El corazón palpita en la primera cita.

La plaza de la ciudad estaba casi vacía, uno que otro transeúnte pasaban en ese lugar que podría describirse como bonito, amplio con esculturas y fuentes, su propio jardín y árboles daban vida al lugar, sencillamente no se me ocurrió otro sitio para pedirle al chico que viniera, no soy experta en citas, así que no tenía muchas opciones.

Es la primera vez que vengo a la ciudad sin que sea por asuntos serios, de hecho fue durante mis guardias que conocí a esa persona, fue agradable al inicio ver a alguien mas y gracias a el pude sentir lo que era no estar tan sola.

Miro mis ropas.

¿Estará bien este conjunto? Tal vez fue demasiado traer un vestido tan revelador.

Me puse un vestido estilo oriental ya que me encantaba como se me veía, ahora no estoy tan segura de la elección, es un vestido largo de una pieza, pero un corte a ambos costados me permiten caminar, eso fue por lo que lo elegí, aunque ahora noto que de esta forma enseñó demasiado, otro asunto era el escote frontal, hay un corte en forma de diamante acostado que enseña parte de mi pecho.
Con otra mirada a mi ropa empiezo a sentirme algo inhibida.

Elegí esta ropa pensando en Falling.

Quiero cambiarme, solo que es tarde, además de que me sorprende estar nerviosa.

Aprieto entre mis manos una bolsita, era un presente sencillo, galletas hechas a mano, esperaba que le gustarán.

Mientras pasan las personas, miro el reloj.
Ya casi es la hora.

Dress:

Vaya si ibamos a venir orientales, debiste haberme avisado.

Con una ropa sencilla de tipo casual, el chico se acercó hasta donde estaba ella, le mira de arriba hacia abajo y asintió.

Realmente te vez muy linda, aunque siento que opacó tu estilo jeje

Le extiende su mano, y aunque su rostro serio no solia reflejar expresión alguna, una suave sonrisa se dibujo.

Planee algunas cosas para hoy, si no te afecta, ¿Comenzamos nuestra cita?

Clothes:

-No debí hacerle caso.
Murmullo algo arrepentida de haber pedido consejo para una cita.
-Pedí ayuda y me dijeron que este vestido atrae a los hombres.
Normalmente me sentiría algo de rencor, aunque pensar que fui halagada parece calmar mis emociones.
¿No paso algo similar cuando esta por pelear con Hitler?
-Si vamos.
Le regalo una sonrisa antes de extender mis manos con la bolsa de galletitas.
-Las prepare para ti.
Luego de ponerlas en sus manos, me deslizo hacia su rostro para besar su mejilla.
-Si, vamos a la cita.

Bien.

El chico comienza a caminar al distrito de compras de la ciudad blanca, pequeñas tiendas con acaparetes adornados formaban parte de una larga calle, boutiques, restaurantes, panaderías, etc. cubrían ambos lados de la dirección en la que ambos caminaban, deteniéndose lentamente, quedan frente a una tienda sencilla con algunas sillas de hierro forjado con detalles de flores y plantas; mesas del mismo estilo se hallaban frente a las mesas.

Encontré este lugar mientras conocía la ciudad, La comida de estilo mediterraneo es mi preferida.

Abriendo la puerta del lugar, el chico ofrece a que su acompañante ingrese primero al lugar.

Quedo sorprendida ante tal galantería, estoy acostumbrada a duelos, sitios que van desde respetable a bares de mala muerte.

-Es muy bonito.

Al entrar puedo percibir el olor, definitivamente estoy siendo sorprendida, con ese pensamiento trato de seguir el ritmo ya que es mi meta ser quien impresione a su pareja.
Con elegancia paso delante suyo usando.

-Y muy elegante, dime ¿Cómo conoces este tipo de cosas? Se muy poco de tí ¿Viajas?

Al encontrar nuestra mesa me siento cruzando las piernas y esperando saber mas sobre mi compañero.

Recientemente ya no.

El joven toma asiento después de su compañera, y sin quitarle la vista, alza su mano llamando al mesero, quien de inmediato se acerca trayendo dos cartas algo grandes, negras.

El menu es muy variado, escoge lo que gustes y mas se te antoje, obviamente ira por mi cuenta.


El camarero ya tenia pluma y papel listo par tomar la orden, un chico joven con orejas de gato que iban de colo negro la base por el cabello del chico pero terminaban las puntas de color rubio.

