sonrió.
- ¡EVAN! ¡EVAN! ¡EVAN! – Gritaba todo Hogwarts
- EVAN NUEVAEMENTE ESTA CERCA – Se escucho un poderoso trueno -EVAN A CAPTURADO LA SNITCH DORADA
Rápidamente algunos profesores y miembros de su equipo bajaron hacia donde estaba tendido Gerard, sin embargo, el júbilo entre los estudiantes continuaba pues en este momento la multitud estaba dividida, por un lado, Hogwarts vitoreaba la victoria ante su acérrimo rival, mientras que otros, se preocupaban por el estado del capitán del equipo.
Aline y compañía se abrieron rápidamente paso entre el mar de personas, intentando descender, pero las escalinatas se volvieron un obstáculo obsceno, no había forma de acceder.
- ¡Abran paso, abran paso! – El profesor Abdiel comenzó a apartar a la multitud poco a poco – ¡Síganme chicos!
- Gracias profesor
En el campo, la enfermera del colegio y la profesora Elvira, además de Belladona, rodeaban a Gerard mientras la experta en medicina soltaba un encantamiento sobre el brazo de Gerard.
- Tienes suerte de ser de huesos fuertes y entrenarte bastante físicamente – Su varita pasaba por la zona del hueso lastimado – Pero anímicamente estas muy mal Gerard, te lo dije desde el principio, debes comer mejor y dormir mas
- Ella tiene razón – interrumpió Beth – Necesitas descansar también, te estas excediendo en tus actividades extracurriculares
- Compañeras, por favor, estamos tratando de animar al chico, no estamos aquí, al menos no en este momento, para regañarle – Elvira le sonrió a Gerard – Eres sorprendente Gerard, pero en tu mejor momento esto no te hubiera pasado.
Gerard se retorció de dolor, pero su brazo regreso a la normalidad, sin embargo, aunque físicamente estaba bien, aun sentía una enorme punzada.
- Gracias Miss Morrigan
- Chico, aunque te he curado, vas a tener que abstenerte de todo tipo de actividad física por unas semanas, ¿De acuerdo? Tu hombro izquierdo, aunque no está fracturado, he tenido que usar Férula para inmovilizarlo.
- Si Miss Morrigan, lo comprendo
- Uff – Morrigan suspiro – Me alegra que estés bien
Elizabeth cogió a Gerard y comenzó a caminar con él, rápidamente se dio cuenta que sus compañeros y una pequeña multitud comenzaba a acercarse. Ella sabía que Gerard, aunque estaba en su derecho de festejar, no estaba tan bien como él o Morrigan argumentaban. Lo acerco hacia una de las salidas y le encomendó irse sin chistar a la tienda.
Exhausto y consiente de la orden de Belladona, acepto sin reparos, comenzó a andar a paso seguro, sobándose el brazo “vaya estupidez hice ahí”. Gerard pronto alcanzo la tienda y se introdujo dentro, nuevamente, por fuera parecía una carpa para unas diez personas, pero dentro era algo totalmente distinto, era como una casa enorme con una explanada bastante amplia. De pronto Gerard escucho unos pasos detrás de él y algo no le daba buena espina, rápidamente se giró y miro un pequeño fulgor amarillo detrás de la entrada.
- ¿Quién est…?
- ¡Bombarda!
Gerard se arrojó al suelo y un armario a poca distancia del exploto, rápidamente levanto su mirada y observo a Joe Gardner entrando por el acceso frontal de la tienda, con la mirada clavada sobre él.
- ¿¡Qué te pasa Joe!? – grito - ¡Se acabo!
Joe apunto su varita hacia él, repitiendo el hechizo explotando el suelo en donde hacia medio segundo, el joven cazador se encontraba. Gerard cogió su varita y se colocó detrás de unas cuantas cajas, pensando con cautela se levantó, piso y salto sobre la misma. Joe utilizo el hechizo Aresto Momentum para ralentizar a Gerard, sin embargo, justo en ese momento un montón de aves aparecieron de la nada formando un escudo de aves, las cuales fueron el objetivo del encantamiento, dejando a Gerard libre para contra atacar
- ¡Voltaem Ascendere! – La varita apunto a Joe y este fue despedido hacia el tejado, cayendo precipitadamente al suelo.