¿Listo Señor?

El compañero de Sophia miro la carta y después a ella, esperando su pedido.

-Yo quiero.
Detuve mis labios un momento, estaba fuera de lugar, pero por fortuna tampoco era una chica de pueblo.
-Una pasta fettuccine alfredo y un vino.
Mis ojos se posaron sobre Falling, estaba segura de no haberme equivocado de platillos del mediterráneo.
Sonreí  al ver sus facciones, era divertido estar con el y no ser tratada como una...
-Entonces, Falling -Es nombre se queda en mis labios como un dulce postre. Te lo dire nuevamente, me interesas.
Niego agitando mis cabellos.
-No, me gustas ¿Por qué? Es sencillo, por como eres.
Me gusta ser franca, esa es mi zona de confort.
-Y quiero estar contigo, o tratar de conquistarte, si me das la oportunidad.

Me traes una pierna de cordero al horno con patatas y una porción para 4 personas de Lassagna, un vino tinto por favor, ¡ah! Agrega una porción de queso grana padano también.

El mesero parpadeo sorprendido y sonrió, anotando los pedidos de ambos, hizo una pequeña reverencia y se retiro con las cartas. Falling escucho atento las palabras de Sophia y sin inmutarse respondió.

Si lo se, pero como dije, Quiero conocerte primero, no soy una persona que sienta de inmediato cosas, y tampoco es que conozcas de mi. El romanticismo...

El mesero llego con el vino tinto y dos copas, sirvio cuidadosamente las bebidas a cada uno y dejo en una pequeña cubeta con hielos, en medio de la mesa, el vino. El joven tomo la copa, la ondea un poco y dio un trago.

No es mi fuerte realmente.

-La verdad yo tampoco soy mucho de ser romántica.
Me apoyo sobre la mesa, el vestido hace lucir mi figura y con curiosidad pregunto.
-Se por que suelo interesarle a las personas, mi pasado, ser un clon, de quien me clonaron, pero no vi nada de eso en tí. Me interesa saber que te hizo hablarme ya que tu sabes todo esos y no vi en tus ojos esos prejuicios.
Omito que me siento atraída a ese extraño aire que emana, si hubiera lanzado indirectas cuando lo conocí, no me hubiera interesado, pero me hablo y mas aun, cuando me lance, el no reacciono.
Esta vez es mi turno de servirme algo de vino y demuestro que estoy mas acostumbrada a servir bebidas que a ser elegante.
-Brindo por nosotros Falling, espero poder entrar en tu corazón como tu entraste en el mio, y tal vez, luego que surja algo.
Apenas iniciaba la cita y estoy ansiosa por saber que sorpresas vendrían, el no era el único que había planeado algo.

El chico abrió sus ojos algo sorprendido pero después le dedico una mirada bastante profundo y tranquila.

Comprendo, puedo vivir con eso.

Se dedico a comer el cordero y una gran porción de Lasagna, de vez en cuando, llenaba la copa de Sophia antes de que esta se acabará y notando que ya habian pasado unos minutos sin hablar, digerió la lasagna en su boca y miro de nuevo a su compañera.

No conozco mucho la ciudad, conozco solo estos callejones y callejuelas, la gente es muy amable, ¿Suele ser así de tranquilo siempre?

Aprecio el silencio, me da tiempo ademas de disfrutar la comida, de poder observar las facciones de Falling, me siento en paz y eso es algo bastante extraño.
-La ciudad no siempre fue tan apacible.
Señalo una de las calles.
-Puedes ver pequeños detalles como esos.
Algunas estatuas o edificios que fueron reparados se dejan ver.
-Este lugar era muy animado, pero muy peligros, había guerras y peleas.
Un brillo de nostalgia aparece en mis ojos.
-Nací en esa época.
Me cruzo de brazos al terminar de comer, uno de los tirantes se afloja pero no le doy importancia.
-Era emocionante y terrible, para mi fortuna mi bando fue el ganador, podríamos hablar por horas de esas épocas, emperadores, dictadores, hubo de todo.
Lo miro a los ojos, buscando un ápice emoción, muerdo mi labio como si aun tuviera hambre.
-Hay muchas cosas, aunque precisamente muchos me tienen recelo por nacer, vivir y darlo todo por mi bando. De hecho se me hace curioso.
Ladeo mi cabeza curiosa, mis cabellos caen en cascada en un gesto sutil.
-¿Por qué no te impresiona que sea un Clón o de quien me clonaron?

Ladea un poco la cabeza y con su mano, le hace señal de su tirante, mastica otro bocado del cordero que ordeno y sonríe un poco.

¿No todos somos copias de otros? Quieras o no, las actitudes que optas por tener son tuyas y a la vez son el resultado de la influencia de los demás. Es como preguntarte ¿Que hubiera pasado si no lo fuese? ¿Habrías sido diferente o hubiera sido el mismo camino que te llevo hasta este momento?

El joven bebe de su copa de vino, los rizos negros de su cabello ocultaba su mirada por un momento, pero los orbes negros profundos volvian a fijarse en su compañera.

¿Te molesta ser un clon o te molesta saber que influyeron en tu personalidad?

Fueron esas ultimas palabras lo que me dejo reflexiva, aun así mis dedos se crisparon sobre la fina copa de vino, hablar de ese tema solía enojarme. Aunque también estaba un poco molesta por que no cayo en mi intento de seducción con el tirante.
-Es lo segundo.
Intento respirar y con un suspiro relajarme.
-La elección o libre albedrío no lo tuve. Lo único que me gusta es que mi historia suena a comic, un chico llamado Ketzel abrió una bóveda del emperador Fran, ahí encontró uno de los proyectos para clonar a los manekianos.
¿Por qué le cuento mi historia?
Es relajante me respondo a mi misma, poder hablar con alguien y contar mis penas, sin ser juzgada de antemano o ser mirada de manera condescendiente como Saku.
-Técnicamente soy hermana de muchos clones aquí, y hermana mayor de un sujeto llamado Okenam. Su proyecto es la culminación del mío.

Lo que me atañe es que me copiaron de una época rebelde, nací siendo doblemente adolescente, tanto por el físico como por la etapa que usaron.
Ser adolescente y odiar el mundo no es buena receta para que te digan "Eres una copia" y te regalen a la gente como un objeto, si sumo que era una época de conflictos y muchos de los habitantes de ese entonces eran muy explosivos, simplemente sacaban lo peor de mi.

La comida hace rato se había acabado.

Sencillamente no tuve muchas oportunidades, DarknessZero o Zeus, era otra persona que me adopto un tiempo, aprendí de él el arte de las sombras, así de mano en mano volví ante la gobernante de la cual me clonaron.

Mi mirada se perdía entre recuerdos y los ojos de Falling.

Incluso pude suplantar a la emperatriz casi un año entero sin que nadie se diese cuenta... fue decepcionante saber que era igual a ella ante los ojos de todo mundo. Bueno, estaban unos cuantos que pudieron verme, pero ellos nunca se metian en conflictos.

Y de ahí viene esa mirada triste eh...

El chico le mira curioso y sonríe, pide la cuenta y ya listo para pagar.

Entonces, Sophia es la imagen de Maneko ya madura ¿no? Estas tierras son curiosas pero maravillosas...Igual que tu


Ofreciéndole su mano para ponerse de pie, ayuda a Sophia, paga rapido al camarero con una buena propina y abre la puerta para salir.

¿Lista? el día apenas comienza.

-¿Cual es nuestro siguiente destino?
Pregunto curiosa tomando su mano, segura de poder estar con Falling lo sigo tomados de su mano, me es agradable que no caiga bajo mis encantos, al igual que me es desconcertante.
-Supongo que no te asombras con facilidad, me intrigas, saber como llegaste, cual es tu historia.
Me prendo de su brazo sonriendo.
-Ademas tenemos todo el día para nosotros y aun falta lo qué planeé.

¿Lo que planeaste?

El joven la miro curioso, continuaron caminando por las calles observando las distintas tiendas mientras Skie le ofrecia de vez en cuando comprarle algo a Sophia

¿Quieres un helado? el clima esta para un helado jeje

Sonrió tratando de seducirlo con mi vestido, ese objetivo seria una de mis metas este día.
-Vamos, pero si estamos en una cita ¿Podríamos ir como una pareja?
Quisiera poder hacer marchar todo esto como me gusta, pero eso era lo que le daba un toque especial a Skie, no saber que ocurriría.
-Además me tienes que decir como puedo intentar hacer que te intereses en mi.