Gerard dio unos pasos hacia atrás cuando Joe impacto contra el suelo, pero como si nada de eso le hubiera hecho daño, se levantó de forma iracunda y corrió hacia Gerard apuntando con su varita
- ¡Petrificus totalus!
- ¡Protego!
Ambos encantamientos fueron casi a la par y le dieron tiempo a Gerard para defenderse, pero Joe llego hasta el, lo derribo y le apunto a Gerard con su varita, pero este le propino un puñetazo para quitárselo de encima. Ambos giraron sobre el suelo hasta alejarse un par de metros uno del otro. Joe se levantó completamente de un salto apoyado con sus brazos y quedando de pie, mientras que su rival simplemente quedo apoyado sobre su rodilla derecha y su pierna izquierda, inclinado a medio levantarse, ambos apuntaron sus varitas
- ¡Avada…!
- ¡Expulso!
Joe salió despedido del suelo e impactando contra los escombros del armario que había hecho explotar recién. Gerard agradeció infinitamente las clases de duelo de su sub-directora “hechizos cortos a corta distancia”. Aun recostado sobre el suelo, comenzó a lanzar encantamientos bombarda para intentar atinar a Gerard que se movía entre el campo como roedor esquivando disparos de escopeta, saltando entre obstáculos, lanzándose entre objetos, usando artículos como escudo y cuando Joe dudo, sentencio él duelo.
- ¡Oppugno! – Grito Gerard
Todos los pequeños escombros salieron despedidos hacia Joe, que consiente de que eran tan pequeños y algunos filosos, no podría evitarlos todos así que cubrió su rostro con sus brazos intentando defenderse.
- ¡Desmaius!
Finalmente, Joe cayó inconsciente y Gerard se tiró al piso también sobre sus rodillas, agarrándose el hombro que se había lastimado sintiendo un dolor demasiado intenso, le ardía bastante, el chico desgarro su playera dejando al descubierto parte de su pecho, torso y hombro; observo como el hueso no estaba en su lugar.
Beth, Elvira y Morrigan entraron al campamento y observaron la escena. Morrigan corrió rápidamente hacia el alumno para examinarlo. Abdiel, Vicenzio, el profesor de adivinación y el de pociones también entraron preguntándose que es lo que había ocurrido.
- ¡Joe, él me ataco!
- Abdiel – le dijo Elizabeth – Que ningún alumno de esta u otra escuela salga el día de hoy del colegio. Se suspende el viaje de retorno por vacaciones hasta el próximo lunes, de igual forma se cancelan las salidas a Hogsmade de hoy – La mujer observo a Vicenzio – ¿Es…?
- No podría asegurarlo, pero es probable. Debemos avisar al director de la escuela y debemos decidir que hacer con Joe.
- Que Ivelmorny se encargue de los suyos – agrego Elvira - ¿Gerard está bien Morrigan?
- Dios… no… - exclamo preocupada – Creo… creo que Gerard tendrá que abandonar su puesto en el torneo de Quidditch, su lesión se complicó.
Abdiel salió de la tienda preocupado, pensando en cómo retenerla a todos esos alumnos, mientras una lechuza parada en una piedra cercana observaba desde afuera todo lo que ocurría y escuchaba lo que ocurría dentro. Gerard agacho la cabeza y observo a Elizabeth, quien corrió a abrazarlo.
- ¿Profesora? – dijo casi sollozando
- Tranquilo Gerard, tranquilo…
Vicenzio observo la varita de Joe un instante y la de Gerard.
- Gran duelo el que tuvieron estos dos – exclamó
- No creo que eso importe mucho ahora – le reprendió Beth
- Lo es, cuando Gerard escapo a ser atacado por una Imperdonable.
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